Tras el hundimiento de la reforma a la salud, ministro de Salud insistió en que el Gobierno buscará una constituyente: “A dónde más podemos ir”

Tras el hundimiento de la reforma de salud del Gobierno de Gustavo Petro en la Comisión VII del Senado, después de 14 meses de proceso legislativo, las declaraciones del ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, destacaron en el último día de debates en el Congreso. En sus palabras, Jaramillo defendió la necesidad de llevar a cabo una asamblea constituyente.

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Justo antes de que el proyecto fuera archivado, Jaramillo declaró: “No tenemos problema, por eso estamos en un proceso constituyente, a dónde más podemos ir, a un proceso constituyente”.

El ministro, al calificar la situación actual de las reformas gubernamentales en el Congreso como aberrante, expresó su creencia en un sistema presidencialista.

“Yo siempre he querido un sistema presidencialista porque si lo tuviéramos hoy, deberíamos entonces ir nuevamente a unas elecciones para saber si las reformas de la salud, de la pensión, las reformas laborales, todas las reformas que necesite el país y que las pidió el pueblo en las pasadas elecciones, se hacen o no se hacen”, señaló el ministro.

Además, el jefe de cartera mostró su preferencia por un sistema parlamentario, argumentando que el presidencialismo ha centralizado el poder en las grandes capitales. La reforma a la salud, objeto de debate en la Comisión Séptima del Senado, no logró avanzar, y Jaramillo defendió el texto del Gobierno durante el proceso, aunque expresó reparos sobre la ponencia que finalmente hundió el proyecto.

“Yo estoy de acuerdo con el sistema parlamentario, creo en un sistema parlamentario, creo que el sistema presidencialista lo único que ha hecho es centralizar el poder en las grandes capitales y disminuir y dejar un país en el que hoy ni el Estado es capaz de controlar ni de solucionar sus gravísimos problemas en todo el territorio”.

Con lo anterior queda la duda de si Jaramillo quiere un gobierno parlamentario o presidencialista, ya que mostró apoyo a ambos pero reparó en el presidencialista, modelo de gobierno colombiano.

Luego de terminado el debate en la Comisión, Jaramillo indicó que: “Yo creo que quedó todo dicho cuando termino mi intervención, es claro decirlo hoy, mañana, pasado mañana. Nosotros estamos insistiendo que se necesita una reforma a la salud, lo sabe todo el pueblo colombiano, lo reconoce la Cámara y el Senado de la República; cuándo logremos concretar eso, habrá que concretarlo en cualquier momento, porque la crisis no la creamos nosotros, la crisis la crearon los gobiernos anteriores”.

La reforma a la salud fue finalmente hundida con una votación de 9 a 5 a favor de la ponencia de archivo del proyecto, marcando una dura derrota para la Casa de Nariño. Esta iniciativa, que había sido aprobada en sus dos primeros debates en la Cámara luego de un proceso de 13 meses y 23 días, provocó la salida Carolina Corcho y la ruptura de la coalición de gobierno, representando un gasto considerable de capital político del Gobierno.

El proceso de archivamiento del proyecto comenzó el 12 de marzo, cuando ocho senadores firmaron la ponencia negativa, y se sumó el anuncio de apoyo al archivo por parte de una congresista más.

En medio del naufragio de la reforma a la salud se vieron caras largas en la bancada del Gobierno nacional, que a pesar de sus esfuerzos no logró detener el hundimiento pese a que 11 congresistas intervinieron durante el debate.

Al ver el panorama, Luis Fernando Velasco, ministro del Interior, reconoció que perdieron la partida: “Yo sé que usted quiere salir a mostrar un triunfo que, a lo mejor, en el corto plazo, le va a dar algunos titulares, pero en el largo plazo veamos cuáles son realmente los efectos”.