Los extranjeros “superricos” que dispongan de un patrimonio mínimo de 30 millones de euros y que trasladen su residencia fiscal a Italia verán duplicado el impuesto que tendrán que pagar de los 100.000 euros anuales actuales a 200.000. Así lo ha decidido el Consejo de Ministros italiano este miércoles 7 de agosto en el que ha dado luz verde llamado Decreto Ómnibus, coincidiendo con en el último pleno celebrado antes de vacaciones.
El impuesto de 100.000 euros fue introducido en 2017 por el gobierno de Matteo Renzi para atraer a los multimillonarios que vivían en el extranjero con el fin de fomentar el movimiento de capitales hacia Italia, especialmente directivos y futbolistas. En el plan propuesto por el gobierno Renzi también se incluía un régimen opcional que también podría extenderse a los miembros de la familia, que en este caso estaban sujetos a un impuesto sustitutivo de 25.000 euros. El objetivode duplicar el régimen para atraer como residentes fiscales a grandes fortunas y profesionales de élite ha generado controversia en Italia debido a su posible impacto inflacionario en los precios inmobiliarios en las principales ciudades de destino.
Según el Corriere della Sera, en el año de introducción de este régimen fiscal preferencial, los ricos que trasladaron su residencia fiscal a Italia fueron 98. En 2018 ya habían pasado a ser 263, para luego alcanzar las 429 unidades en 2019, y en 2020 subir a 790 y llegar casi al millar en 2021. En la rueda de prensa que ha tenido lugar este miércoles, el ministro italiano de Economía, Giancarlo Giorgetti, ha indicado que, desde su introducción, se han beneficiado de la ‘tarifa plana’ un total de 1.186 personas y ha señalado que la decisión de ajustar la tasa va en el sentido general a nivel internacional. “En el G20 y también en el G7, estamos en contra de inaugurar una competencia para crear situaciones fiscales favorables para las personas y empresas”, ha defendido Giorgetti, para quien en el caso lanzarse esta carrera países como Italia, con espacios fiscales limitados, “están inevitablemente destinados a perder”.
Simultáneamente, el gobierno de Georgia Meloni enfrenta la necesidad de reducir significativamente el déficit presupuestario, que el año pasado alcanzó el 7,4% del PIB y que la Unión Europea espera cerrar este año en un 4,4%, superando la meta del 3% establecida para los Veintisiete. En junio, Bruselas consideró justificada la apertura de un procedimiento por déficit excesivo contra Italia y otros seis países, los cuales deberán implementar medidas correctivas y realizar un ajuste anual del 0,5% del PIB.
La banca se queda sin impuesto extra
El ministro italiano ha declarado que no se impondrá un impuesto adicional sobre los beneficios extraordinarios de los bancos. Aseguró que las entidades financieras serán gravadas de la misma manera que otras organizaciones que generan beneficios. Giorgetti subrayó que los bancos, al igual que otros que obtienen buenos resultados, contribuirán a las finanzas públicas como cualquier ciudadano italiano. Reiteró que, aunque no habrá impuestos adicionales sobre las ganancias extraordinarias, sí se aplicarán los impuestos habituales a sus ganancias.
* Con información de Europa Press