La percha invertida, el método para ordenar el armario

Este sistema promete acabar con el caos del armario sin estrés ni drama

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Ropa colgada. (Freepik)
Ropa colgada. (Freepik)

Todos soñamos con un armario muy bien organizado en el que cada prenda tenga su lugar, en el que no falte nada y no sobre nada, y en el que vestir cada mañana no se convierta en una misión imposible.

Sin embargo, la realidad suele ser otra: un armario lleno de ropa, ropa que no usamos desde hace meses (o años) y la sensación constante de que “no tengo nada que ponerme”. Muchas veces, el desorden no viene de la falta de espacio, sino de la dificultad para deshacernos de aquello que ya no utilizamos.

Con el objetivo de ayudar a aquellos que no saben por dónde empezar, se ha popularizado un método sencillo que promete poner fin a este problema sin necesidad de tomar decisiones precipitadas: la percha del manillar invertido.

Este truco viralizado y recomendado por consultoras de organización personal se ha convertido en un aliado perfecto para aquellos que desean ordenar su armario con lógica, sinceridad y sin arrepentimientos.

¿En qué consiste el método del gancho invertido?

La solución es muy simple pero efectiva. Consiste en girar las perchas, concretamente, sus ganchos, para colocarlas todas hacia la misma dirección desde el primer día. A partir de ese momento, cada vez que saquemos una prenda para utilizarla, deberemos volver a colocarla en la barra girando el gancho en la posición opuesta.

El truco está en fijar una fecha límite. Pasado ese tiempo, las prendas con aquellos ganchos que no hayan sido girados serán aquellas que no hemos usado. Y si no las hemos usado en ese periodo, probablemente no las necesitemos.

Este método es todavía más útil si se practica por temporadas. Las personas más organizadas lo aplican cada tres meses, coincidiendo con los cambios de estación. Sin embargo, para la mayoría de las personas, dos veces al año es más que suficiente.

Lo que importa no es hacerlo rápido, sino de manera constante y sincera. No vale volver a colgar una prenda girada solo porque “quizás algún día me la ponga”. Ese autoengaño es el enemigo número uno del orden.

¿Qué hacer con la ropa que no usamos?

Desorden en una habitación. (Freepik)
Desorden en una habitación. (Freepik)

No se trata de tirar todo sin pensar. Antes de deshacernos de cualquier prenda, debemos valorar su estado. Si está en buen estado y simplemente ya no va con nuestro estilo, talla o necesidades, siempre existen alternativas que valgan: donar a organizaciones benéficas o puntos de recogida, vender en aplicaciones de segunda mano o intercambiar con amigos o familiares.

Por el contrario, si una prenda está rota o muy desgastada, puede ser reciclada para darle una segunda vida en forma de materiales textiles.

Más orden, menos estrés

Dónde acaba la ropa que tiramos a contenedores de reciclaje (Greenpeace)

La percha del manillar invertido no solo nos ayuda a liberar espacio: también nos hace conscientes de nuestro consumo. Nos ayuda a saber qué tipo de prendas compramos sin usar, cuáles repetimos una y otra vez y cuáles realmente valen la pena.

En definitiva, un pequeño gesto nos puede ayudar a transformar el caos de nuestro armario en una acción muy sencilla y fácil cada mañana.