Activistas LGBTQ de la India buscan terminar con la prohibición de la homosexualidad

Por Vidhi Doshi

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Miembros de varias organizaciones LGBTQ se manifiestan en Nueva Delhi (Mujeeb Faruqui/Hindustan Times via Getty Images)
Miembros de varias organizaciones LGBTQ se manifiestan en Nueva Delhi (Mujeeb Faruqui/Hindustan Times via Getty Images)

Nueva Delhi – Se les considera algunas de las mentes más brillantes de la India. Ahora los estudiantes y exalumnos de las universidades más prestigiosas de este país que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transgénero-están luchando para que se despenalice la homosexualidad en toda la nación.

La Corte Suprema de la India está considerando seis peticiones de grupos de derechos de homosexuales que buscan revocar una ley de la era colonial que efectivamente prohíbe el sexo homosexual y es ampliamente utilizada como pretexto para el maltrato y la exclusión de personas LGBTQ. Una de las peticiones proviene de ex alumnos de los Institutos Indios de Tecnología (IIT), equivalente en estatus a Ivy Leagues.

Sus protestas son diferentes no solo por quienes son: ingenieros altamente calificados, científicos, cineastas y otros, sino también porque su petición al tribunal agrega una capa económica a los argumentos humanitarios y sociales usuales para eliminar una ley que estigmatiza a los grupos minoritarios. Criminalizar el sexo gay no solo es injusto sino que también tiene un costo financiero considerable para la economía en desarrollo de la India.

Se espera que un banco de cinco jueces entregue un veredicto histórico en las próximas semanas que pueda legalizar el sexo homosexual y, quizás, alguna esperanza de que pueda ampliar los derechos de los homosexuales mucho más allá de eso. Después de años de campaña, los activistas de la India y en todo el mundo probablemente saludarán esa decisión con vibrantes celebraciones.

Los jueces decidieron revisar la Sección 377 del Código Penal de la India que prohíbe "las relaciones carnales contra el orden de la naturaleza", después de un fallo reciente en un caso no relacionado que hizo de la privacidad un derecho constitucional. El gobierno nacional ha dicho que dejará la decisión a la "sabiduría" de la corte.

Los ex alumnos del IIT argumentan en su petición que las personas LGBTQ han tenido que "renunciar a las perspectivas de empleo mejor remuneradas -incluyendo la función pública- y en su lugar elegir a los empleadores que serían más receptivos con sus identidades". Otros, dijeron, estaban considerando "establecerse en el extranjero o lo han hecho" debido a "la sensación de vulnerabilidad e incapacidad de llevar una vida libre, únicamente a causa de su identidad LGBTQ".

"Está causando una fuga de cerebros", comentó Balachandran Ramaiah, uno de los peticionarios, al referirse a la prohibición del sexo gay. Un empresario que se graduó de IIT en Delhi en 1982 dijo que dos de sus socios habían dejado la India para establecerse en Estados Unidos, donde pensaban que podrían ser más abiertos acerca de su homosexualidad.

La discriminación contra las personas LGBTQ le cuesta a la India entre un 0.1 y un 1.4 por ciento del producto interior bruto (PIB), según M.V. Lee Badgett, directora del Centro de Políticas Públicas y Administración en la Universidad de Massachusetts en Amherst. Badgett, que dijo que ella obtuvo su estimación a través de fuentes que incluían información sobre el cuidado de salud y el lugar de trabajo, señaló que esa era una cifra significativa, especialmente para un país que necesita un crecimiento rápido para apoyar a una población que está explosionando.

"Cuando un país pierde tanto PIB, normalmente decimos que ha tenido una recesión", señaló.

Tanveen Kaur Randhawa, una mujer bisexual de 25 años que estudia un doctorado en ecología y medioambiente en el Instituto Indio de Ciencias de Bangalore que también es peticionaria en el caso, comentó que ha considerado abandonar la India por "un lugar donde la gente sepa, al menos, cómo hablar de nosotros".

Según Randhawa, ser gay plantea una amenaza existencial. "Mucha gente nunca sale porque existe un riesgo para la seguridad. Hay linchamientos. La gente piensa que eso está mal, que es como un crimen".

"No es que no haya estigma" en otros países, justifica. "Pero al menos allí no hay tanto miedo al chantaje, a la brutalidad policial y a ese tipo de cosas".

Ramaiah indicó que el miedo a la homofobia había afectado sus primeras elecciones de carrera, lo que la llevó a trabajar para empresas multinacionales en lugar de enfrentar la cultura del trabajo conservador en las empresas indias. Sus amigos homosexuales habían considerado postularse para el servicio civil de la India, pero desestimaron la idea por temor a represalias si su condición sexual era descubierta. Los empleados del gobierno no pueden ser abiertamente homosexuales.

"Tuve que ser extremadamente discreto. Eso me afectó mucho emocionalmente", relató.

Badgett recordó que la discriminación y sus efectos, a veces, son terribles para la salud mental y no solo agobia innecesariamente al sistema de salud, sino que también daña a la productividad.

"Los recursos humanos de las personas LGBTQ, sus habilidades y conocimientos no se están utilizando si enfrentan discriminación", apostilló.

La Sección 377 del Código Penal criminaliza teóricamente el sexo oral y anal entre cualquier pareja, pero en la práctica se usa principalmente contra personas homosexuales y transexuales. La Corte Suprema de Delhi revocó brevemente la ley en 2009, pero una campaña dirigida por Suresh Kumar Koushal, un oficial retirado convertido en astrólogo, y su coalición de conservadores activistas hindúes, cristianos y musulmanes terminó con un fallo de la Corte Suprema que reestableció las restricciones de sexo a los homosexuales en 2013.

En la India, a pesar del reconocimiento durante siglos de "un tercer género", las personas LGBTQ enfrentan intimidación, brutalidad policial y homofobia violenta.

En 2010, una estación de televisión filmó a un profesor en la Universidad Aligarh Muslim en Uttar Pradesh teniendo relaciones sexuales con otro hombre. Cuando se distribuyó el video, el profesor, Shrinivas Ramchandra Siras, que tenía poco más de 60 años, fue condenado públicamente y suspendido de su trabajo. Dos meses más tarde, fue encontrado muerto en su departamento en circunstancias extrañas.

Antes de morir le dijo a un periodista del Indian Express: "No puedo estar en esa atmósfera, Estados Unidos es el único lugar donde seré libre al ser gay".

"Esto no es lo que es igualdad", afirmó Randhawa sobre el tipo de vida que las personas LGBTQ están obligadas a llevar en la India. "No es lo que es la justicia".