Renta individual o conjunta, ¿qué es mejor?

Un asesor fiscal detalla cuándo conviene más la renta conjunta o individual y cómo afectan los ingresos y la composición familiar a las deducciones disponibles en el IRPF

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Si estás divorciado, estas son las deducciones que te permiten ahorrar dinero en la declaración de la Renta.

Para una pareja que está decidiendo si es más conveniente hacer la renta individual o la conjunta, el aspecto fiscal puede inclinar la balanza en una dirección u otra, dependiendo de numerosos factores. Daniel, asesor fiscal, explica en un video publicado en su perfil de TikTok (@taxingplanner) que la definición de unidad familiar en el impuesto sobre la renta establece el marco para optar por una u otra forma de tributación. Según sus palabras, en el caso de los matrimonios, la unidad familiar incluye a los esposos y sus hijos menores de 18 años, o a uno de los progenitores y sus hijos, en caso de no existir vínculo matrimonial. Los descendientes mayores de edad quedan fuera de esta unidad, salvo cuando un juez ha dictado incapacidad.

Respecto a quién puede presentar la declaración conjunta, Daniel detalla que “los matrimonios si no tienen hijos, los matrimonios con sus hijos, es decir, o todos o ninguna, todos tendrán que presentarlo individualmente. Y en el caso de que no haya matrimonio, solo uno de los dos padres, el padre o la madre, con los hijos menores de 18 años”. Ante separaciones o divorcios, solo el progenitor con custodia puede optar por la declaración conjunta; si existe custodia compartida, la presentación puede alternarse entre ambos.

El asesor recalca que la renta conjunta supone sumar todos los ingresos de los miembros de la unidad familiar. “Si los dos cónyuges trabajan o si los hijos menores de 18 años trabajan, se sumarán a la renta conjunta”, explica. Por eso, la situación económica de cada integrante puede alterar el resultado fiscal a favor o en contra del modelo de declaración elegido.

En qué casos tiene beneficios fiscales casarse

En opinión de Daniel, “cuando los ingresos de uno de los dos cónyuges sean muy bajos o incluso cero… sale más a cuenta hacerla conjunta”, citando casos como uno en que uno de los miembros de la pareja percibe 22.000 euros y el otro no tiene ingresos. El ejemplo se repite con una madre que solo suma 5.000 euros y un hijo en común. No obstante, advierte que en casos donde ambos cónyuges trabajan, aunque uno reciba un salario inferior, la suma de ingresos resta atractivo a la declaración conjunta. “Por lo general, casarse no supondrá un beneficio a efectos fiscales”, concluye el experto, salvo en situaciones excepcionales, como la convivencia con varios hijos o familiares con discapacidad, donde las deducciones pueden alterar la conveniencia.

Dos personas son atendidas en
Dos personas son atendidas en una oficina de la Agencia Tributaria para presentar la declaración de la Renta. (Carlos Luján / Europa Press)

Para parejas no casadas con hijos en común y salarios diferenciados, la rentabilidad fiscal del matrimonio puede verse reducida, especialmente cuando ambos progenitores trabajan. El asesor plantea un supuesto en el que el padre, sin vínculo marital, percibe 35.000 euros brutos y accede a deducciones por nacimiento en la Comunidad de Madrid. “La deducción aplica en la renta conjunta y, por lo tanto, le devuelven más, pero no en la individual”, cuenta el experto. Si se tratase de una pareja casada, la situación sería menos beneficiosa, ya que el padre superaría los límites de deducción por tener mayor renta y la suma de ingresos en la modalidad conjunta intensificaría el impacto fiscal.

Cuándo es mejor no casarse

Por todo ello, Daniel recomienda que, en algunos escenarios, “sería mejor no casarse y seguir así durante el resto de los años para aplicarse deducciones en rentas conjuntas con los hijos sin que sean un matrimonio”.

Finalmente, el asesor fiscal alerta sobre una confusión frecuente: no debe mezclarse la reducción de la base imponible en la declaración conjunta con la deducción por tributación conjunta, monoparental o cuando ambos progenitores están separados y viven en domicilios diferentes. En palabras de Daniel, este error surge porque “se olvidan de marcar la casilla tres en otras situaciones que indica que los dos padres conviven en domicilios separados”.