Juan Manuel, adiestrador canino: “Es importante analizar el comportamiento de tu mascota antes de tener un segundo perro“

Reacciones distintas entre perros adultos y cachorros pueden alterar la convivencia en el hogar

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El adiestrador canino Juan Manuel,
El adiestrador canino Juan Manuel, analiza el comportamiento de las mascotas (Composición Infobae)

La relación entre dueños y animales de compañía ha evolucionado, hasta convertirse en un aspecto central de la vida cotidiana para millones de familias. Adoptar una mascota implica incorporar un nuevo miembro al hogar, lo cual va más allá del afecto y las rutinas compartidas.

Diversos estudios han destacado los beneficios emocionales de convivir con un perro, como el fortalecimiento de vínculos afectivos y el desarrollo de responsabilidades, pero también surgen desafíos específicos cuando se integran perros de diferentes edades. En ese contexto, la convivencia puede verse afectada por diferencias energéticas y comportamentales, aspecto que suele observarse con mayor frecuencia en viviendas donde el can original es adulto o sénior.

Para ello, el adiestrador canino Juan Manuel, ha difundido a través de su cuenta de TikTok, (@filosofia.animal), que muchas personas consideran que el cariño y el juego entre perros surgen de manera espontánea, aunque la realidad puede diferir según la edad y personalidad de los animales.

Analizar el contexto

Al sumar un nuevo cachorro a una casa con un perro de avanzada edad, el entorno familiar se transforma. Estas incorporaciones pueden alterar la rutina diaria de quienes comparten tiempo y espacio con sus mascotas. Los adultos mayores buscan descanso y familiaridad, mientras que un cachorro transmite curiosidad y desea un intercambio constante. Estas diferencias suelen pasar inadvertidas hasta que aparecen los primeros signos de tensión.

Un perro le da la
Un perro le da la patita a su dueño. (Canva)

El adiestrador canino advierte sobre la importancia de analizar el contexto antes de sumar un nuevo integrante de cuatro patas al hogar. “Primero, es bueno entender si el perro que convive ahora conmigo es el escenario ideal para adoptar un cachorro”, expresó Juan Manuel, quien ha observado casos recurrentes de estrés en perros adultos sometidos al ritmo inagotable de los más jóvenes.

El especialista remarca que animales con nueve o diez años tienden a buscar calma, y la energía de un cachorro puede romper ese equilibrio. “Hay perros que ya están en otra etapa de la vida, que tienen nueve, diez, once años, que están para tirarse en el sofá a leer un libro y le traemos un cachorro de tres meses que lo único que quiere es jugar todo el día”, indicó el adiestrador.

Observar el comportamiento

La inquietud constante de los cachorros genera situaciones en las que los perros adultos reciben estímulos que no siempre desean, lo que se traduce en intentos de evasión, ladridos o muestras de agotamiento. Juan Manuel recomienda observar el comportamiento del perro adulto frente a cachorros ajenos para anticipar cualquier reacción adversa al cambio de ambiente.

“¿El perro que vive ahora con nosotros cómo se lleva con cachorros? ¿Le gusta la energía que tiene un cachorro o no? ¿Los evita? ¿Se estresa?”, cuestionó el especialista, cuyo método se centra en el bienestar integral animal. Resalta que ignorar estos indicios puede desencadenar episodios de estrés que impactan negativamente en la calidad de vida de los animales, así como en la convivencia general dentro del hogar.

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El adiestrador concluyó que, dependiendo de la etapa vital del animal, puede ser más apropiado adoptar un perro adulto que comparta una energía similar con el residente original. “Esto es muy importante porque quizás, repito, para esta etapa de la vida no es lo mejor traer un cachorro a casa y es conveniente traer un perro adulto con otro nivel de energía, más tranquilo, más sosegado”, resumió Juan Manuel.