Postura del tigre: el ejercicio de yoga que alivia las molestias lumbares y mejora el sistema digestivo

Estos son los pasos que debes seguir para realizarla correctamente

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Imagen de recurso en la que sale una persona feliz

El estrés y la ansiedad son dos factores que forman parte de la vida de miles de personas. Esto es algo que reflejan numerosos estudios a nivel global, algo que tiene repercusiones en el día a día.

Bajo este contexto, el yoga se ha erigido como una de las disciplinas más practicadas por sus numerosos beneficios, tanto a nivel físico como mental. Otro de los factores que explican su auge es que se ha convertido en una vía de escape para desconectar durante unos minutos.

Una de sus ventajas es que, gracias a la amplia variedad de ejercicios y estiramientos, resulta sencillo encontrar una rutina que se ajuste a tus necesidades. Una de las asanas para personas de nivel intermedio que más te puede ayudar es la postura del tigre.

Beneficios de la postura del tigre

El vyaghrasana es una de las asanas más valoradas dentro de las secuencias orientadas al desarrollo de fuerza, flexibilidad y estabilidad corporal. Su práctica regular permite fortalecer el core, los brazos, los glúteos, los muslos y la parte baja de la espalda, ya que la mayor parte del peso se distribuye entre las manos y las rodillas.

Este ejercicio también se caracteriza por su acción positiva sobre las articulaciones de las caderas y los hombros, que ganan movilidad gracias a la apertura y extensión que exige la postura.

El yoga combina ejercicio físico y meditación para mejorar fuerza, postura y flexibilidad. Favorece la respiración consciente, reduce ansiedad, fortalece huesos y articulaciones, mejora el sueño, la inmunidad y la salud cardiovascular, aportando equilibrio emocional y bienestar integral.

Otro beneficio fundamental es el estímulo sobre la columna vertebral. Durante la postura, la columna se alarga y se curva de forma controlada, lo que beneficia a una mejor postura corporal. También ayuda a reducir molestias en la zona lumbar, aliviando tensiones acumuladas después de permanecer mucho tiempo sentado o como resultado de sobrecarga muscular.

Practicar esta asana también mejora el equilibrio y la coordinación. Además, esta postura estimula el funcionamiento del sistema digestivo y activa el suelo pélvico, por lo que puede recomendarse en rutinas posparto o para quienes buscan fortalecer la zona abdominal y pélvica.

Una persona haciendo la postura
Una persona haciendo la postura del tigre. (Imagen recreada con IA)

Cómo se hace

Para hacer la postura del tigre, comienza colocando una esterilla en el suelo y apóyate en las manos y las rodillas, como si fueras a gatear. Asegúrate de que las palmas de las manos estén alineadas justo debajo de los hombros y que las rodillas estén en línea con las caderas.

Mantén la espalda recta y el abdomen firme. Desde esa posición, inhala y acerca una rodilla hacia el pecho. Luego exhala y estira esa misma pierna hacia atrás, intentando levantarla hasta la altura de la cadera sin girar la pelvis. Si te sientes cómodo, puedes también levantar la cabeza y mirar un poco hacia arriba para abrir el pecho.

Permanece unos segundos en esa postura, respirando con calma. Después, vuelve a la posición inicial y repite con la pierna contraria. Es importante mantener el abdomen fuerte y evitar dejar caer la zona lumbar para no forzar la espalda.

Si es tu primera vez, realiza el ejercicio despacio y con conciencia, prestando atención a cualquier molestia. Se recomienda no practicar si hay lesiones en las rodillas, las muñecas o la espalda sin la guía de un instructor.