Víctor Sanchego, cortador de jamón, explica cuánto cuesta su cuchillo más caro: “Es una pieza de coleccionismo, no es para uso diario”

Fabricado en acero de Damasco, cada ejemplar es único y su valor trasciende la funcionalidad

Guardar
Víctor Sanchego, cortador de jamón
Víctor Sanchego, cortador de jamón enseñando su cuchillo (@victorsanchegojamon)

La importancia de los cuchillos en el mundo del corte de jamón es indiscutible. Para un profesional, el cuchillo no es solo una herramienta, sino un prolongamiento de la mano que determina la precisión del corte, la presentación y, en última instancia, la experiencia de degustar un buen jamón.

Los cortadores de jamón suelen elegir cuidadosamente cada cuchillo, atendiendo a factores como el equilibrio, la flexibilidad de la hoja y la ergonomía del mango, pues de ello depende lograr lonchas perfectas y mantener la calidad del producto. Además, la tradición y el prestigio asociados a esta profesión hacen que muchos cortadores desarrollen un vínculo casi personal con sus cuchillos, valorando tanto su funcionalidad como su historia o rareza.

Víctor Sanchego, reconocido cortador de jamón, ha reflexionado sobre este vínculo en un vídeo publicado en su canal de TikTok (@victorsanchegojamon). En la grabación, Sanchego plantea una pregunta directa: “¿Tú te gastarías cuatrocientos treinta y cinco euros en un cuchillo?”, cifra que desafía la lógica utilitaria y abre el debate sobre el significado de la exclusividad en los utensilios de corte.

Cuchillo excepcional

Al mostrar su herramienta más preciada, Sanchego aclara que “este es el cuchillo más caro que tengo y por supuesto no es para uso diario”, subrayando que su valor reside en la excepcionalidad y no en la rutina. La pieza, según explica, es mucho más que un simple instrumento: “Esto es una pieza de coleccionismo”, una frase que establece una distinción clara entre el uso cotidiano y el aprecio por la artesanía.

Corte de jamón (Adobe Stock)
Corte de jamón (Adobe Stock)

Durante el vídeo, el cortador detalla el proceso de fabricación de su nueva herramienta, destacando la singularidad de cada ejemplar: “La hoja está hecha en acero de Damasco. Se crea soldando y forjando con capas distintas. En este caso, el acero es de carbono 1095 y 15N20.

Se calientan, se presan y se pliegan varias veces hasta formar este patrón que veis aquí. Por eso no hay dos cuchillos iguales”, describe Sanchego, quien enfatiza la complejidad y el carácter irrepetible de cada cuchillo fabricado con esta técnica.

Precio justo

Sanchego insiste en que no adquiere este tipo de piezas buscando una mejora técnica en el corte: “No lo tengo porque corte mejor que nadie. Lo tengo porque nadie tiene este cuchillo”, dejando claro que el atractivo reside en la exclusividad y el valor simbólico más que en la funcionalidad.

Para él, el valor es evidente: “Para mí sí vale lo que cuesta. Esto es como una obra de arte. No es lo que hace, sino lo que representa”, afirma, equiparando el cuchillo a una creación artística cuyo significado va más allá del simple uso en la cocina.

Miguel Prieto Mora, maestro cortador del Consejo Regulador de la DOP Jabugo

La reflexión compartida en su vídeo invita a reconsiderar la relación entre precio, función y simbolismo en los objetos de colección y deja abierta la pregunta sobre el verdadero valor de lo único para quienes ejercen oficios marcados por la tradición, la destreza y la pasión por los detalles.

En su vídeo, Sanchego muestra con detalle la pieza y comparte su entusiasmo por los cuchillos especiales, dejando claro que para él cada herramienta tiene una historia detrás. Entre comentarios y observaciones, transmite la satisfacción de poseer un objeto único y anima a quienes comparten esta afición a buscar piezas que aporten algo más allá de su simple utilidad en la cocina.