El cuerpo de Guillermina Rubín Ramírez fue velado este miércoles en la ciudad de Puebla por amigos y familiares conmocionados por el brutal feminicidio del que fue víctima la joven de 31 años. El sepelio se realizó en una vivienda familiar del barrio de Santa Clara, en la junta auxiliar San Francisco Totimehuacán en la ciudad de Puebla.
Guillermina desapareció el 8 de julio al sur del área metropolitana de Puebla. Su cuerpo fue localizado mutilado y abandonado en dos puntos diferentes de la región tan sólo un día después. Sin embargo, hasta hoy, el cuerpo no había sido entregado a su familia por estar incompleto: sus pies aún no han sido encontrados.
Finalmente, este miércoles las autoridades estatales entregaron los restos a su familia, después de practicar estudios genéticos para determinar que las partes identificadas fueran, efectivamente, las de Rubín Ramírez.
La cabeza de Guillermina fue abandonada al interior de una bolsa en la colonia Guadalupe Hidalgo, entre las calles Benito Juárez y Pino Suárez. Fueron recolectores de basura quienes hicieron el hallazgo. El resto de su cuerpo se encontró el mismo día en un camino de terracería de Santa Clara Ocoyucan.
Gracias a la presión ejercida públicamente por su madre, María del Carmen, a través de la radio estatal, la familia logró recuperar el cuerpo que permanecía en el Servicio Médico Forense.
El cortejo fúnebre de Rubín Ramírez salió de la casa de su familia para darle sepultura en el panteón de San Francisco Totimehuacán. En las calles de la ciudad, una multitud con ramos y coronas de flores desfiló detrás del carro fúnebre que transportaba lo que quedó del cuerpo de “Guille”, como la conocían afectivamente.
En el panteón se celebró una misa para despedirla. Su féretro, depositado sobre la tierra, fue rodeado por flores, familiares y amigos, que se acercaron cariñosamente a despedirse de la joven madre.
“Pido justicia, exijo justicia por la muerte de mi hija y no tan solo por ella sino para las otras chicas que les quitaron la vida, ya que ellos no son nadie para quitarles la vida de esa manera”, expresó María del Carmen durante la ceremonia, según refirieron medios locales.
La joven de 31 años era de piel morena, tenía largo cabello lacio de color castaño oscuro, ojos cafés y boca grande, asentó su ficha de búsqueda. De acuerdo con familiares y amigos, el asesinato de Guillermina dejó huérfanos a tres menores de edad: un adolescente y dos niños.
Guillermina fue identificada por su familia tres días después del hallazgo de su cuerpo y cuatro días después de su desaparición. La despedida con cuerpo presente se realizó trece días después de la localización a causa de los retrasos de la Fiscalía del Estado. De hecho, el gobernador estatal, Miguel Barbosa, esclareció públicamente la situación después de que la madre de la víctima solicitó ayuda públicamente para solventar los gastos del entierro.
El crimen perpetrado contra Guillermina aún no ha sido esclarecido públicamente por las autoridades estatales. Por el momento no se conocen líneas de investigación que conduzcan a el o los presuntos responsables del feminicidio.
El pasado lunes 20 de julio, Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, informó que Puebla ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en incidencia de feminicidios. El Estado de México y Veracruz ocupan los primeros dos lugares, y la Ciudad de México, el tercero. Informó también que en los últimos seis meses este delito incrementó en el país en un 7.7 por ciento. Particularmente en el mes de junio, el registro de homicidios contra mujeres tipificado como feminicidio aumentó en 35.62 por ciento.
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