¿Qué es un 'ataque de duelo'?

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Oleadas repentinas de angustia pueden acompañar a un duelo intenso. No es algo inusual, dicen los expertos, y a veces incluso puede resultar útil.

Jane Griffin, de 71 años, sabía que su marido estaba muriendo: desde hace más de una década vivía con demencia con cuerpos de Lewy. Pero no anticipó el impacto que tendría perderlo este abril.

Algo menor, como ver uno de sus alimentos favoritos en el supermercado, podía "lanzarme en una espiral descendente", dijo Griffin.

De repente se tensaba, con el corazón acelerado, mientras una ola de emociones la invadía. "Nadie podría haberme preparado para esta sensación de ansiedad extrema", dijo Griffin, quien vive en Arizona.

Sufría lo que algunos investigadores denominan un "ataque de duelo", un término que se utiliza desde hace años para describir una irrupción repentina de angustia abrumadora vinculada al duelo. También tiene otros nombres: punzadas de duelo, espasmos de duelo o pánico relacionado con la pérdida, entre otros. Aunque el fenómeno es conocido por terapeutas y por muchas personas que han perdido a un ser querido, los expertos en duelo ahora estudian los síntomas y las circunstancias específicas asociadas a los ataques de duelo e intentan medir su gravedad, que puede ir de incómoda a incapacitante.

"Es como un ataque de pánico, que --puedo dar fe personalmente-- son horribles, pero con el duelo más profundo añadido, y con todos esos síntomas golpeándote al mismo tiempo", dijo Sherman Lee, profesor adjunto de psicología en la Universidad Christopher Newport, en Newport News, Virginia. "Es realmente un fenómeno fascinante que te sacude hasta la médula si alguna vez lo experimentas".

¿Cómo se manifiesta un ataque de duelo?

Lee es coautor de un estudio publicado en noviembre en el que se encuestó a 247 adultos en situación de duelo que dijeron haber sufrido ataques de duelo, casi la mitad de ellos una o dos veces al día.

El estudio encontró que los ataques de duelo solían presentarse mediante síntomas de ataque de pánico, como temblores, sudoración, entumecimiento y mareos. También iban acompañados de alguno de los tres aspectos del duelo: añoranza, desesperación o pérdida de la coherencia del pensamiento.

Las crisis de duelo pueden producirse en cualquier momento. Pueden precipitarse por algo que evoque recuerdos de un ser querido, dijo Robert A. Neimeyer, director del Instituto Portland para la Pérdida y la Transición de Oregón y coautor del estudio de Lee. Pero lo más habitual, dijo Neimeyer, es que surjan inesperadamente durante momentos más tranquilos en casa: "Algo relacionado con la pérdida nos llega y --bum-- se abren las compuertas".

Los ataques de duelo son especialmente preocupantes, dijo Neimeyer, si ponen a alguien en peligro físico --por ejemplo, si ocurren mientras conduce-- o si duran demasiado, no disminuyen con el tiempo o interfieren con la capacidad de una persona para funcionar en la vida cotidiana.

En los casos menos graves, aunque los ataques de duelo pueden ser difíciles y desagradables en el momento, por lo general pasan rápido e incluso pueden tener algunos efectos positivos.

¿Cómo pueden ser los ataques de duelo algo positivo?

Therese A. Rando, psicóloga clínica del Instituto para el Estudio y Tratamiento de la Pérdida en Warwick, Rhode Island, dijo que los ataques de duelo son una parte común y potencialmente terapéutica del proceso de duelo.

Si alguien ha estado reprimiendo su duelo por la muerte de un ser querido, por ejemplo, un ataque de duelo puede obligarlo a enfrentar "la realidad de que esa persona ya no está", dijo Rando. Y si un ataque de duelo trae de vuelta recuerdos de un ser querido, puede impulsar a reflexionar sobre distintos aspectos de esa pérdida. Por ejemplo, si los padres llegan al año en que su hijo se habría graduado de la escuela secundaria, quizá necesiten llorar ese hito que no ocurrió.

Rando, quien perdió a ambos padres cuando era adolescente, dijo que no ha tenido ataques de duelo en décadas, aunque ocasionalmente ha experimentado oleadas de tristeza sin síntomas de pánico. El diciembre pasado, mientras escuchaba a Judy Garland cantar "Have Yourself a Merry Little Christmas", rompió en llanto al pensar en sus padres.

Fue catártico tener "un momento de verdadera tristeza por el hecho de que extraño a estas dos personas extraordinarias que me fueron arrebatadas tan joven", dijo. "Nunca se supera del todo una pérdida".

¿Cuáles son algunas estrategias para afrontarlos?

Enfrentarse a un ataque de duelo es similar, en algunos aspectos, a afrontar un ataque de pánico, dijeron los expertos. Respirar lentamente desde el abdomen puede ayudar. También pueden ayudar los movimientos físicos repetitivos, como golpear el suelo con los pies.

Linita E. Mathew, orientadora de Calgary y autora de dos libros sobre el duelo, dijo que sufría ataques de duelo con frecuencia tras la muerte de su padre hace nueve años.

"Tenía que correr al baño porque sentía que iba a vomitar en cualquier momento", dijo. Meter las manos bajo el chorro de agua fría la ayudaba.

Además, dijo, "mis ojos se movían de un lado a otro, como si me temblaran los globos oculares". Más tarde descubrió que si se concentraba en una foto de su padre, sus ojos se estabilizaban.

Dado que los ataques de duelo pueden estar vinculados a ciertos detonantes, como las pertenencias de un ser querido, también es importante desarrollar estrategias que nos expongan gradualmente a esos objetos, de modo que su poder disminuya, dijo Neimeyer.

Y muchas veces, añadió, necesitamos encontrar maneras de seguir expresando nuestro amor por quienes han muerto, incluso en su ausencia.

El objetivo no es seguir adelante, "sino encontrar una manera distinta de seguir aferrándonos", dijo.

Christina Caron es reportera del Times y cubre salud mental.