Archivos revelan que George Orwell fue espiado por los soviéticos durante la Guerra Civil española

Nueva evidencia apunta a que el escritor, uno de los más famosos combatientes republicanos internacionales, estaba bajo vigilancia militar de Moscú

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George Orwell (Shutterstock)
George Orwell (Shutterstock)

La investigación de un historiador británico, Giles Tremlett, en los archivos de la época soviética en Moscú ha revelado que los servicios secretos de la Unión Soviética espiaron al célebre literato y activista George Orwell durante su estancia en Barcelona en el marco del conflicto interno entre estalinistas y trotskistas.

“Los documentos son pruebas documentales de que no solo Orwell, sino también su esposa Eileen, estaban siendo muy vigilados. Alimentan la tesis que Orwell desarrolló en ‘Homenaje a Cataluña’ y después en ‘Rebelión en la Granja’ y ’1984′ de que (Joseph) Stalin quería cambiar el comunismo para que no fuera un ideal social y político, sino una tiranía liderada por un solo hombre”, explicó Tremlett en una entrevista con el semanario británico The Observer.

Estas investigaciones forman parte de la labor de redacción de un nuevo libro de Tremlett titulado Las Brigadas Internacionales: Fascismo, Libertad y Guerra Civil Española, que se publica el 15 de octubre.

Orwell fue uno de los 35.000 voluntarios de 80 países que viajaron a España para combatir al bando franquista y defender al bando republicano entre 1936 y 1939. El periodista y escritor intentó alistarse en las Brigadas Internacionales, pero sus diferencias con el secretario general del Partido Comunista de Gran Bretaña, Harry Pollitt, hicieron que se acercara al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), con gran presencia en Cataluña y de orientación trotskista.

En las Jornadas de Mayo de 1937 estallaron combates entre fuerzas republicanas, por un lado, y del POUM y anarquistas, por otro. El propio Orwell describió el “ambiente horrible” en Barcelona con “miedo, sospechas, odio, censura de periódicos y enormes colas de gente conseguir alimentos mientras patrullaban grupos armados” durante un permiso tras combatir en el frente en Aragón.

En ese contexto los espías soviéticos informaron del “grupo inglés” del POUM que relacionaban con anarquistas, trotskistas, espías franceses, italianos y de la Gestapo nazi. Eileen recibe especial atención ya que Orwell estaba habitualmente en el frente, pero ella se quedó en Barcelona y según este informe mantuvo una relación con el oficial superior de Orwell, el belga Georges Kopp.

Otro de los británicos espiados era David Crook, quien en realidad estaba espiando al POUM para el Ministerio del Interior soviético sin que la inteligencia militar soviética lo supiera. Según los informes, Crook aprovechaba la siesta y las largas comidas adoptadas por los británicos en Barcelona para copiar documentación y devolverla antes de ser detectado.

Tras las Jornadas de Mayo, Orwell volvió al frente en Aragón, pero fue herido por una bala en el cuello y trasladado a Barcelona. Cuando Eileen le recibió, le susurró al oído “¡Sal de aquí de inmediato!” ya que conocía de la represión sufrida por el POUM y sus afines extranjeros, muchos de ellos encarcelados. Finalmente los dos se marcharon a Francia en un tren con billete de primera clase para hacerse pasar por visitantes.

Tremlett ha argumentado que Orwell no sabía los crímenes contra sacerdotes de los anarquistas, aliados del POUM, ni de lo necesarias que eran las armas enviadas por Stalin para la República. “Orwell era solo un soldado raso en el frente. No comprendía como el POUM y sus amigos anarquistas estaban perjudicando la lucha contra Franco”, indicó.

En cualquier caso, Orwell no guardaba rencor a las Brigadas Internacionales, que, en sus propias palabras “luchaban por todos nosotros”, “una delgada línea de seres humanos sufrientes y a menudo sin el armamento adecuado que se interponen entre la barbarie y la decencia”, según describió dos meses después de regresar a Reino Unido.

(Con información de Europa Press)

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