Un psicólogo explica qué es el FOMO, el miedo a perderse experiencias, y cómo deshacernos de él

Este fenómeno se intensifica en las personas más dependientes de las redes sociales, especialmente los jóvenes

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Dos amigas mirando un teléfono
Dos amigas mirando un teléfono móvil (AdobeStock)

Es viernes por la noche. Nos duele la cabeza, estornudamos a menudo y al mismo tiempo estamos cansados de toda la semana. Y a pesar de que debería ser un fin de semana de descanso y reposo, acabamos saliendo a cenar y a tomar unas copas con unos amigos. ¿Por qué este fenómeno nos ocurre a muchos con frecuencia? Es lo que se conoce como FOMO.

El concepto FOMO es un acrónimo del inglés “fear of missing out”, que literalmente significa el “miedo de perderse algo”. Esta condición psicológica se caracteriza por la ansiedad que se experimenta al pensar que otros están disfrutando de experiencias sin que nosotros estemos participando en ellas.

Buena parte de este fenómeno psicológico se debe a la omnipresencia de las redes sociales en la sociedad contemporánea y la constante conexión digital. No se trata de un trastorno clínico reconocido oficialmente, aunque es cierto que su prevalencia se encuentra en aumento en los últimos años, especialmente en los jóvenes.

Siguiendo las explicaciones del psicólogo Manuel Cassinello, las personas que sufren de FOMO presentan una serie de comportamientos y emociones distintivas. Suelen tener una necesidad constante de conexión en redes sociales y otras plataformas digitales, donde observan cientos de eventos sociales y actividades placenteras de las que no forman parte.

Quienes padecen de FOMO también experimentan cierta ansiedad por exclusión, lo que les lleva a compararse con los demás y desarrollar sentimientos de inferioridad o insatisfacción. A su vez, esto puede llevarles a sentir estrés por la búsqueda de validación. En ocasiones, esta necesidad de aprobación también se observa en una obsesión por la cantidad de “me gusta” y comentarios que reciben en redes sociales.

Muchas personas que reconocen tener miedo de perderse cualquier evento social suelen experimentar dificultades para desconectar de la tecnología hasta el punto de interferir en sus actividades diarias y relaciones personales, explica el psicólogo. Esta presión constante por mantenerse al día tanto en lo digital como en todos los planes puede conducir a un desgaste emocional. De hecho, es bastante frecuente que quienes sufren de FOMO participen en actividades que ni siquiera les interesan solo para evitar sentirse excluidos.

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Cómo superar el FOMO

Ante un mundo cada vez más conectado, es difícil deshacerse del sentimiento de FOMO, asegura Cassinello. Para superarlo, es necesario combinar la autoconciencia con ciertos cambios en el comportamiento:

  • Establecer límites digitales: definir horarios específicos para el uso de redes sociales y evitar la sobreexposición.
  • Practicar desconexiones periódicas: tomar descansos regulares de las plataformas digitales para reconectar con el mundo físico.
  • Fomentar interacciones presenciales: priorizar actividades y relaciones en el mundo real sobre las virtuales.
  • Ser conscientes del contenido que se consume: seleccionar cuidadosamente las cuentas y contenidos que se siguen, optando por aquellos que aporten valor y bienestar.
  • Desarrollar la autocompasión: ser amable con uno mismo, reconociendo que lo que se muestra en redes es solo una faceta idealizada de la realidad.
  • Buscar apoyo profesional: si el FOMO afecta significativamente la calidad de vida, es recomendable acudir a un especialista en salud mental para recibir orientación y tratamiento adecuados.