Ana Molina, doctora: “Salir a correr tiene unos efectos en la piel impresionantes”

La especialista desmiente el mito de la “cara de runner” y asegura que este ejercicio favorece la oxigenación, la hidratación y la luminosidad cutánea

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Una mujer bebe agua después
Una mujer bebe agua después de hacer ejercicio (AdobeStock)

La actividad física y la salud están estrechamente relacionadas. Según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física es uno de los factores de riesgo más relevantes en la mortalidad asociada a enfermedades no transmisibles. De hecho, el organismo estima que quienes no practican suficiente ejercicio presentan un riesgo de mortalidad entre un 20% y un 30% superior respecto a las personas activas.

Los beneficios de la actividad física no discriminan por edad. En la infancia y la adolescencia, la práctica regular de ejercicio contribuye a mejorar la forma física, la salud cardiometabólica y ósea, así como la capacidad cognitiva y el bienestar mental, además de reducir la grasa corporal. En adultos y personas mayores, la actividad física ha demostrado reducir el riesgo de mortalidad por cualquier causa y por enfermedades cardiovasculares, así como la aparición de hipertensión, determinados tipos de cáncer y diabetes de tipo 2. También disminuye la incidencia de caídas y favorece la salud mental, el sueño y el control del peso, conforme detalla la OMS en un artículo. Pero también beneficios para la piel.

¿La “cara de runner” es un mito?

La dermatóloga Ana Molina, reconocida por su labor divulgativa en redes sociales, ha abordado uno de los mitos más extendidos respecto al cuidado de la piel en relación con uno de los deportes más sencillos y populares: el running. Según ha explicado Molina a través de su cuenta de TikTok (@dr.anamolina), la llamada “cara de runner” -un supuesto aspecto demacrado y con pérdida de colágeno provocada por practicar deporte- solo “existe en casos superexcepcionales”. La especialista ha precisado que “tienes que ser un profesional del atletismo para que realmente puedas tener este efecto en la piel”.

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La dermatóloga ha insistido en que solo quienes se someten a entrenamientos de alta intensidad y mantienen porcentajes de grasa corporal muy bajos pueden experimentar esa pérdida de volumen facial. “Solo puede aparecer en corredores de élite o personas que entrenan de forma muy intensa, con porcentajes de grasa corporal muy bajos. No es porque ‘la piel se descuelgue al correr’, sino por pérdida de grasa subcutánea, algo que no tiene nada que ver con el impacto”, aclara la dermatóloga en uno de sus últimos videos. Es más, defiende que este ejercicio, como cualquier otro, es beneficioso para el cutis.

Molina explica que salir a correr aporta “unos efectos en la piel impresionantes”: “Oxigenación, mejora la vascularización de la piel, llegan mejor los nutrientes, mucha mayor luminosidad, hidratación”. De este modo, asegura que “todos los parámetros de piel los mejora el correr”.

Para la mayoría de personas que practican running por salud o afición, la experta ha sido categórica: “Para quienes corren por salud o por hobby, esto no pasa, mito total”. Además, ha subrayado que los efectos positivos del running no se limitan a la piel, sino que también repercuten en el bienestar mental y en la calidad del sueño. “Vas a dormir mejor, con lo cual, si duermes mejor, vas a amanecer con una piel maravillosa”, asegura.