El 9 de diciembre transcurrió en Colombia sin mayores novedades significativas en términos de actividad sísmica, según reportes oficiales. Aunque se registraron algunos movimientos menores, las autoridades informaron que no hubo eventos que generaran alerta.
A pesar de la tranquilidad, expertos recomiendan a la ciudadanía mantenerse informada a través de fuentes oficiales y estar preparados para cualquier eventualidad natural. Es fundamental conservar la calma, conocer los planes de emergencia y tener a la mano un kit de suministros básicos.
Las autoridades continuarán monitoreando de cerca la actividad geológica del país para garantizar la seguridad y tranquilidad de la población.
El 9 de diciembre de 2024, a las 08:13 p. m., se registró un sismo de origen manual con una profundidad de 147 km, de 3,3 según el reporte del SGC. El epicentro fue ubicado en las coordenadas 6,83°N, -73,16°W, en la región de Santander, cerca de los municipios de Los Santos, Zapatoca y Betulia, a 11, 12 y 16 kilómetros respectivamente.
Por el momento, no se reportan víctimas ni daños materiales. Las autoridades locales siguen monitoreando la situación.
Durante un sismo o temblor, es crucial saber cómo actuar para protegerse adecuadamente. Sin embargo, existen ciertos elementos que nunca deben estar cerca de una persona en esos momentos, ya que pueden poner en peligro la vida.
Para reducir riesgos, durante un sismo o temblor, se recomienda protegerse bajo muebles sólidos, alejarse de áreas peligrosas y seguir las recomendaciones de las autoridades locales.
El SGC reportó un sismo ocurrido el 9 de diciembre de 2024, con epicentro en Girón, Santander. El temblor tuvo una profundidad de 143 km y fue clasificado como un evento automático. No se han reportado daños materiales ni víctimas, pero se mantiene el monitoreo en la región para evaluar posibles afectaciones.
La agencia SGC continúa vigilando la situación.
Colombia se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Las regiones más propensas a presentar sismos son principalmente aquellas cercanas a la cordillera de los Andes y la zona del océano Pacífico. Entre los departamentos más vulnerables se encuentran Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Huila y Risaralda, donde se registran constantes movimientos telúricos debido a la subducción de las placas de Nazca y Caribe.
Las ciudades como Popayán, Pasto, Cali y Bogotá también han experimentado temblores en diferentes intensidades. Las autoridades en Colombia siempre están en alerta permanente para monitorear estos eventos y reforzar las medidas de prevención en las zonas de mayor riesgo sísmico.
A esta hora, las autoridades encargadas del monitoreo geológico en Colombia informan que en las últimas horas no se han registrado movimientos sísmicos significativos en el territorio nacional. Según el más reciente informe del SGC, los sistemas de monitoreo distribuidos en todo el país no han detectado eventos de relevancia que impliquen un riesgo para la población o las infraestructuras.
Un botiquín básico puede marcar la diferencia en situaciones de emergencia. Asegúrese de incluir:
Guarde el botiquín en un lugar accesible y revisa periódicamente su contenido para mantenerlo en buen estado.
A nivel general, los términos sismo, terremoto y temblor son considerados sinónimos por diversas autoridades y diccionarios. Según la Real Academia Española, terremoto se define como un movimiento brusco de la corteza terrestre, lo cual coincide con la definición de sismo. Sin embargo, existe una diferenciación en el uso coloquial de estos términos en diferentes regiones.
En Latinoamérica, donde los movimientos de las placas tectónicas son frecuentes, las palabras temblor y terremoto se utilizan a menudo para describir fenómenos de distinta magnitud. Generalmente, un temblor se asocia con un movimiento sísmico de menor intensidad y duración limitada a pocos segundos, mientras que un terremoto se refiere a un fenómeno más fuerte, con potencial destructivo significativo y una duración que puede extenderse a minutos. De otro lado, la palabra sismo se refiere a cualquier movimiento de la corteza terrestre, sin importar su intensidad o consecuencias.
El Instituto Geofísico del Perú reconoce estas diferencias y señala que en el uso cotidiano, un temblor es identificado como un sismo leve y menos dañino, mientras que un terremoto implica mayores daños a infraestructuras y posibles víctimas. Sin embargo, este mismo instituto coincide con la Real Academia Española en que, pese a estas distinciones coloquiales, los términos pueden ser considerados sinónimos y utilizados indistintamente en contextos profesionales y científicos.
Un sismo o temblor se siente de manera rápida y repentina. Primero, puede notar un pequeño movimiento en el suelo, como si fuera un empujón suave. Si el temblor es leve, es posible que solo se muevan los objetos o sientas una ligera vibración.
A medida que aumenta la intensidad, el suelo comienza a moverse con más fuerza, y los objetos pueden balancearse o caer. La duración de este movimiento suele ser corta, generalmente de unos segundos a un minuto. Aunque el temblor puede parecer aterrador, es importante mantener la calma.
Si estás dentro de un edificio, lo mejor es buscar un lugar seguro, como debajo de una mesa o cerca de una pared interna, y alejarse de ventanas y objetos que puedan caer. Los sismos no duran mucho tiempo y, aunque pueden ser incómodos, generalmente no causan daño si se siguen las medidas de seguridad adecuadas.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó un sismo el 9 de diciembre de 2024 a las 1:36 p. m. Según la información proporcionada, el evento sísmico se registró a una profundidad de 142 kilómetros.
Los municipios más cercanos al epicentro fueron Los Santos, ubicado a 11 kilómetros; Zapatoca, a 12 kilómetros; y Betulia, a 15 kilómetros, todos en el departamento de Santander. El informe fue emitido de manera automática por el sistema de monitoreo del SGC.
Las autoridades recomiendan a la población permanecer atenta a cualquier actualización oficial del SGC y seguir las medidas de prevención ante posibles réplicas.