Estos son los beneficios del té de ajenjo: perfecto para tratar cuerpo y mente con una sola infusión

Propiedades, usos y preparación de esta bebida milenaria

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El nuevo té conocido por
El nuevo té conocido por su multitud de beneficios. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos años, el consumo de té e infusiones ha dejado de ser solo una tradición ancestral para convertirse en una moda. Cada vez más personas reemplazan bebidas industrializadas por tés naturales que, además de hidratar, ofrecen una amplia gama de beneficios terapéuticos.

Desde relajantes como la manzanilla, hasta estimulantes como el té verde o el mate, las infusiones se han ganado un lugar permanente, incluso en la carta de muchos restaurantes. Pero este auge no es casual.

El consumo regular y moderado de estas bebidas puede mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y cientos de beneficios más para nuestro cuerpo. En ese contexto, infusiones menos conocidas pero altamente potentes, como el té de ajenjo, están comenzando a ganar reconocimiento por sus efectos positivos sobre la salud.

El ajenjo, una planta medicinal milenaria

El ajenjo (Artemisia absinthium), conocido por ser el ingrediente clave en el licor absenta ha sido utilizado durante siglos en infusiones para tratar una amplia variedad de dolencias. Esta planta procedente de Asia está ganando nueva popularidad gracias a sus notables propiedades terapéuticas.

El ajenjo es una planta
El ajenjo es una planta perenne herbácea procedente de Asia (Fuente: Visuales IA)

El té de ajenjo es especialmente valorado por su capacidad desintoxicante. Actúa como un diurético natural, estimulando la micción y ayudando así al cuerpo a eliminar toxinas. Además, su acción sobre el hígado y los riñones lo convierte en un aliado en el tratamiento complementario de enfermedades hepáticas y renales, incluyendo la hepatitis e ictericia.

Propiedades terapéuticas destacadas

Entre sus usos más conocidos se encuentra el alivio de trastornos digestivos. El ajenjo combate gusanos intestinales, bacterias dañinas y alivia síntomas como la indigestión, la acidez estomacal y la hinchazón. También se ha utilizado para tratar formas leves de gastritis. Incluso se le atribuyen propiedades antitumorales que podrían contribuir a la prevención del cáncer de esófago.

En el ámbito ginecológico, el ajenjo es usado para aliviar el dolor menstrual y tratar hemorroides. En dermatología natural, se emplea para combatir afecciones como la dermatitis. Hasta se considera un recurso útil para quienes buscan dejar de fumar.

Pese a sus beneficios, el ajenjo contiene tujona, un compuesto que puede ser neurotóxico en dosis elevadas. Por esta razón, debe consumirse bajo supervisión profesional y nunca por más de tres semanas seguidas. La Comisión Europea limita su contenido en alimentos a 0,5 mg/kg y en bebidas alcohólicas, como la absenta, a 35 mg/kg.

Cómo preparar el té de ajenjo

Para una taza:

- 0,5 g de ajenjo seco (hojas y tallos)

- 250 ml de agua caliente

Preparación:

Hervir el agua y verter sobre el ajenjo seco. Dejar reposar máximo 5 minutos, colar y beber una vez al día, preferiblemente media hora antes de las comidas. Tomarlo después de comer podría causar molestias digestivas, especialmente en personas con estómagos sensibles.

Se recomienda tomarlo sin azúcar. Si el sabor es demasiado amargo, se puede suavizar con un poco de miel, limón, menta o anís.

Otros usos más allá del té

Además de la infusión, el ajenjo también se utiliza en forma de aceite esencial y tintura, aunque estos formatos suelen ser aún más concentrados y requieren mayor precaución en su uso.

En tiempos en que la medicina natural vuelve a ganar terreno, el té de ajenjo es ideal para quienes buscan tratamientos alternativos. Como con cualquier remedio herbal, la clave está en la moderación y el acompañamiento profesional adecuado.