La ola de calor en el hemisferio norte anticipa que el clima extremo será más frecuente, según la OMM

El organismo de Naciones Unidas pronosticó que los fenómenos meteorológicos excesivos debido al calentamiento global serán habituales. Europa y Estados Unidos sufren incendios y sequías

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El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha advertido en sus últimos informes que las olas de calor serán cada vez más habituales (EFE/Salas)
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha advertido en sus últimos informes que las olas de calor serán cada vez más habituales (EFE/Salas)

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que la actual ola de calor que azota Europa occidental y otras regiones del hemisferio norte, con temperaturas superiores a los 40 grados en España o Francia, “es un anticipo del futuro”, con más fenómenos climáticos extremos debido al calentamiento global.

“Como resultado del cambio climático, las olas de calor comienzan antes y se vuelven más frecuentes y severas debido a las concentraciones récord de gases de efecto invernadero que concentran el calor”, añadió la portavoz de la OMM, Clare Nullis, en rueda de prensa el último viernes.

La portavoz alertó del peligro que supone el calor extremo para las personas más vulnerables y aconsejó a los gobiernos declarar alertas tempranas y planes de emergencia de acuerdo con las recomendaciones de la OMM y las autoridades de salud pública. Recalcó que las altas temperaturas en la noche, cuando el cuerpo necesita recuperarse, pueden ser “especialmente estresantes” y afirmó que en las ciudades se magnifica el efecto de calor en comparación con el campo, donde la vegetación suaviza el clima.

Los incendios forestales obligaron a cientos de personas a abandonar sus hogares tras una semana de elevadas temperaturas (Emilio Fraile/Europa Press via AP)
Los incendios forestales obligaron a cientos de personas a abandonar sus hogares tras una semana de elevadas temperaturas (Emilio Fraile/Europa Press via AP)

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha advertido en sus últimos informes que las olas de calor serán cada vez más habituales, con estaciones cálidas más largas y estaciones frías más cortas. Otro de los grandes peligros de la canícula es el riesgo de sequía, y en ese sentido Nullis advirtió de la situación en países como Portugal, donde un 97% del territorio está en riesgo, y Estados Unidos, donde los embalses se encuentran al 30% de su capacidad.

En este último país, este mes se registraron temperaturas récord en Denver, Las Vegas y Phoenix, mientras en todo el país, los estadounidenses se están preparando para un verano abrasador. Sin embargo, a pesar de que se avecinan olas de calor más frecuentes e intensas, las ciudades no están preparadas para enfrentar el desafío, según un equipo de investigación dirigido por la Universidad de California Los Angeles (UCLA).

Un nuevo estudio, publicado en la revista Environmental Research Letters, analizó documentos de planificación municipal de 50 grandes ciudades de todo el país. Los investigadores encontraron que el 78% de los planes climáticos de estas ciudades mencionaron el calor como un problema, pero pocos ofrecieron una estrategia integral para abordarlo. Incluso menos trataron el impacto desproporcionado que tiene el calor en los residentes de bajos ingresos.

En Europa, una ola de calor prematura para esta época del año alcanzando los 44ºC en España (EFE/Salas)
En Europa, una ola de calor prematura para esta época del año alcanzando los 44ºC en España (EFE/Salas)

“Hace solo un par de años, muy pocas ciudades hablaban de prepararse para el aumento de las temperaturas, por lo que es un paso importante que el calor se esté convirtiendo en una parte más importante de la conversación”, dijo V. Kelly Turner, autor principal del estudio y coautor. director del Centro Luskin para la Innovación de la UCLA. “Pero sin medidas concretas para proteger a los residentes, las ciudades se están quedando atrás del problema”.

El calor, exacerbado por el cambio climático, se ha convertido en uno de los peligros meteorológicos más mortíferos incluso en países de altos ingresos como Estados Unidos. Los investigadores advirtieron que esto representa más muertes en un año típico que los huracanes, las inundaciones o los tornados. En California, según una investigación reciente de Los Angeles Times, el calor mató a unas 3.900 personas entre 2010 y 2019. Y la investigación de UCLA ha demostrado que el calor provoca más nacimientos prematuros, dificulta el aprendizaje de los estudiantes y aumenta el riesgo de lesiones en trabajadores en el desarrollo de sus tareas.

Para evaluar la planificación del calor, los investigadores, de UCLA, la Universidad Estatal de Arizona y la Universidad del Sur de California, examinaron 175 planes municipales de las 50 ciudades más pobladas de los Estados Unidos, a partir de una base de datos de código abierto que crearon. Realizaron un análisis de contenido para comprender los tipos de soluciones e intervenciones propuestas por las ciudades en respuesta al calor y por qué.

Otro de los grandes peligros de la canícula es el riesgo de sequía, y en ese sentido Nullis advirtió de la situación en países como Portugal, donde un 97% del territorio está en riesgo, y Estados Unidos, donde los embalses se encuentran al 30% de su capacidad (REUTERS/Pascal Rossignol)
Otro de los grandes peligros de la canícula es el riesgo de sequía, y en ese sentido Nullis advirtió de la situación en países como Portugal, donde un 97% del territorio está en riesgo, y Estados Unidos, donde los embalses se encuentran al 30% de su capacidad (REUTERS/Pascal Rossignol)

El equipo descubrió que, en general, las soluciones para el aumento de las temperaturas no coincidían con la gravedad o la complejidad del problema. Por ejemplo, muchos planes observaron el calor a través de una lente de “peligro”, enfocándose en eventos extremos como olas de calor. Al identificar el problema como una crisis similar a un huracán o una inundación, las soluciones a menudo encajan en un enfoque de estilo de respuesta a desastres, como sistemas de alerta de texto y centros públicos de refrigeración con aire acondicionado. Otros planes definieron el problema en términos del “efecto de isla de calor urbano”, un fenómeno por el cual las ciudades, debido a su infraestructura de absorción de calor, como el asfalto, se vuelven y permanecen más calientes que las áreas rurales circundantes. Al enmarcar el problema como un problema de uso de la tierra, estos planes a menudo se centraron en formas físicas de enfriar las ciudades. Agregar más árboles fue la intervención más común, mientras que también se mencionaron los techos frescos que reflejan el sol y la vegetación.

Sin embargo, el estudio encontró que estos dos enfoques de la gestión del calor rara vez se superponen. Y aunque cada enfoque tiene sus beneficios, estos marcos estrechos no abordan el problema completo, enfatizaron los investigadores. “Si las ciudades no pintan una imagen completa del calor, cuán crónico es y sus impactos dispares en el suelo, no podremos proteger completamente a los residentes y podríamos terminar exacerbando las injusticias sociales y ambientales existentes. “, dijo la coautora Emma French, estudiante de doctorado en planificación urbana en la Escuela de Asuntos Públicos Luskin de la UCLA.

Muchos planes de ciudades observaron el calor a través de una lente de “peligro”, enfocándose en eventos extremos como olas de calor (EFE/ Sergio Pérez)
Muchos planes de ciudades observaron el calor a través de una lente de “peligro”, enfocándose en eventos extremos como olas de calor (EFE/ Sergio Pérez)

En Europa, una ola de calor prematura para esta época del año alcanzando los 44ºC en España, donde los incendios forestales obligaron a cientos de personas a abandonar sus hogares tras una semana de elevadas temperaturas. El mercurio también subió en Francia, donde las temperaturas deberían acercarse a los 40ºC el sábado, y en Reino Unido, que registró el día más caluroso del año, cuando el continente se apresta apenas a entrar en el verano boreal.

El calor está en consonancia con las advertencias de los científicos de que las olas de calor serán más intensas y llegarán antes de lo habitual, a consecuencia del cambio climático. En España, los incendios forestales calcinaron casi 11.000 hectáreas en la Sierra de Culebra (noroeste). “Hay 8 municipios evacuados y 317 vecinos desalojados” en esa zona montañosa cercana a Portugal, añadió el gobierno regional de Castilla y León.

También fueron evacuadas más de 3.000 personas del parque de atracciones Puy du Fou, cerca de Toledo (centro), por otro fuerte incendio forestal. En total, “2.500 visitantes, 700 empleados, las 200 aves, los 55 caballos y el resto de animales han sido evacuados y ninguno ha sufrido ningún daño”, detalló la dirección del parque en un comunicado. Los bomberos luchaban también contra los incendios en bosques de Cataluña (noreste). Las temperaturas superaron el viernes los 35ºC en la mayor parte del país y en la provincia de Jaén, en el sur, alcanzaron los 44ºC.

“Hace solo un par de años, muy pocas ciudades hablaban de prepararse para el aumento de las temperaturas, por lo que es un paso importante que el calor se esté convirtiendo en una parte más importante de la conversación”, dijo V. Kelly Turner (EFE/ Mariscal)
“Hace solo un par de años, muy pocas ciudades hablaban de prepararse para el aumento de las temperaturas, por lo que es un paso importante que el calor se esté convirtiendo en una parte más importante de la conversación”, dijo V. Kelly Turner (EFE/ Mariscal)

”Estamos ante temperaturas que ya no son una anécdota”, dijo el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en una conferencia en Madrid con ocasión del Día mundial de lucha contra la sequía. En Francia, más de dos tercios de los departamentos se encontraban en los dos máximos niveles de alerta por calor y en gran parte del suroeste los termómetros se acercaron o superaron los 40ºC. ”¡Estén atentos! Hidrátense, permanezcan en lugares frescos, digan cómo van y pregunten a sus allegados”, tuiteó la primera ministra Elizabeth Borne.

Matthieu Sorel, climatólogo de Météo France, explicó que “se trata de la ola de calor más precoz registrada en Francia”. En los departamentos con nivel de alerta “roja” se pidió a los escolares que se queden en casa. El experto estimó que este tiempo es un “marcador del cambio climático”. La ola de calor se ha extendido desde el norte de África a España y Francia, pero también afecta a Italia e incluso al Reino Unido. Varias ciudades del norte de Italia han anunciado el racionamiento de agua y la región de Lombardía (norte) podría declarar el estado de emergencia, ya que una sequía récord amenaza las cosechas.

Por tercer día consecutivo, el Reino Unido registró su jornada más calurosa del año, con temperaturas que superaron los 30ºC a primera hora de la tarde. En Francia se han tomado medidas especiales en las residencias de ancianos, todavía marcadas por la mortal ola de calor de 2003. Los edificios se rocían con agua para refrescarlos y se rota a los residentes en habitaciones con aire acondicionado. En algunas regiones se han reducido los límites de velocidad, incluyendo los alrededores de París, para limitar la concentración de smog u ozono nocivo por el calor.

En España, los incendios forestales calcinaron casi 11.000 hectáreas en la Sierra de Culebra
En España, los incendios forestales calcinaron casi 11.000 hectáreas en la Sierra de Culebra

La OMM, en su último informe presentado en mayo pasado sobre el estado del clima mundial dijo que la subida del nivel del mar, el aumento de su acidez, el incremento de temperaturas y de concentración de gases de efecto invernadero son cuatro de los principales indicadores del cambio climático que han batido un nuevo récord en 2021 y que han hecho saltar las alarmas de esa organización.

El informe de la OMM, comienza por destacar los niveles de los principales Gases de Efecto Invernadero: el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Cada uno de ellos se encuentra por encima del 100% de los niveles que se registraban en la era preindustrial, especialmente el metano que supera el 200%. Todos estos gases, especialmente el dióxido de carbono, tienen un efecto directo, tanto en las temperaturas globales como en la salud de los océanos. “Los últimos siete años han sido registrados los más calurosos desde que se tiene constancia y es solo cuestión de tiempo que se vuelva a batir el récord de año más cálido jamás registrado”.

La OMM confirmó que la subida paulatina y progresiva de los termómetros en “los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia”, 2021 fue uno de ellos, no el más cálido de todos. Debido a una bajada temporal de las temperaturas que se registró por La Niña al inicio y al final del año.

La subida del nivel del mar, el aumento de su acidez, el incremento de temperaturas y de concentración de gases de efecto invernadero son cuatro de los principales indicadores del cambio climático  (Getty Images)
La subida del nivel del mar, el aumento de su acidez, el incremento de temperaturas y de concentración de gases de efecto invernadero son cuatro de los principales indicadores del cambio climático (Getty Images)

“Sin embargo -prosiguió el informe- ese efecto provisional de enfriamiento no invirtió la tendencia general de aumento de las temperaturas. En 2021, la media mundial superó en aproximadamente 1,11 ± 0,13°C los niveles preindustriales”, mencionó el informe. El límite consensuado por la comunidad científica es de 1,5°C para evitar consecuencias catastróficas. El margen ya se cuenta en décimas.

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