Campesinos pidieron ayuda por osos andinos que se comen a los animales de granja en Boyacá: “Nos pidieron comprar voladores para desterrarlos”

Los habitantes indican que ha sido difícil salir de los ejemplares y que han causado daños a fincas, además de matar animales de granja

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Oso andino, u oso de
Oso andino, u oso de anteojos, visto en la región de Labranzagrande, en Boyacá - crédito redes sociales/X

La presencia de osos andinos en las fincas de la vereda El Salitre, ubicada en Labranzagrande, Boyacá, está alterando la rutina de los campesinos en la región, tras una serie de ataques a animales de granja que han puesto en riesgo el sustento de numerosas familias.

De acuerdo con testimonios de los afectados, son al menos cuatro osos los que han sido avistados en las inmediaciones, y han logrado generarles pérdidas y preocupación entre los productores, que también afirman que la situación se ha vuelto insostenible, según recogió Caracol Radio.

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Tras los primeros reportes, la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía (Corporinoquia) tardó cerca de diez días en llegar al territorio afectado, lo que agudizó la sensación de abandono e incertidumbre en la comunidad.

Cuando finalmente la autoridad ambiental acudió al llamado, la única medida propuesta fue la utilización de pólvora para ahuyentar a los animales, estrategia que ha sido rechazada tanto por los afectados como por líderes locales debido a los riesgos ambientales y productivos que implica, comentaron habitantes de la región.

William Torres es uno de los propietarios damnificados, que detalló en diálogo con Caracol Radio: “Nos dijeron que comprar un poco de voladores y que los echáramos para desterrarlo”.

Oso de anteojos en Labranzagrande Boyacá - crédito Corporinoquia

Según relató, la entidad recomendó repetir la maniobra “por la mañana y por la tarde”, sin prever los posibles daños colaterales: “Yo tengo bastantes ovejas; yo, como un loco echando pólvora… y la opción de ellos fue esa; no me dijeron más nada”, remarcó Torres, a la vez que denunció un preocupante desinterés institucional y falta de recursos logísticos.

Sin embargo, el mensaje oficial ha sido, según consta en los mensajes publicados en redes sociales, que la comunidad logre establecer un punto de convivencia y de respeto con los ejemplares.

A través de un comunicado Corporinoquia expresó: “Durante una jornada técnica y comunitaria adelantada en la vereda El Salitre, municipio de Labranzagrande (Boyacá), profesionales de Corporinoquia verificaron la reciente presencia de un oso andino (Tremarctos ornatus) e implementaron acciones de educación ambiental y prevención de conflictos con fauna silvestre. Como resultado de la visita, la comunidad expresó su compromiso con la conservación de esta especie emblemática y su reconocimiento hacia la respuesta rápida y el acompañamiento técnico de la Corporación".

vEsta es la región en
vEsta es la región en la que suelen aparecer los osos de anteojos - crédito Corporinoquia

Pero en la otra orilla de la historia, los habitantes y granjeros indican que la situación se agravó porque han hallado ganado sin vida.

“Solo encontramos el cuero de la res, las patas y la porra; de resto no encontramos ni huesos”, indicó Torres sobre los restos que dejó uno de los ataques. La posibilidad de ahuyentar a los osos usando voladores fue calificada como improvisada y riesgosa, tanto para la fauna como para el propio ganado. “Si yo me pongo a echar pólvora como un loco, claro que voy a dañar a los animalitos y los míos”, expresó el agricultor al medio radial.

El afectado también critica la ausencia de alternativas efectivas. Torres cuestionó que no existan fondos para compensar a los afectados: “Deberían tener una opción… mataron una vaquita, hay evidencia, pues páguenle la vaca. Pero solo dicen que no hay plata”.

Además, puso en duda el criterio técnico detrás de la propuesta: “¿El trago? Porque lo que voy a hacer es una fiesta en la finca; ¿cómo me voy a poner a echar voladores donde hay animales? Hasta el ganado se me mañosea, eso no lo piensa esa gente”.

Aunque los agricultores reconocen el valor ambiental de los osos andinos y se manifiestan en contra de su caza, insisten en que Protección y apoyo institucional son clave para evitar que el conflicto escale. “El oso también tiene derecho de tomar a un animalito de esos”, reflexionó Torres, que también dijo que durante años la convivencia fue armónica, hasta que la pérdida de cabezas de ganado desató el actual malestar.

Mientras la polémica en torno al uso de pólvora continúa, la población rural exige soluciones estructurales que garanticen tanto la conservación de la especie como la seguridad alimentaria de quienes dependen de la ganadería.

Corporinoquia advierte sobre riesgos para
Corporinoquia advierte sobre riesgos para el oso andino tras avistamiento en Labranzagrande - crédito cortesía

Corporinoquía estableció unos parámetros

Con experiencias y aprendizajes tomados de otras regiones como Choachí, Cundinamarca, la entidad comunicó una serie de pautas “para convivir de manera armónica con la fauna silvestre, adoptando medidas que reduzcan los riesgos de interacción negativa. Eliminar un ejemplar no soluciona el problema, ya que otro individuo suele ocupar el mismo territorio, generando un mayor desequilibrio ambiental”.

En ese sentido, “para prevenir conflictos y proteger tanto al ganado como a los ecosistemas, la Corporación recomienda aplicar prácticas antidepredatorias”. Estre esas están

  • Evitar mantener el ganado cerca de los bordes del bosque o en zonas de difícil acceso.
  • ⁠Realizar rondas con perros entrenados que generen presencia disuasiva.
  • ⁠Utilizar elementos que produzcan ruido o luces intermitentes durante la noche.
  • Proteger los cultivos y reservas de alimento con cercas naturales o eléctricas de bajo voltaje.