Desde el sábado pasado, Meghan Markle y el príncipe Harry son oficialmente los duques de Sussex. En una boda con tintes aristocráticos, pero con una ceremonia distendida en la capilla St. George que rompió con las imposiciones protocolares, los novios fueron el centro de la atención durante todo el fin de semana.
Una vez casados, con una luna de miel postergada, la pareja emprendió su primer acto oficial en una celebración en los jardines del Palacio de Buckingham, para, así, acompañar al príncipe Carlos en un acto que dio inicio a la celebración por los 70 años que cumplirá en noviembre.
Luego de la lección de estilo de la ex actriz en el día de su casamiento -con un vestido de novia de Claire Waight Keller "sencillo e impactante a la vez", según definió el diseñador argentino Benito Fernández-, la esposa de Harry volvió a ser el centro de las miradas en el tradicional evento desarrollado en el residencia oficial de la reina Isabel II.
Siguiendo la línea protocolar, la nueva integrante de la corona británica optó por un look sobrio: "Un vestido de mangas largas con transparencias en tono rosa empolvado de la firma Goat", describió el diseñador. Una de las marcas preferidas de su cuñada, Kate Middleton.
Para Fernández, la elección de vestuario fue acertada, aunque en este caso hubiera preferido que luciera una tonalidad más vibrante, ya que el sábado ya se la vio enfundada en un tono claro.
Un clásico infaltable de la realeza europea -el tocado – un sombrero hecho a medida por el prestigioso Philip Treacey
En esa misma línea, la asesora argentina de moda internacional Laura Malpeli de Jordaan destacó que el outfit "es adecuado para el momento del día y para su nuevo rol. Las transparencias le aportan un toque más moderno dentro de este ámbito, y lo mismo ocurre con el largo de las mangas, similar a lo que fue su vestido de novia. No es una manga 3/4, pero tampoco una manga larga y eso aporta vigencia".
Para completar el conjunto, sorprendió con medias a tono con el vestido, lo que genera un efecto monocromático. En la misma paleta, stilettos de Aquazzura y clutch de raso de Wilbur & Gussie.
En este caso, las joyas seleccionadas vuelven a cobrar protagonismo. En su dedo anular, la alianza de oro y el anillo de compromiso diseñado por el príncipe Harry.
En cuanto al beauty look, maquillaje en colores tierra con labios nude, para respetar, así, su nuevo rol como duquesa. Para estar a la altura, el príncipe Harry se inclinó por lucir un elegante jacket que incluye tres piezas.
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