Reabrió el piqueteadero Doña Segunda, con facturas provisionales: esta es la historia del restaurante con la mejor fritanga de Bogotá

Hace 66 años, María Segunda Fonseca comenzó a vender morcillas en el sector del 12 de octubre, en un intento por escapar de la violencia de género en su natal Socotá

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Piqueteadero de Doña Segunda a inicios de la década de los 70s - crédito Alcaldía de Bogotá
Piqueteadero de Doña Segunda a inicios de la década de los 70s - crédito Alcaldía de Bogotá

Mucho se ha dicho sobre el piqueteadero Doña Segunda, tras el cierre de tres días que la Dian impuso en su local, por no cumplir con la ley de facturación electrónica que, de manera gradual, irá implementándose en todo el comercio hasta el primero de julio.

Su llanto tras enterarse de la noticia fue politizado al punto en el que, partidarios y opositores del Gobierno trataron a la mujer o de “pobre viejecita” o de “evasora y explotadora” por supuestas inconsistencias en la contratación de trabajadores.

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Sin embargo, más allá de la política, el piqueteadero Doña Segunda es un ícono de la gastronomía local y un referente nacional sobre el trabajo duro, la buena sazón y la resiliencia de una mujer que llegó a la Plaza del 12 octubre buscando alimentar a sus cinco hijos, tras huir de la violencia de género en su natal Socotá, Boyacá.

Doña Segunda aseguró que no está haciendo ningún mal al Gobierno nacional - crédito Alcaldía de Bogotá/sitio web
Doña Segunda aseguró que no está haciendo ningún mal al Gobierno nacional - crédito Alcaldía de Bogotá/sitio web

Según comentó en una entrevista para el portal Bogotá, en el 2021, “Yo llegué a Bogotá hace 63 (ahora 66) años no encontraba trabajo, sin embargo, sabia todo acerca del negocio de las carnes porque mi padre y madre me lo enseñaron. Compré un cerdo, lo maté y vendí la carne en la plaza de mercado 12 de octubre y de ahí comenzó a surgir que de la sangre del marrano se hacia la rellena” y el resto es historia.

La alguna vez esposa del alcalde de Socotá, a quien desposó cuando tenía 17 y él 60 o más, llegó a la capital colombiana con cuatro niños y uno más en camino, pero sabiendo que no podía quedarse de brazos cruzados decidió poner en práctica las enseñanzas de su madre en la cocina y no tardó en hacerse “famosa” por su exquisita morcilla.

Empezó con una olla en los pasillos de la plaza central del barrio 12 de Octubre y, cuatro años más tarde, en 1.958, el propietario del local de la esquina nororiental le vendió su espacio para que siguiera alimentando a quienes solían frecuentar la plaza o llegaban hasta ella, en busca de sus platillos.

Doña Segunda recibiendo el premio a 'Toda una vida de trabajo' - crédito Alcaldía de Bogotá
Doña Segunda recibiendo el premio a 'Toda una vida de trabajo' - crédito Alcaldía de Bogotá

“Llegué a la plaza pidiendo que me ayudaran con un puesto para poder trabajar, pero resulta que en esa época en la que llegué a Bogotá había mucha división política. Mandaban los liberales, y yo soy conservadora, entonces el administrador de la plaza, que era conservador, me dio el puesto para que empezara a trabajar”, recordó.

Desde entonces, amantes de la buena comida, sin distinción de oficio o nivel económico han estado visitándola con grande filas que, aún hoy teniendo tres locales, siguen formándose tan pronto llega el medio día.

Segunda reconoce que “la fritanga ha sido mi mayor hobby toda la vida y el que me ha dado para sostener a mi familia, mis nueve hijos, a quienes saqué adelante. Le doy gracias a Dios y a la Virgen que me ha dado licencia de seguir trabajando (a los 88 años), porque me gusta mucho”.

Y sostiene que el éxito de su fritanga está en que ella misma la prepara “con mis propias manos, a mi gusto y con todo el aseo y el amor que una persona que quiere surgir le pone a lo que hace para salir adelante”. Son ellos quienes procesan el cerdo y la grasa de este animal es su mayor secreto, pues le da esa sazón inigualables a los demás elementos del típico cundinamarqués.

Trabajadores de Doña Segunda - crédito Alcaldía de Bogotá
Trabajadores de Doña Segunda - crédito Alcaldía de Bogotá

¿Qué dijo el Piqueteadero Doña Segunda tras el cierre de tres días que impuso la Dian a sus locales?

Tras enterarse del cierre temporal que terminó la mañana del lunes 24 de junio, desde Piqueteadero Doña Segunda informaron que “En Doña Segunda somos respetuosos de las decisiones de las autoridades y estamos comprometidos en el cumplimiento de las normas y obligaciones. Doña Segunda y sus colaboradores, agradecemos las muestras de cariño recibidas ante los recientes eventos”.

Y agregaron que están “comprometidos con el mejor servicio y seguiremos entregando lo mejor de la gastronomía boyacense y construyendo País”, a su manera.

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