
Las autoridades de la provincia ucraniana de Kharkiv denunciaron este domingo el impacto de proyectiles lanzados por las fuerzas rusas sobre el Centro Nacional de Investigación del Instituto de Física y Tecnología de Kharkiv, donde hay un reactor nuclear experimental.
“El 6 de marzo el Ejército ruso ha disparado con una lanzadera de cohetes sobre el Instituto de Física y Tecnología de Kharkiv donde hay una instalación de investigación nuclear”, informó la filial de los servicios secretos ucranianos (SBU, por sus siglas en ucraniano) en Kharkiv.
En el lugar hay 37 pilas de combustible nuclear, por lo que se podría provocar “una catástrofe ecológica a gran escala”, alertó el SBU, por lo que se ha abierto una investigación penal por un delito de ecocidio conforme al Artículo 441 del Código penal ucraniano.
El SBU subrayó que continúa recopilando información para su posterior presentación en La Haya, sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Las tropas de Putin vuelven a encender tras atacar otro objetivo nuclear en suelo ucraniano. El viernes pasado el ejército ruso tomó el control de la mayor central nuclear de Europa tras un ataque en plena noche que la incendió brevemente, suscitando el temor mundial de una catástrofe, en el vuelco más escalofriante a la fecha de la invasión de Moscú a Ucrania.
Los bomberos apagaron el incendio y no escapó radiación, dijeron funcionarios de Naciones Unidas y de Ucrania.
El director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Mariano Grossi, dijo que un “proyectil” ruso hizo impacto en un centro de formación de la planta de Zaporiyia, en la ciudad suroriental de Enerhodar, sin afectar alguno de sus seis reactores.

El ataque causó la alarma y temor global de una catástrofe que pudiera ser mucho mayor al peor desastre nuclear del mundo, el ocurirdo en Chernóbil, Ucrania, en 1986. En un emotivo discurso durante la noche, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky dijo que temía una explosión que fuera “el final para todos, el fin de Europa, la evacuación de Europa”.
Sin embargo, funcionarios nucleares de varios países, entre ellos Suecia y China, confirmaron que no se reportaron picos de radiación, como sostuvo Grossi.
Las autoridades dijeron que los efectivos rusos habían tomado el control total de la planta, aunque el personal de la misma continuaba a cargo. Sólo un reactor estaba funcionando a 60% de la capacidad, apuntó el director de la OIEA sobre las secuelas del ataque.
Dos personas resultaron heridas en el incendio, precisó Grossi. El operador nuclear estatal ucraniano Enerhoatom dijo que tres soldados ucranianos murieron y dos resultaron heridos.
En Estados Unidos, el portavoz del Pentágono, John Kirby, sostuvo que el episodio “subraya la imprudencia con la que los rusos han estado perpetrando esta invasión no provocada”. Durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador ucraniano Sergiy Kyslytsya, dijo que el incendio se debió al fuego de artillería ruso contra la planta y acusó a Moscú de cometer “un acto de terrorismo nuclear”.
Sin presentar evidencia, el portavoz del ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, afirmó que un “grupo de sabotaje” ucraniano había causado el incendio en Zaporiyia.

Antes de la crisis en Zaporiyia, Grossi había manifestado a principios de semana su fuerte preocupación de que los combates pudieran causar daños accidentales a los 15 reactores nucleares que Ucrania tiene en cuatro plantas en todo el país.
Expertos en seguridad atómica dijeron que una guerra librada en medio de reactores nucleares representa una situación sin precedentes y de altísimo peligro.
“Estas plantas se encuentran en una situación que pocas personas visualizaron seriamente cuando fueron construidas”, dijo Edwin Lyman, de la Unión de Científicos Preocupados, en Washington. “Ninguna planta nuclear está diseñada para resistir una posible amenaza de ataque militar a gran escala”.
Mientras crece el avance ruso y los ataques contra infraestructura nuclear, este domingo Putin aseguró a Emmanuel Macron que no tiene intención de atacar las instalaciones nucleares en Ucrania, y dijo que está de acuerdo en garantizar su seguridad bajo los criterios técnicos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Sobre las centrales nucleares, después del ataque ruso a la central de Zaporiyia, Francia había propuesto una serie de medidas basadas en las reglas del OIEA.
Macron insistió ante Putin en “la necesidad” de que todas las instalaciones militares cumplan con esas reglas, bajo la soberanía de Ucrania, y que ninguna sea objeto de operaciones bélicas. El presidente ruso aceptó trabajar bajo los parámetros técnicos del OIEA, que mañana debe reunir a su consejo de gobernadores y del que se esperan propuestas concretas.
Con información de Europa Press y AP
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