Reino Unido presenta ‘Bastión Atlántico’: la nueva tecnología de guerra submarina contra los “buques espías de Putin”

Este programa de coordinación se suma al reciente acuerdo con Noruega para realizar un despliegue en el Flanco Norte

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El 'Bastión Atlántico', nuevo sistema de guerra submarina de Reino Unido (Ministerio de Defensa)

Reino Unido se planta ante Rusia. El ejército británico ha decidido dar un paso adelante en la batalla silenciosa contra el Kremlin. La presencia de submarinos rusos en aguas cercanas a la isla ha hecho que el gobierno de Starmer tome medidas y aumente su capacidad de defensa ante la amenaza de los “buques espías de Putin”. Primero, anunció un importante despliegue permanente junto a Noruega. Ahora, ha confirmado la creación de un nuevo sistema de coordinación de guerra submarina.

Los medios empleados para repeler o defenderse de un enemigo bajo el agua son variados. Con el desarrollo tecnológico y armamentístico, el uso de sensores, radares o sistemas no tripulados son una constante. A esto, hay que sumarle los medios más habituales y, a su vez, todavía fundamentales, como los buques de guerra y los submarinos.

Todo ello requiere de una coordinación, para lo que se ha diseñado el ‘Bastión Atlántico’. El Ministerio de Defensa lo ha anunciado como “respuesta” al buque espía de Putin, el Yantar, que ha estado operando en aguas del Reino Unido, mapeando cables y tuberías submarinos que impulsan nuestra economía y nuestra vida diaria".

Marina Real (Royal Navy)
Marina Real (Royal Navy)

El sistema es una innovadora plataforma de defensa desarrollada para proteger infraestructuras submarinas críticas, como cables de comunicaciones y tuberías energéticas, ante la amenaza de submarinos y buques espía. Este programa integra buques autónomos de superficie y submarinos no tripulados junto con sensores avanzados y una potente red de inteligencia artificial.

Esta fuerza híbrida permite la detección, localización y seguimiento de actividades hostiles bajo el mar mediante la recopilación automática de datos acústicos y de movimiento, que se analizan en tiempo real. El sistema conecta estos vehículos no tripulados con buques de guerra tripulados y aviones de patrulla, formando una red colaborativa de defensa.

Mediante este enfoque multidominio, la respuesta ante amenazas submarinas es mucho más rápida y precisa, ya que la tecnología automatizada puede identificar y, en caso necesario, actuar contra objetivos enemigos sin depender exclusivamente de tripulaciones humanas. Por ello, el ‘Bastión Atlántico’ aspira a ser un sistema clave en la defensa marina de Occidente.

La fragata HMS Somerset de
La fragata HMS Somerset de la Royal Navy, (Ministerio de Defensa del Reino Unido)

La visión del Gobierno es desplegar los primeros sistemas en 2025, apoyados en talento tecnológico británico e infraestructuras digitales avanzadas. De esta manera, pretenden cumplir con un eje principal de la política estratégica de defensa nacional y reafirmar el liderazgo del Reino Unido en el contexto de la seguridad europea.

No es la primera apuesta por la defensa que ha realizado el ejército británico en los últimos días. El Reino Unido y Noruega han fortalecido su colaboración en materia de defensa naval mediante un acuerdo histórico para contrarrestar la amenaza submarina rusa en el Atlántico Norte. Este pacto, valorado en 10.000 millones de libras, contempla la operación conjunta de al menos 13 fragatas Tipo 26, diseñadas especialmente para la guerra antisubmarina y ensambladas en el Reino Unido.

Ambas armadas, miembros de la OTAN, patrullarán áreas estratégicas entre Groenlandia, Islandia y el Reino Unido, protegiendo infraestructuras críticas como cables y oleoductos submarinos. Además, el acuerdo incluye entrenamientos conjuntos en condiciones polares y el desarrollo de tecnología avanzada para la guerra submarina, reforzando la seguridad y la cooperación ante la creciente actividad rusa en la región.