Un joven identificado como Juan Sebastián Vargas Suárez, de 29 años, fue asesinado la noche del miércoles 23 de abril en un acto de sicariato ocurrido en el occidente de Bogotá, cerca del aeropuerto El Dorado.
El ataque se produjo mientras la víctima se encontraba en un reconocido establecimiento de la zona. Un hombre armado ingresó al lugar y, sin mediar palabra, disparó repetidamente contra Vargas Suárez, quien falleció en el lugar.
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Las autoridades trabajan en esclarecer los motivos detrás de este crimen, que ha generado conmoción en la capital colombiana.
Los investigadores están revisando el historial judicial de la víctima, quien había sido mencionado en procesos legales previos, lo que podría arrojar pistas sobre las razones del ataque, de acuerdo con El Tiempo.
Un historial judicial bajo la lupa
De acuerdo con la información publicada, Vargas Suárez había sido vinculado en el pasado a un caso relacionado con la posesión de un arma de fuego sin el respectivo salvoconducto. Este hecho quedó registrado en documentos de la Inspección de Policía de Bucaramanga.
Además, las autoridades investigan si Vargas Suárez es la misma persona que figura en un expediente judicial por narcotráfico.
En dicho caso, un individuo con los mismos nombres y apellidos fue citado por el Juzgado Noveno Penal del Circuito de Bogotá para una audiencia de verificación de aceptación de cargos, la cual no se llevó a cabo debido a la ausencia del indiciado.
Estos antecedentes han llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de que el asesinato esté relacionado con actividades ilícitas o conflictos previos. Sin embargo, hasta el momento no se han confirmado los móviles del crimen, y las pesquisas continúan en curso.
Movimientos sospechosos y conexiones en diferentes regiones
El seguimiento a los desplazamientos de Juan Sebastián Vargas Suárez ha sido otro de los ejes de la investigación.
Según un informe conocido por el mencionado medio, el joven solía movilizarse entre Bogotá, Soacha y Sonsón, en el departamento de Antioquia.
Durante estos trayectos, utilizaba diversos vehículos, incluidos automóviles y motocicletas de alto cilindraje.
Las autoridades buscan determinar con quiénes se reunía en estos viajes y si tenía algún encuentro programado al momento de ser atacado.
Un investigador consultado por el medio citado señaló que se están revisando los registros de sus desplazamientos y posibles contactos para establecer si estos movimientos están relacionados con actividades delictivas o si podrían haber motivado el ataque.
El levantamiento del cuerpo y el proceso en Medicina Legal
Tras el ataque, efectivos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) realizaron el levantamiento del cuerpo de Juan Sebastián Vargas Suárez en el lugar de los hechos.
Según reportaron las autoridades, el cadáver fue trasladado a Medicina Legal, donde permanece sin ser reclamado.
Este procedimiento es fundamental para avanzar en la identificación plena de la víctima y en la recolección de pruebas que puedan aportar a la investigación.
Las autoridades también están verificando si Vargas Suárez tenía algún vínculo con personas o grupos específicos que pudieran estar involucrados en el crimen.
Hasta el momento, no se han revelado detalles sobre posibles sospechosos o capturas relacionadas con el caso.
El panorama de la violencia armada en Bogotá no es nuevo, pero las cifras actuales reflejan un deterioro significativo en la seguridad.
Según los datos recopilados por Semana, el primer año de la administración del alcalde Carlos Fernando Galán ha registrado el mayor número de homicidios con armas de fuego en los últimos cuatro años.
En 2024, se reportaron 716 asesinatos, lo que representó un aumento del 21% en comparación con 2023, cuando se contabilizaron 587 casos.
En lo que va de 2025, marzo ha sido el mes más violento, con 77 homicidios. Estas cifras superan incluso los registros del mandato de la exalcaldesa Claudia López, quien cerró su administración con un total de 2.401 homicidios por armas de fuego entre 2020 y 2023. El año más crítico de su gestión fue 2021, con 648 víctimas mortales.
La concejal Diana Diago expresó su preocupación por la falta de efectividad en las políticas de seguridad y control de armas en Bogotá.
“Las medidas contra el porte ilegal de armas no están funcionando, y lo he denunciado desde hace varios años. Bogotá debe priorizar jornadas de desarme en las diferentes localidades, tanto de armas de fuego como blancas”, afirmó.
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