Linaje de estafadores: la madre del “falso duque” también hizo de las suyas en Antioquia

Mientras ambos se mostraban como una familia adinerada, a la espera de heredar un ducado; en su trabajo, Olga se encargaba de generar lastima para solicitar prestamos

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Tras conocerse la historia de Alejandro Estrada –el hombre, que se hizo pasar por heredero de un ducado en España, para conseguir una serie de préstamos por 300 mil dólares–, otras víctimas de Olga Cardona, su madre y cómplice, se han animado a contar cómo fueron estafadas, en el Departamento Administrativo de Planeación de la Gobernación de Antioquia, en donde trabajó por 12 años.

Y es que, de acuerdo con algunos testimonios recopilados por El Tiempo, al menos siete personas habrían caído en su entramado de mentiras y se endeudaron, para ayudar a quién creyeron su amiga, entre ellas, Mariluz Aguirre, de la dirección de información departamental:

“Yo trabajaba en la dirección de Información departamental y ella en la dirección de Planeación estratégica. Era supremamente elegante, era algo que la caracterizaba, también era muy cordial y educada. Era una de las tantas compañeras que había allí y con el tiempo nos hicimos más cercanas”, relató para el medio citado.

Con su estilo de vida, Olga –al igual que su hijo– no solo despertaba fascinación, sino también confianza en su círculo de amigos, a quienes, terminaron utilizando, luego de ganarse su corazón.

“Ella se mantenía viajando y antes de entrar a Planeación llegó a entrar a la Gobernación con guardaespaldas. Fácilmente podría llevar más de 10 millones de pesos en las prendas y elementos que vestía”, comentó Mariluz, quien aún recuerda con dolor esta situación.

Unos meses antes de que Olga dejará la Gobernación, escuchó a Mariluz contándole a una compañera de trabajo que necesitaba algo de dinero extra para ayudar a sus padres a cubrir algunos gastos. La oportunidad perfecta, debió pensar, para ofrecerle un trato del que solo ella saldría beneficiada.

Le contó que su padre, quien había sido un empresario prominente, le había dejado una jugosa herencia que su exesposo administraba hasta que fue decomisada por la Fiscalía por evasión de impuestos.

Y que, por lo tanto, debía pagar algunos gastos en la entidad para descongelar sus bienes, con lo cual, le pagaría el doble de lo que ella pudiera prestarle, en ese momento, para iniciar el trámite.

“Yo soy una persona que literalmente vivo de mi salario y aparte tengo que ver por mis papás y mi familia. Sin embargo, después de pensarlo mucho accedí y le presté 20 millones. Ella me dijo muy seria que no era un favor, que era un negocio y que ahora éramos socias; la regla iba a hacer que me pagaría el doble”, recordó.

Pero, como es de esperarse, Olga siguió necesitando más dinero y Mariluz, como pudo, siguió prestándole –conmovida– ya que, todos los días, llegaba llorando a la oficina y con un nuevo problema que agregar a la lista.

“No sé cómo, pero ella me repetía cosas que solo se decían en mi casa. Por ejemplo, una vez me llamaron del banco para decirme que me podían estirar por 11 millones más el préstamo que ya había hecho y justo ese día más tarde Olga me dijo que necesitaba urgentemente 11 millones de pesos”, detalló.

Como a ella, a otras seis personas les hizo creer que necesitaba ayuda para reclamar su millonaria herencia, y, de victima en víctima, logró reunir 500 millones de pesos.

“A nosotras no nos dijo nada de un Lord o un Duque (como engañó su hijo a sus amigos), nos dijo que la fortuna la había logrado su papá, pero que sí les había dejado condiciones para poder acceder a la herencia y que Alejandro, por ser el único nieto hombre, sería quien se encargaría de administrar todas las empresas que dejó su abuelo”, explicó Mariluz.

Para soportar su coartada y evitar que sus víctimas se relacionaran entre sí, Olga hablaba mal de unos con otros y los acusaba de denunciarla en la Fiscalía y entorpecer el proceso, con lo que, se alargaba más y más la recepción de la dichosa herencia. De esta manera dilató el proceso hasta que la retiraron de su cargo, en mayo del 2020.

“Me acuerdo porque ella me llamó llorando diciendo que la habían sacado y hasta me pidió ayuda para ver si podía apelar la decisión. Desde entonces fue muy poco el contacto que tuvimos con ella; supimos que se pasó de casa y, aunque prometió llevarnos a conocerla, esto nunca pasó”, destacó Mariluz.

Sin embargo, empezaron a llegarle las deudas hasta el cuello y, sin más opciones, decidieron enfrentar a Olga, quien, enseñó su verdadero rostro antes de desaparecer.

“Le dije que ella sabía mi situación cuando le presté el dinero y que yo dependía de mi salario y su respuesta fue: ‘la verdad, haga lo que quiera, igual a mi nombre no tengo nada, si quiere denunciarme, denúncieme’ y esa fue la última vez que tuve contacto con ella. Dejó de responderme los mensajes y se desapareció por completo”, lamentó.

Interpusieron, entonces, una denuncia ante la Fiscalía, pero no pasó mucho antes de que archivaran el caso –de acuerdo con El Tiempo– por “conducta atípica”. Perdieron la fe por unos meses y decidieron continuar con su vida, pensando que las cosas se quedarían así. Pero, ahora, que el caso se hizo viral, gracias al reportaje de Radio Ambulante y otros medios de tiraje nacional, decidieron hablar y sumar sus testimonios, esperanzados en que el eco que han hecho de este caso de película los ayude a reabrir la investigación:

“Fue entonces que todo tuvo sentido. Con la plata que nos sacaba a nosotros entre 2019 y 2020 era la opulencia que les mostraba a Kelly y a Andrés. Entonces también decidimos hablar, porque esta estafa es mucho más grande de lo que se pensaba. Tenemos la esperanza de que ya con tantos estafados se reabra la investigación que tan arbitrariamente fue archivada”, concluye Mariluz, quien al ver reabrirse un capítulo de su vida que, tristemente, ya creía cerrado.