La nueva regla que se implementará en el tenis y ya despertó controversias entre los jugadores

Cómo será la medida que entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2025 y que ya generó críticas durante las pruebas

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Los jugadores podrán tener la asistencia de sus entrenadores durante el partido a partir del 2025 (Foto: Reuters/Issei Kato)
Los jugadores podrán tener la asistencia de sus entrenadores durante el partido a partir del 2025 (Foto: Reuters/Issei Kato)

El tenis es un deporte que, a pesar de cambios que lo han llevado a acomodarse a los tiempos y necesidades, ha permanecido fiel a su estatus de conservador. Observar las reglas, modales e indumentaria, es parte de ello, aunque la dinámica terminó por actualizarlas. Llevó mucho tiempo y discusiones ponerlo a tono con los tiempos y las demandas. De hecho, hay algunas que aun podrían ser modificadas, pero se resisten al paso del tiempo.

Por eso se han llevado a cabo muchas pruebas, para detectar la viabilidad de ponerlas en práctica: una de ellas acaba de ser aceptada y ser promovida de su estatus de “test” al de “nueva regla”.

En su última reunión en Hong Kong, los miembros de la Federación Internacional de Tenis (ITF) decidieron modificar una de las reglas sensibles del tenis y permitirán, de manera definitiva, el “coaching” desde fuera de la cancha, a partir del 1 de enero de 2025. De esta manera, los entrenadores quedan habilitados a asistir de manera verbal o por señas lo que sus pupilos deben hacer dentro de la cancha. Esta decisión trajo mucha controversia desde su aplicación a modo de prueba y, a partir de su promulgación, algunos comentarios notablemente opositores a su aplicación.

El canadiense Denis Shapovalov fue el primero en aparecer detrás de la comunicación de ITF. “No sólo (lo digo) como jugador de tenis, sino como aficionado a este deporte, es triste ver esta nueva regla para entrenadores fuera de la cancha. El tenis es especial porque estás ahí afuera solo. ¿Por qué intentar cambiar la belleza de este juego?”, se preguntó el canadiense, un claro opositor a la aplicación del coaching.

Sin embargo, es recordado aquel momento de malestar que vivió Diego Schwartzman en la semifinal de Roma 2020, cuando el mismo Shapovalov recibía instrucciones, en medio del partido, de su entrenador por entonces, el ruso Mikhail Youzhny. En un match tan cerrado, que culminó 6-4, 5-7 y 7-6 en favor de Peque, el fastidio del argentino llegó a oídos del español Nacho Forcadell, cuando le dijo directamente que no le decía nada y no pasaba nada, “porque no se les entiende”. Es que la comunicación entre ellos era en ruso. Cabe recordar el origen de los padres de Shapovalov y que su nacionalidad como canadiense fue posteriormente adoptada, dado que él nació en Israel.

Schwartzman escuchaba cómo le hablaba Youzhny, en ruso, desde las gradas y con claros signos de fastidio dijo: “Hay que aprender ruso y saber lo que dicen”.

Otro de los opositores es el estadounidense Taylor Fritz, quien ya había anticipado su rechazo en 2022, cuando la pusieron en carácter de prueba, porque considera que se pierde la naturaleza individual del tenis. “Realmente lo odio”, dijo en aquel momento. “No es algo que deba formar parte de nuestro deporte. El tenis es un deporte individual, así que ¿por qué iba a poder ayudarte otra persona?”, planteó con cierto fastidio, para agregar: “Descubrirse uno mismo en la cancha es una parte muy importante de nuestro deporte. Tienes que cambiar las cosas por ti mismo, descubrir por ti mismo lo que está pasando, ajustarte a lo que hace el oponente”, expresó abiertamente Fritz, en aquel momento. Mientras que hoy, después de enterarse de la novedad promulgada por ITF, Taylor se preguntó a modo de ruego: “¡¿Podemos dejar de arruinar el aspecto mental/estratégico del deporte 1vs1, Por favor?!”.

Sin embargo, están quienes apoyan esta medida. Las mujeres ya cuentan con su entrenador ingresando a la cancha, lo que trajo beneficios y algunos divorcios in situ.

Iga Swiatek con su entrenador Tomasz Wiktorowski y el trofeo tras ganar el Abierto de Francia. (AP Foto/Thibault Camus)
Iga Swiatek con su entrenador Tomasz Wiktorowski y el trofeo tras ganar el Abierto de Francia. (AP Foto/Thibault Camus)

Entre los adeptos a esta nueva regla se enrola el griego Stefanos Tsitsipas, quien celebró que se formalizara “una práctica que siempre se ha llevado a cabo en las canchas”. Desde que se puso en práctica, Stefanos no ocultó su consentimiento. “Mi entrenador no ha sido tan discreto como otros, pero esto siempre ha ocurrido. Yo he recibido muchas advertencias y sanciones por ‘coaching’, lo que me parecía injusto. Pero ahora que está legalizado, estoy más que contento de no tener que lidiar con jueces que son tan estrictos y que arruinan, de alguna forma, el juego”, se sinceró.

Y también, quienes se ponen en una posición intermedia, como el ruso Daniil Medvedev, a quien le da lo mismo la forma en que se aplique: “Nunca he estado en contra del ‘coaching’, pero sé que no lo voy a utilizar, porque con mi entrenador sabemos cómo trabajamos juntos. Puede que lo utilice un vez cada 10 o 20 partidos, en el que él intente introducir algo durante el juego, pero la mayoría de las veces no lo vamos a necesitar”, comentó de manera casi desinteresada sobre el tema.

La hasta hoy N°1 del tenis femenino, Iga Swiatek, se mostró respetuosa ante ambas posturas: “Comprendo que los jugadores digan que es un deporte individual, pero, por otro lado, en la mayoría de los deportes hay ‘coaching. En el fútbol, los entrenadores pueden gritar y en el básquetbol hasta hay tiempos muertos”, ejemplificó.

En su largo y explicativo mensaje, la ITF explicó la nueva regla 30 y definió al “Coaching” como la comunicación, consejo o instrucción de cualquier tipo y por cualquier medio a un jugador.

Además, allí se comenta que “desde 2017 se llevan a cabo pruebas de ‘coaching’, incluidos los cuatro Grand Slams y los circuitos ATP y WTA, y las devoluciones han sido satisfactorias”.

Por eso, la nueva regla del tenis, que entrará en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2025, dejará de penalizar con un “warning” (advertencia) y una multa económica, cada vez que fuese advertido por el juez, y permitirá las comunicaciones verbales y no verbales entre el entrenador y su jugador, siempre que no interrumpan el juego ni estorben al adversario, pero estas asistencias también estarán reguladas. No podrán efectuarse en cualquier momento y menos durante el desarrollo de un punto, aunque “eso podría llegar en otro momento”, se le escuchó a un jugador que no quiso ser identificado.

La interacción coach-entrenador sólo podrá darse una vez finalizado el punto o en los descansos. Las intervenciones verbales solo se aceptarán cuando coach y jugador estén del mismo lado de la cancha y deberán limitarse a un intercambio breve o frases cortas, pero sin diálogo. Mientras que podrán comunicarse mediante señas si el entrenador y el tenista están en las cabeceras opuestas de la cancha, pero no podrán perturbar, en ningún caso, ni el juego ni al rival.

Lo que todavía no se tiene definido es cómo se determinará quién estará habilitado a ejercer el coaching desde el box del jugador, porque sólo se admitirá un solo entrenador. Tampoco se especifica si un amigo o familiar del tenista puede oficiar de coach o deberán ser sólo aquellos registrados.

Pero esta nueva regla 30 tiene un agregado que seguramente podrá ser revolucionario, de acuerdo a cómo se dé su evolución, ya que habilita el uso de la tecnología por parte de los tenistas, durante el juego. “Los organismos reguladores pueden permitir que los jugadores accedan a la tecnología aprobada de análisis de jugadores, en los momentos en que se permita el entrenamiento”, algo que aún no ha sido ni siquiera probado en el circuito grande.

Una de las pocas restricciones para que los entrenadores hagan llegar directamente sus instrucciones a los tenistas es en las competencias por equipos, ya que la norma dice que “en los eventos por equipos, en donde un capitán del equipo se sienta en la cancha, el capitán del equipo es el único autorizado a brindar ‘coaching’ a los jugadores y en los momentos permitidos por el organismo regulador correspondiente”.

Cada jurisdicción podrá tener sus propias modificaciones a las reglas, pero sin impedir lo que ésta dice. Por eso, cada organismo regulador correspondiente deberá permitir que los jugadores reciban coaching desde una ubicación fuera de la cancha en eventos que se jueguen según las reglas del tenis y algunas decisiones quedarán a discreción del organizador de cada evento.

Carlos Alcaraz celebra con Juan Carlos Ferrero (Foto: Reuters/Yves Herman)
Carlos Alcaraz celebra con Juan Carlos Ferrero (Foto: Reuters/Yves Herman)

- Si debe haber un juez de silla para que se permita el coaching.

- Si ambos jugadores deben tener un entrenador para que se permita la asistencia de entrenadores.

- Quién/qué es elegible para brindar coaching (por ejemplo, si los entrenadores deben estar calificados y/o acreditados; si los jugadores pueden usar tecnología aprobada de análisis de jugadores).

- Cuántas personas son elegibles para entrenar a un jugador/equipo.

- Dónde debe estar ubicado el entrenador o los entrenadores.

- Quién supervisa las reglas y regulaciones del coaching (por ejemplo, el juez de silla, un árbitro fuera de la cancha).

- Si se permite el ‘coaching’ (y para qué jugador(es) y desde qué lugar(es)) durante los descansos del juego que no están contemplados en las Reglas del Tenis (por ejemplo, pausas médicas, descansos para ir al baño, descansos para cambiarse de ropa; cuando el juego se suspende por razones climáticas o relacionadas con la luz; reparación de sillas de ruedas; condición médica de los espectadores).

- Sanciones por ‘coaching’ de una manera y/o en un momento que no está permitido.

De todas maneras, un jugador podrá ser penalizado por coaching, si recibe asistencia sin cumplir con alguna de todas estas regulaciones.

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