La aerolínea ‘low cost’ Volotea ultima los detalles de su salida a bolsa tras facturar 694 millones

La aerolínea Volotea, con sede en Asturias, ha logrado registrar un resultado bruto de explotación (ebitda) de 96 millones en 2023. Representa una mejora sustancial con respecto al resultado negativo de 47 millones registrado en 2022, lastrado por la situación geopolítica originada por la guerra de Ucrania. La firma ´low cost´ ha logrado repuntar su facturación casi un 25% en 2023, hasta facturar casi 694 millones. El pasado martes 9 de abril, la aerolínea presentó sus resultados en un evento celebrado en Lyon.

El consejero delegado y uno de los fundadores de Volotea, Carlos Muñoz, celebró los primeros 60 millones de viajeros en sus aviones, además de apuntar que el cambio de flota de Boeing a Airbus acercó a la compañía a tener una de las bases de costes más reducidas de su mercado a nivel europeo. La aerolínea, centrada en conectar pequeñas y medianas ciudades europeas, avanzó en marzo su intención de salir a bolsa. Según explicaron, el proceso de preparación estándar está terminado, y se encuentran a la espera de que los mercados de capitales se abran.

El propio Muñoz afirmó durante la presentación de resultados que “está todo organizado para poder cotizar. Además, hemos tenido mucha interacción con inversores. No salimos todavía porque el mercado tienen que estar muy abierto para salidas a bolsa. Las compañías más pequeñas que queremos salir tenemos que esperar a que las grandes lo hagan y coticen bien. Así es la mentalidad del inversor”.

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La compañía, una de las firmas que protagonizaron en 2017 la fuga de empresas de Cataluña por la declaración unilateral de independencia, ya intentó salir al mercado en 2016. En ese momento, dada la volatilidad, tuvieron que paralizar la operación. Retoman los planes en este 2024, donde aseguran estar pendientes a la situación. “En el mejor escenario sería durante el segundo semestre de 2024, y si no, ya más adelante. No tenemos una fecha, aunque sí un objetivo”, aseveró Muñoz.

Volotea cuenta con sus estructuras administrativas y financieras en orden para afrontar este proceso, pero se mantienen prudentes. Al ser una empresa más pequeña, “tenemos que esperar a que salgan firmas más grandes para ver como responde el mercado”, asegura el CEO de la aerolínea. Ahora, la estrategia a corto plazo de la firma está marcada: intentarán obtener cualquier ruta de corto y medio radio que se haya liberado tras realizarse el proceso de integración de Air Europa en Iberia. Este proceso obliga a la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) a evitar monopolios en el mercado, por lo que varias rutas comerciales de vuelos se quedan sin propietario.

Pretenden ganarle la contienda a rivales de la talla de Binter, Ryanair easyJet en estas rutas, un proceso vigilado por la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea. “Cuando lanzamos nuestras bases, lo hacemos a largo plazo y nos metemos en mercados para crecer”, señaló Muñoz a Business Insider España, destacando este enfoque sostenido como un factor diferencial frente a las prácticas de algunas aerolíneas rivales de cerrar bases.

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La ambición de Volotea de operar estas nuevas rutas no solo refleja una estrategia de negocio expansiva, sino también una respuesta proactiva a las necesidades de conectividad aérea en España. “Volotea se ha postulado por activa y por pasiva. Estratégicamente, nos interesa mucho y creo que podemos garantizar que podemos servir la conectividad de Iberia y Air Europa, si la Comisión Europea lo acepta”, afirmó Muñoz, resaltando la importancia de estas rutas para el tejido de conexiones aéreas dentro y fuera del país. La posibilidad de emplear tanto la flota propia de Volotea como la de Air Europa mediante el alquiler, propuesta por IAG, subraya la flexibilidad y capacidad de la aerolínea para adaptarse a las necesidades del mercado.