Corrían los 15 minutos del complemento, con Boca Juniors 2-1 arriba ante Nacional de Uruguay, cuando Edinson Cavani tuvo una inmejorable chance de gol para sentenciar la serie de octavos de final de la Copa Libertadores. Tras un contragolpe que capitalizó Marcelo Weigandt, este envió un centro preciso para Pol Fernández, quien la bajó de pecho y se la dejó servida para que Valentín Barco rematara a toda velocidad y de frente al arco.
Tras el disparo del Colo, Diego Rodríguez alcanzó a despejar a media y la pelota quedó boyando en la puerta del área chica. Allí se encontraba Cavani, quien no lo dudó y remató de primera y a colocar. Desafortunadamente para el uruguayo, el balón salió apenas desviada. El Matador optó por buscar el palo derecho del arquero Salvador Ichazo, que ya nada podía hacer.
Para colmo de males, a los pocos minutos, y luego de varias situaciones claras de gol a su favor, Boca Juniors recibe un golpe durísimo. Juan Ramírez convirtió el tanto del empate, tras una floja salida de Chiquito Romero, quien intentó cortar un centro cruzado y su manotazo le dejó servido el tanto al delantero uruguayo. Miguel Merentiel (12′PT) y Luis Advíncula (2′ST), convirtieron los otros goles del Xeneize; Alfonso Trezza (16′PT) hizo el restante del Bolso.
No obstante fue un aceptable debut de Cavani en Boca Juniors ya que primero demostró su jerarquía y experiencia en un partido eliminatorio de la Copa Libertadores. El delantero se mostró muy seguro y arrancó con precisión formando parte de las generaciones de juego del elenco dirigido por Jorge Almirón. Se tiró unos metros hacia atrás y combinó por la banda izquierda junto a Frank Fabra y Valentín Barco.
Dentro del área generó el alerta de los defensores uruguayos y por ejemplo a los 8 minutos tuvo su primera posibilidad, pero la pelota se fue cerca del palo. Físicamente estuvo óptimo en su estreno en el equipo Xeneize a sus 36 años y y fue un imán para la última línea del Tricolor.
Al ser un atacante de peso, también se llevó la marca en el primer tanto de su equipo y esto le permitió a Merentiel quedar solo frente al arquero para conectar de cabeza y abrir el marcador.
En la segunda mitad Cavani siguió siendo punzante cada vez que ingresó en el área rival y solo le faltó el gol para poder redondear un bautismo soñado en La Bombonera y en el equipo con el que tantas tenía de jugar.
El público le brindó su reconocimiento y Edinson se llevó una lluvia de aplausos y reconocimientos en la previa del partido y una vez que estuvo en el campo de juego. Por su estilo de juego combativo, de garra, pero también certero en el área lo que lo convirtió en uno de los mejores delanteros del mundo, ahora Cavani vive su anhelada etapa en Boca Juniors con el objetivo de ganar títulos y la chance de seguir en la Copa Libertadores lo invitan a soñar con un futuro pintado azul y oro.
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