Así como a David Racero se le armó el escándalo por el caso de presuntas irregularidades en el entorno laboral de su supermercado de frutas y verduras, a otros servidores públicos también se les despejó su pasado.
Después de dos décadas de trabajo como empleada doméstica en el hogar de la familia del congresista Hernando Guida Ponce, Yolfina Ruiz Díaz denunció que se quedó sin respaldo económico, sin cotizaciones a pensión y sin liquidación.
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La información fue conocida por el diario El Tiempo, que supo que Ruiz, a sus 50 años, con una hija menor y un nieto huérfano a su cargo, asegura haber salido “sin un peso”, y ahora lucha por recibir lo que por ley le corresponde.
El medio supo que Ruiz comenzó su labor en 2005, cuando tenía 30 años y estaba embarazada. Desde entonces, cocinó, lavó, planchó y cuidó a la familia.
“Yo hacía de todo. Estuve con ellos hasta embarazada. Siempre con la mejor disposición”, recordó.
Durante años recibió un salario modesto: 800 mil pesos mensuales y, en sus últimos meses de trabajo, apenas 900 mil, sin afiliación a salud, pensión ni ARL.
El punto de quiebre llegó cuando, sin previo aviso, le dieron cien mil pesos como liquidación.
“El día que me fui, me dieron cien mil pesos y me dijeron: ‘Esto es la liquidación’. Después de eso, no me volvieron a contestar un mensaje ni una llamada”, relata con amargura.
El congresista Guida contestó a las denuncias
Asesorada por conocidos, Yolfina acudió a la Defensoría del Pueblo y a la oficina de Trabajo. Allí inició un proceso legal para reclamar sus derechos, pero el congresista —o su apoderado— no ha asistido a ninguna de las audiencias de conciliación.
“Lo que quiero es que se ponga la mano en el corazón. No busco problemas, solo quiero que me reconozcan lo que me gané durante tantos años”, afirma la mujer.
Frente a las acusaciones, Guida respondió a El Tiempo que está al tanto del proceso y que las prestaciones de la trabajadora “están liquidadas y en un juzgado laboral”.
Sin embargo, también afirmó que “nunca fui su jefe”. Al ser requerido por las constancias de pago, el congresista se comprometió a entregarlas a través de su abogado.
Pese a la difícil situación, Yolfina afirma que mantiene la dignidad: “No tengo queja del trato humano que recibí, pero el tema económico fue muy injusto. No me quejé en su momento por necesidad y por cariño, pero ahora necesito mi pensión y mi liquidación. No estoy mendigando, estoy reclamando lo que por ley me corresponde”.
Su caso está ahora en manos de un abogado que calcula lo adeudado por cesantías, intereses, primas, vacaciones, indemnización por despido y los aportes no realizados a la seguridad social.
“Yo no tengo tres comidas al día como ellos. Yo me rebusco. Ellos saben todo lo que yo hice por esa casa. Solo quiero que me paguen lo justo”, concluye.
Gustavo Petro critica irregularidades laborales atribuidas a David Racero
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, emitió un contundente mensaje en sus redes sociales en el que cuestionó las prácticas laborales denunciadas recientemente contra el congresista David Racero, miembro del Pacto Histórico.
Según reveló el periodista Daniel Coronell, Racero habría incurrido en irregularidades relacionadas con la contratación de empleados bajo condiciones laborales precarias.
De acuerdo con la columna publicada por el periodista Daniel Coronell, Racero habría utilizado recursos públicos para beneficiar un negocio privado de su propiedad, un minimercado de frutas y verduras.
En este contexto, se reveló un audio en el que el congresista describe las condiciones laborales ofrecidas para un puesto en dicho establecimiento: un salario de un millón de pesos mensuales, sin prestaciones sociales, con una jornada laboral de 13 horas diarias y un día de descanso semanal. Además, el trabajador debía desempeñar múltiples funciones, desde atender la caja hasta realizar labores de limpieza y preparación de alimentos.
El presidente Petro, sin mencionar directamente a Racero, expresó su rechazo hacia estas prácticas a través de un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter).
En su publicación, el mandatario afirmó que su gobierno no permite que se denigren los derechos laborales ni que se promuevan condiciones de explotación.
“En un partido de izquierda no se ordena el asesinato de trabajadores, no se hacen masacres de trabajadores, no se vilipendia el mundo del trabajo, ni se usa la prensa para destruir la organización de la gente que trabaja, no se hacen leyes para explotar más a las y los trabajadores”, escribió Petro.
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