“Consideramos que conseguimos algo muy importante donde muchas veces ganar es bastante complejo. Nosotros lo hicimos, enfrentamos a un equipo de muchísima jerarquía individual y logramos dar vuelta una serie que parecia complicada”. Pasaron apenas algunas horas del partido y probablemente haya dormido muy poco por los festejos, pero Ezequiel Unsain no pierde la línea y habla con la serenidad de un arquero veterano con apenas 26 años. Él fue el héroe de Defensa y Justicia contra Palmeiras en la Recopa Sudamericana con el penal atajado en el noveno minuto de descuento. Atrás, una historia digna de ser contada.
Oriundo de Villa Alcaraz (Entre Ríos), el espigado proyecto de arquero se puso los guantes de chico y fue formado en el club Unión Alcaraz antes de ser probado y fichado por Newell’s Old Boys. A las juveniles de la entidad rosarina llegó con una particular formación por parte de su padre: “Sufría con él, me hacía llorar todo el tiempo. Tengo anécdotas al lado de mi casa donde me hacía caer arriba de bosta de caballo. Me hacía arcos con la bosta de los caballos que estaban por ahí al lado de mi casa y me tiraba la pelota para que yo caiga ahí, con el codo o con las costillas, movimientos normales para los arqueros pero en pasto normal”.
Su evolución en las inferiores leprosas fue a paso firme, al punto tal que tuvo convocatorias al seleccionado juvenil Sub 20. En 2014 viajó al Torneo de L’Alcúdia con la Albiceleste dirigida por Humberto Grondona que cayó en semifinales ante Brasil y le ganó el tercer puesto a Ecuador. Dos años más tarde fue reserva de los arqueros Gerónimo Rulli y Axel Werner en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Por ese entonces ya había debutado en la Primera de Newell’s siendo elegido por sobre la figura de un guardameta consagrado como Oscar Ustari. En ese 2016 sufrió una lesión que marcaría su carrera profesional: un rodillazo involuntario de Carlos Tevez en un encuentro disputado entre Boca y la Lepra en la Bombonera le produjo una doble fractura de maxilar inferior. La rehabilitación le demandó 12 meses pero finalmente volvió al arco de su equipo justo antes de ser transferido a Defensa y Justicia, que aprovechó las urgencias económicas del club rosarino para comprarle el 50 por ciento del pase en apenas 330 mil dólares luego de tenerlo un año a préstamo.
Afianzado en el arco del Halcón de Varela con un equipo que se afirmó en la máxima categoría del fútbol argentino, su nivel creció. Tuvo grandes actuaciones y se caracterizó por un particular estilo que muchas veces lo dejó en el ojo de la crítica. Independientemente del entrenador de turno, en Defensa siempre le exigieron ser la salida con el primer pase en un sector donde no existe el margen de error. Por esta modalidad en más de una ocasión tuvo que buscar la pelota dentro de su arco.
“Los errores son parte de nuestro juego y los de los arqueros, la mayoría terminan en gol. Debemos entender al error como una parte del aprendizaje de nuestra carrera. Fallan los mejores y más experimentados. El fútbol es una constante de errar y aceptar. Hay que entender que son parte. Me molestan, me duelen, no me gusta equivocarme, trabajo para no hacerlo, pero cuando llega, lo tomo como aprendizaje porque si no sí el error sería algo autodestructivo”, fue su reflexión al respecto.
A mediados del año pasado, con rumores fuertes de una posible venta a Europa, los de Varela le compraron el restante 50% del pase en 400 mil dólares y lo retuvieron. Hoy es referente, capitán y figura del equipo de Sebastián Beccacece, que depositó toda su confianza en uno de los arqueros más importantes que tiene hoy el fútbol argentino. Con doble coronación en Defensa (Sudamericana y Recopa Sudamericana), Unsain demostró que no tiene techo y posiblemente dé el salto en breve al fútbol europeo.
Fuente: Interior futbolero y TyC Sports
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