
Apenas en diciembre de 2023 el venezolano Ronald Ojeda había recibido asilo en Chile. Una nueva vida, en uno de los países más prósperos y seguros de América Latina. Un nuevo comienzo, lejos de la tiranía criminal de Nicolás Maduro y sus secuaces.
Casi 8 millones de venezolanos han tenido que dejar su patria y medio millón de ellos buscaron empezar de nuevo en Chile. Hace tan solo 35 días Maduro incluyó a Ojeda en una lista negra de militares que intentaba tumbar su tiranía. Una inevitable sentencia de muerte.
Inteligencia venezolana que viola fronteras. Al igual que los famosos anillos de espías que Cuba mantiene en el extranjero, la inteligencia de Venezuela ha aprendido muy bien estas técnicas. Los uniformes, logística y ruta de los secuestradores de Ojeda lo dicen a gritos.
El mensaje a los militares. Nicolás Maduro lo tendría claro. Querían enviar un mensaje fuerte a los militares disidentes. La traición se paga con la vida. Una maquiavélica pero exitosa estrategia que busca forjar lealtades a punta de pistola.
La opositora venezolana, María Corina Machado, fue categórica: el secuestro y asesinato de Ojeda “evidencia que el acoso trasciende las fronteras”. Machado instó al gobierno de Chile a investigar a fondo el crimen y castigar a todos los responsables.
El brutal asesinato del teniente Ojeda reveló lo que muchos sospechaban. Chile no es un país seguro para los que huyen de la dictadura de Nicolás Maduro, pero tampoco para sus ciudadanos. El crimen y las narcotiranías han penetrado y burlado la seguridad.
“El anticomunismo visceral”. El Presidente Boric no exigió cuentas al dictador de Venezuela, no pidió perdón a los familiares de la víctima y mucho menos reconoció el fracaso de la seguridad en Chile. Su respuesta fue atacar a políticos y a la prensa por su “anticomunismo visceral”.
Lejos de responder a la defensiva e ideologizar el problema, el Presidente Boric debería poner fin al doble discurso. Mientras critica frontalmente los crímenes de Ortega en Nicaragua, ha optado por ser complaciente con la dictadura Venezuela. Un error que pasa factura.
No se puede confiar en tiranos. Chile y Venezuela firmaron este año un acuerdo de cooperación en temas de seguridad. Un acto bochornoso y peligrosos en el que la democracia más sólida de América del Sur legitimó a la tiranía más antigua de la región, con 25 años en el poder.
En Costa Rica, la democracia más sólida de Centroamérica, también han optado por suscribir acuerdos de seguridad con Nicaragua. Los exiliados en ese país han sido víctimas de atentados, violencia e incluso extradición.
Las tiranías no contribuyen a la seguridad regional sino todo lo contrario. No son parte de la solución, sino la causa del problema. La tragedia de Ronald Ojeda tiene que obligar a replantear la relación de Chile con Venezuela. La seguridad de los exiliados y la de los chilenos mismos está en juego.
* El autor es periodista exiliado, exembajador de Nicaragua ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega.
Últimas Noticias
Estados Unidos, el socio imprescindible de Latinoamérica, está de vuelta y raya la cancha
Este siglo reflejó un repliegue de Washington en América Latina y la ocupación de ese vacío por actores criminales que desplazaron a la política, pero la “Estrategia de Seguridad Nacional” y medidas concretas indican que EEUU retoma un rol activo y vuelve como un socio que fija reglas claras

Chile: ¿qué tipo de gobierno será el de Kast?
El presidente electo asumirá oficialmente en marzo 2026 con muchas expectativas, pero también muchos frentes que atacar
La tecnología en las aulas como herramienta al servicio de la pedagogía
La pregunta central no es cuántas computadoras hay en las escuelas, sino qué cambió en la forma de enseñar y qué aprendieron mejor los estudiantes

Los líderes europeos y el Estado palestino
El papel de Merz, Starmer, Macron y la Autoridad Palestina en el futuro de Israel y Medio Oriente tras las masacres del 7 de octubre de 2023

El cierre del negocio
“Es posible que no haya suficiente demanda en el mercado para mantener vivos a los medios de comunicación como parte institucionalizada del ecosistema de la información y como sector viable de la economía durante mucho más tiempo”


