Ghislaine Maxwell, expareja y cómplice en la red de Jeffrey Epstein, busca salir de la cárcel en plena controversia por la publicación de los documentos del caso

Condenada a 20 años por tráfico sexual de menores y conocida por su estrecha relación con Jeffrey Epstein, Maxwell vuelve al foco judicial al preparar un nuevo recurso para intentar salir de prisión

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Ghislane Maxwell, expareja y cómplice
Ghislane Maxwell, expareja y cómplice de Jeffrey Epstein (Heute.at)

Ghislaine Maxwell está cumpliendo una condena de 20 años de prisión en Estados Unidos desde 2022, tras ser declarada culpable de varios delitos de tráfico sexual de menores. Su nombre, vinculado para siempre a Jeffrey Epstein.

El magnate murió en 2019 en una celda del Centro Correccional Metropolitano de Nueva York. Se encontraba a la espera de juicio, bajo custodia de la Oficina Federal de Prisiones estadounidense, un mes después de haber sido detenido por acusaciones de traficar con docenas de niñas, además de explotar y abusar sexualmente de ellas. En esta trama, presuntamente, Maxwell habría participado captando a las menores.

El caso de Maxwell saltó a los titulares internacionales por el alcance de la red tejida alrededor de Epstein y la participación activa de la británica, su expareja y colaboradora directa. Tras un juicio mediático, el tribunal la encontró responsable de coordinar y facilitar los abusos cometidos por el financiero, lo que derivó en una sentencia firme y su ingreso en prisión federal.

En la actualidad, la situación judicial de Maxwell vuelve a ocupar la atención pública, justo cuando su defensa prepara un nuevo recurso legal. Entre los focos del proceso figuran tanto las condiciones de su reclusión como la posible publicación de documentos todavía secretos relacionados con su caso.

Ghislane Maxwell y Jeffrey Epstein
Ghislane Maxwell y Jeffrey Epstein (Heute.at)

Mudanza penitenciaria y estrategia legal

Maxwell pasó varios años en una prisión federal de seguridad baja en Tallahassee, Florida. En agosto de 2025 fue trasladada a un centro de mínima seguridad en Bryan, Texas, una cárcel sin barrotes en las celdas y con acceso a programas de trabajo, aunque sigue apertrechada por sistemas de control y disciplina penitenciaria.

El traslado se produjo en paralelo a reuniones de Maxwell con el vicefiscal general Todd Blanche, durante el debate público sobre la desclasificación de documentos del caso Epstein, una cuestión sobre la que las autoridades no han dado explicaciones ni han detallado motivos del cambio de centro.

El abogado David Markus comunicó al juez Paul Engelmayer que en breve presentará la solicitud para reabrir el caso. Sostiene que Maxwell “no toma una posición” sobre la publicación de archivos del proceso, aunque advierte que difundir materiales del gran jurado con “acusaciones no probadas” podría perjudicar un eventual nuevo juicio. Esta reclamación se produce tras una ley aprobada por el Congreso de Estados Unidos que obliga al Departamento de Justicia a desclasificar documentos del caso Epstein y Maxwell.

Ghislane Maxwell junto al príncipe
Ghislane Maxwell junto al príncipe Andrés y Virginia Giuffre, víctima de Epstein (Heute.at)

El nombre de Donald Trump vuelve a aparecer en el trasfondo de la polémica. El presidente estadounidense fue cercano a Epstein y al inicio se opuso a la publicación de los archivos, considerando que se buscaba perjudicarle políticamente. Finalmente, dio luz verde a la divulgación y dejó en manos del Departamento de Justicia los plazos y criterios para la liberación de los documentos.

En cuanto a la posibilidad de un indulto, algunos medios han especulado con que Maxwell podría recurrir a esta vía, pero su abogado negó que exista una petición formal. Trump, consultado por la cuestión, se limitó a responder que “tendría que mirarlo”, sin confirmar nada.

La condena de Ghislaine Maxwell sigue en vigor después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazara su recurso de apelación, por lo que solo quedan abiertas las vías extraordinarias del habeas corpus o un indulto presidencial. Ninguna de estas opciones ha avanzado oficialmente mientras el interés público por el caso permanece alto, tanto por las novedades judiciales como por el acceso a nuevos documentos sobre la red de Epstein.