Judith García, psicóloga: “No todas las disculpas tienen el mismo valor”

Una psicóloga explica por qué las disculpas solo tienen valor cuando van acompañadas de escucha activa y cambios reales

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Una pareja en medio de
Una pareja en medio de una reconciliación (Montaje Canva Infobae)

“No todas las disculpas tienen el mismo valor”. Con esta frase directa arranca uno de los vídeos más recientes de la psicóloga y sexóloga Judith García, especialista en terapia de pareja y divulgadora en TikTok (@judithgarcia_psicologa). Su reflexión pone sobre la mesa lo siguiente: pedir perdón no equivale automáticamente a reparar el daño causado.

En un contexto social atomizado donde las disculpas se pronuncian con rapidez —a veces casi por inercia—, García invita a detenerse y revisar qué hay realmente detrás del arrepentimiento. Un perdón puede quedarse vacío si no va acompañado de algo responsabilidad y agencia.

Según plantea la psicóloga, muchas disculpas fallan no por falta de intención, sino por la forma en que se expresan. Un “ah, sí, perdón” dicho deprisa, sin apenas mirar al otro, mientras la otra persona aún está explicando lo que le ha dolido, difícilmente cumple su función. “Esa persona no se va a sentir entendida”, señala.

En esos casos, aunque quien pide perdón crea sinceramente que lo siente, el mensaje no llega. Falta una escucha activa verdadera. Sin escucha no hay reconocimiento del daño, y sin reconocimiento es imposible que la disculpa tenga peso emocional.

Escuchar antes de disculparse

Judith García insiste en que el primer paso no es pedir perdón, sino pararse y comprender. Entender qué ha ocurrido, cómo lo ha vivido la otra persona y por qué ha sido doloroso. Solo desde ahí puede surgir una disculpa que no sea superficial.

“El perdón tiene que sonar más a ‘ostras, entiendo que aquí he actuado mal’”, explica en su mensaje. Reconocer el error de forma concreta —sin minimizarlo ni justificarlo— es lo que permite que la otra parte se sienta validada.

Una pareja se reconcilia después
Una pareja se reconcilia después de una discusión (Freepik)

Responsabilidad y agencia personal

Otro de los puntos clave que destaca la psicóloga es la responsabilidad. Pedir perdón no consiste únicamente en expresar arrepentimiento, sino en asumir el papel propio en lo sucedido. En este sentido, la psicóloga, subraya la importancia de la agencia, es decir, mostrar que uno tiene capacidad de actuar de otra manera en el futuro. Una disculpa gana fuerza cuando incluye un compromiso explícito: “No volverá a ocurrir”.

La disculpa, apunta la especialista, no debería entenderse como el final de una conversación incómoda, sino como una apertura hacia la reparación. Por eso, propone añadir una pregunta clave: “¿Hay algo que necesites o que pueda hacer para que te sientas un poco mejor?”. Este gesto traslada el foco del alivio personal al bienestar del otro, que es donde realmente reside el sentido del perdón.

Un apunte sobre la otredad

En el centro de todo el proceso está la empatía. Intentar ponerse en el lugar del otro, acercarse a sus sentimientos y reconocer su experiencia como válida, aunque no coincida con la propia.

Mostrar un arrepentimiento real, acompañado de escucha y coherencia, no solo fortalece las relaciones, sino que también humaniza a quien se equivoca. “Eso es lo que demuestra que somos humanos”, viene a resumir el enfoque de García.

El mensaje que lanza la psicóloga busca rescatar el verdadero significado del perdón: hacerse cargo del impacto que hemos tenido en la vida emocional de otra persona. Ahí es cuando no todas las disculpas valen lo mismo y debemos mostrar agencia y compromiso.