La técnica, el balón siempre cerca del pie y su talento para crear son su marca registrada. Luan Guilherme de Jesús Vieira es la máxima figura del Gremio, rival del Real Madrid en la final de este domingo en el Mundial de Clubes que se disputa en Abu Dhabi. Detrás de sus recursos ofensivos inagotables y su gambeta impredecible, hay una historia dramática.
Nacido el 27 de marzo de 1993, en San José del Río Negro (San Pablo), Luan es un diamante en bruto pulido en las propias categorías menores del Gremio. Pero mucho antes del fútbol, debió afrontar grandes dificultades. Su padre murió en un accidente de tránsito cuando él tan sólo tenía 5 años. Su madre trabajó siempre doble turno como limpiadora para que llevar la comida a casa y que su hijo pudiera ser futbolista. Lo sacó de las calles y lo motivó a esforzarse para cumplir su sueño. "Crecí sin padre y eso es muy complicado. Pero mi madre siempre hizo lo mejor para mí. Me animó todo el tiempo a seguir adelante. Estar en el Gremio hoy es un orgullo para ella", explicó el futbolista.
La gran agilidad de Luan y su infinidad de opciones a la hora de eludir rivales tienen una explicación: jugó fútbol sala hasta los 19 años. No es habitual que los jugadores profesionales se incorporen tan tarde al fútbol 11. Jugó algunos partidos en el Tanabi, equipo de la Serie B del Campeonato Paulista, y en el América, modesto equipo de su ciudad natal.
Una vez que demostró que podía adaptarse a las dimensiones de un campo de fútbol profesional, apareció el Gremio para terminar de potenciarlo y convertirlo en un volante exquisito, creativo y con capacidad goleadora: lleva 41 tantos en 163 partidos en toda su carrera.
Fue campeón olímpico junto a Neymar, Douglas Costa y Gabriel Jesús en Río 2016. Hace tres semanas, se proclamó campeón de la Copa Libertadores y fue elegido el Jugador Más Valioso del torneo. A los 24 años, jugará una final ante el poderoso Real Madrid y sueña con ser convocado por Tite para jugar el Mundial de Rusia 2018. Su salto a Europa no tardará en llegar. En la definición del Mundial de Clubes, Luan puede reescribir un nuevo capítulo dorado en su dramática historia.
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