Mueren ocho personas en costa canaria por golpes de mar en el último mes: en todos los casos había alertas meteorológicas

Los últimos cuatro casos tuvieron lugar el pasado domingo, 7 de diciembre, en la piscina natural de Isla Cangrejo

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Turistas bañándose en la piscina
Turistas bañándose en la piscina natural de Isla Cangrejo (Hola Islas Canarias)

Las autoridades de las costas de Canarias ya no saben qué medidas implementar en sus playas para evitar los accidentes por golpes de mar. Durante el último mes, el archipiélago ha tenido ocho víctimas fatales y una persona desaparecida debido a los golpes de mar derivados por fenómenos adversos. Cuatro de ellas tuvieron lugar el pasado domingo, 7 de diciembre, durante una prealerta meteorológica por peligros en la costa, afectando en su totalidad a turistas.

Esta suma ha convertido al siniestro en el accidente de este tipo más grave en los últimos 15 años. Según ha expresado el presidente de la plataforma de concienciación, Sebastián Quintana, para EFE, las islas tienen “1.500 km de Costa” y el 65% de las víctimas mortales se debe a dos motivos: el ingreso en el mar o el acercamiento peligroso a la orilla durante la alerta vigente. Este dato es “una prueba de algodón”, ya que permite medir el grado de imprudencia y desconocimiento de los riesgos reales, pese a las advertencias.

Asimismo, el experto ha señalado que es importante saber que “las olas llegan a la costa por series: piensan que en los dos o tres minutos en los que el mar se queda quieto ya no van a llegar más olas y es entonces cuando se acercan a hacerse un ‘selfie’”. No obstante, cuando a los pocos minutos vuelve la actividad en la marea, puede ser demasiado tarde. Ante esto, las autoridades marítimas insisten en la necesidad de reforzar las campañas de información para minimizar el riesgo de ahogamientos en el litoral canario.

Turistas bañándose en la piscina
Turistas bañándose en la piscina natural de Isla Cangrejo (Hola Islas Canarias)

El dilema de las piscinas naturales: “Una falsa sensación de seguridad”

Las incidencias de este tipo no solo afecta a las costas abiertas, sino que se detectan numerosos accidentes en las piscinas naturales de todo el archipiélago. Según ha dictaminado el presidente, “el 95 % de las víctimas en entornos como las piscinas naturales son turistas”. Este fue el caso de los cuatro fallecidos el domingo, que tuvo lugar en la cala Isla Cangrejo, ubicada en Los Gigantes (Tenerife). Y es que, como ha comprobado el especialista, hace solo 20 días, entre siete y ocho personas resultaron heridas en el mismo lugar, además de otra muerte registrada meses atrás.

Quintana ha explicado que las más de 200 piscinas que tienen las islas pueden dar “una falsa sensación de seguridad, sobre todo en los turistas extranjeros, la mayoría europeos”. Y es que, al presenciar un mal oleaje con corrientes y vientos “fuera del entorno de esa piscina natural”, deciden optar por las calas porque consideran que “están a salvo y seguros”. Sin embargo, cuando hay prealerta o alerta, este tipo de espacios se transforman en “trampas mortales”.

“Esa masa de agua se expande en forma de abanico a gran velocidad y con gran fuerza y, al tocar tierra, rebota contra las rocas, se orienta en sentido contrario, desde tierra a mar adentro, y ahí todo lo que coja en medio lo va a arrastrar de forma rápida y violenta”, describe el presidente de la plataforma de concienciación, que recopila datos desde hace más de una década y da charlas en colegios.

La zona de Isla Cangrejo presenta además una particularidad que la hace mucho más peligrosa: se sitúa en un entorno volcánico lleno de arrecifes y rocas afiladas. “Son auténticamente cuchillos”, asegura el especialista. Pero también hay que tener en cuenta los graves traumatismos que genera el oleaje una vez las personas son expulsadas a mar abierto. “Va a hacer que pierdas el conocimiento y vas a perder la vida irremediablemente por ahogamiento”, afirma Quintana.

El pueblo escondido de Canarias que se ubica a los pies de una impresionante playa de arena volcánica.

Las propuestas para mejorar la llegada de información a los turistas

Aunque el escenario de la Isla Cangrejo es sobrecogedora, la situación se repite en otros puntos de Canarias. De hecho, la semana pasada falleció un residente italiano al sur de Lanzarote, después de ser arrastrado por una ola mientras pescaba. Por su parte, su acompañante logró sobrevivir. Si nos remontamos atrás, al pasado 8 de noviembre, en un solo día, otras tres personas murieron y otras quince quedaron heridas por golpes de mar en diferentes accidentes de Tenerife. El caso más dramático tuvo lugar en el muelle de Puerto de la Cruz, donde una ola barrió a diez personas al mar y una de ellas perdió la vida, según la información que ha publicado EFE.

Quintana reconoce que este comportamiento resulta difícil de comprender, teniendo en cuenta que durante periodos de alerta estos lugares están vallados y cuentan con carteles de advertencia claros. Asimismo, las víctimas, indica, son adultos de entre 35 y 60 años. Entre las medidas que se barajan para cambiar esta situación está la de poner un socorrista en piscinas naturales, como Santiago del Teide, con el fin de disuadir a los que decidan acercarse.

Y es que, la creencia habitual entre los turistas, que el experto denomina como ‘modo avión’, es ciertamente el responsable de la mayoría de estos sucesos. “En su cabeza no pasa la posibilidad de un riesgo, un accidente y menos la muerte porque están absolutamente relajados”, explica. Pero un factor que tiene especial relevancia es la información de las alertas, ya que es posible que estas advertencias no lleguen a los hoteles.

Ante ello, Quintana propone que en las recepciones de edificios turísticos instalen carteles donde se puedan leer mensajes como: “Hoy no acuda a la playa, no se bañe en la costa o no se acerque a estos puntos de costa porque puede sufrir un accidente”. En su análisis, el presidente de la plataforma destaca el nivel operativo de las islas: “Los medios de atención de emergencias, sanitarios y de socorrismo en Canarias son de primer nivel internacional, pero no podemos poner a un socorrista detrás de cada bañista”, añade.