Entre lágrimas, La Segura confirma que deja de hacer contenido para redes sociales

Preocupados y sorprendidos. Así quedaron los seguidores de Natalia Segura, mejor conocida como La Segura, luego de una reciente publicación que hizo redes sociales anunciando su retiro temporal en la creación de contenido para estas plataformas.

Según la caleña, la razón de su decisión radica en las graves complicaciones de salud que ha tenido en meses recientes por cuenta de unos “dolores crónicos” en su espalda y extremidades que la han llevado a visitar diferentes especialistas.

Incluso, hace un par de semanas aseguró que tras someterse a un incómodo y doloroso proceso, estaba sintiendo una leve mejoría y pensó que todo iba a pasar muy rápido. Sin embargo, las molestias no se han ido del todo y a veces regresan con mayor fuerza.

A pesar de que su cuerpo tiene presencia de la peligrosa sustancia y tiene el 30 % de sus glúteos comprometidos, los médicos no han podido retirar los biopolímeros porque todavía no hay un diagnóstico definido y La Segura es una paciente con varias complicaciones.

“No era adecuado operar tan rápido porque no hay una certeza absoluta de que sea esto lo que me esté causando los dolores, aunque por supuesto hay que retirarlos. Y yo no tengo certeza absoluta de que sean los biopolímeros pero yo siempre en mi corazón así lo he sentido”, agregó.

Por último, Natalia Segura reiteró que para poder recuperarse del todo necesita estar enfocada plenamente en su salud, por lo cual decidió hacer una “pausa” en su labor como creadora de contenido digital.

¿Cómo ocurrieron los hechos en los que La Segura resultó herida?

Según contó en uno de sus videos para Youtube, ese día Natalia le pidió a su hermano y a su abuela que la acompañaran al carro que tenía estacionado a unas cuadras del sitio, pero ante la negativa de su familia solicitó a uno de sus amigos que fuera con ella. Sin embargo, fue allí cuando recibió los disparos que, según ha contado la influenciadora, fueron obra de la entonces amante de su ex novio.

Ya dentro del vehículo, empezó a gritar al no sentir la parte inferior de su cuerpo, por lo que un vecino la auxilió y la llevó a un hospital, donde tuvo que pasar por dos cirugías de tórax, pero los médicos le dijeron que no volvería a caminar y esto lo recuerda con bastante inconformismo porque, para ella, era necesario dar al menos una luz de esperanza y decir que, con trabajo, se podría recuperar al menos el movimiento “de un dedo, nada más”.

A pesar de que duró varios años en terapia, a La Segura le quedaron varias secuelas en su cuerpo, pues no puede correr o ponerse tacones, tampoco tiene buen equilibrio, le da espasticidad (sus músculos se ponen tensos y duele bastante) y cuando hace mucho frío no se puede movilizar muy bien. Además, le dan calambres y otras molestias, aunque agradece que hoy pueda caminar.

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