Qué pasa si empiezas a levantar pesas a los 50 años: varios expertos aclaran los beneficios y los puntos negativos

La densidad ósea o la masa muscular son algunos de los factores a tener en cuenta

Guardar
Imagen ilustrativa
Imagen ilustrativa

Hacer ejercicio es una de las premisas fundamentales para tener una vida saludable. La actividad física reduce los niveles de estrés, mejora la salud cardiovascular y se asocia directamente con la felicidad. Por ese motivo es importante incluirlo en tu rutina.

Es esencial tener en cuenta que tampoco hay que excederse, de hecho es fundamental encontrar un equilibrio. Para ello hay que tener diferentes factores en cuenta, entre los que se encuentra el tipo de deporte, la edad o el sexo.

A menudo, las personas que superan los 50 años tienen dudas sobre si deberían hacer ejercicios físicamente muy exigentes. Lo cierto es que hay varios estudios que esclarecen las incógnitas que rodean a este tema.

“Cuanto más fuerte seas ahora, más resiliente serás en el futuro”

Según explica la doctora Gabrielle Lyon al medio Prevention, el ejercicio a esta edad es clave. “Si quieres estar en forma a los 80, debes entrenar con intensidad a los 50″, afirma la experta en longevidad. “Cuanto más fuerte seas ahora, más resiliente serás en el futuro”, concluye la mujer.

Pero, antes de ir al gimnasio y hacer un entrenamiento muy intenso, es fundamental que tengas varias cosas en cuenta. La primera de ellas es organizar el entrenamiento. Uno de los factores que más lesiones causa es hacer mal la técnica, razón por la cual debes aprender a hacer los ejercicios antes de poner mucho peso.

La clave para tener un buen rendimiento en el gimnasio es la paciencia. No pienses que por ir una semana tu cuerpo va a cambiar drásticamente, es un proceso que requiere de constancia y dedicación.

Puntos positivos y negativos de levantar pesas a partir de los 50 años

Si estás meditando los pros y los contras de hacer este tipo de ejercicios, estos son los principales puntos a tener en cuenta. Levantar pesas es muy beneficioso debido a diferentes motivos. El primero de ellos es la ganancia de masa muscular.

A partir de los 30 años, es normal empezar a perder músculo de manera progresiva. Varios estudios estiman que se pierde entre un 3% y un 5% cada década, pero esta se acelera a partir de los 60 años. En el caso de empezar a hacer pesas, se puede revertir esta situación e incluso ganar masa muscular.

La densidad ósea también empieza a disminuir a partir de los 40 años, pero en especial afecta a las mujeres posmenopáusicas, que pueden perder hasta un 20% de su masa ósea los cinco primeros años posteriores. Así lo ha confirmado la doctora Gidwani a Prevention.

“El entrenamiento de fuerza puede incluso reducir el riesgo de demencia y mejorar el estado de ánimo al favorecer un mejor sueño. Es una de las herramientas más poderosas que hay para fomentar la agudeza mental”, confirma la doctora Lyon.

El único inconveniente asociado a esta práctica es hacer movimientos forzosos. A la hora de manejar cierto peso hay que hacerlo de manera segura para evitar lesiones y molestias.