Los detalles que se filtraron sobre el matrimonio de la mamá de Iván Duque

Tal y como se había confirmado meses atrás, Juliana Márquez, madre del presidente Iván Duque Márquez, volvió al altar el pasado 23 de diciembre para dar el ‘sí' y contraer nupcias con el reconocido abogado Carlos Alberto Jaramillo. Sin embargo, la boda se planeó como un evento privado y tan solo fueron apenas 20 los asistentes que presenciaron este momento.

Así lo confirmó revista Semana, desde la cual se recogieron imágenes, declaraciones e información exclusiva del matrimonio civil que presidió la notaria María Inés Pantoja, antigua esposa del exministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo, fallecido a principios del año en curso.

Entre los asistentes a la ceremonia, según el medio de comunicación, destacó la presencia de Iván Duque y su esposa María Juliana Ruiz; así como de sus hijos Matías, Eloísa y Luciana, los nietos favoritos de la novia. De igual manera, arribaron a la casa materna del presidente de Colombia su hermano Andrés y los miembros de su familia.

Además, el médico Carlos Jaramillo, uno de los expertos más reconocidos de la medicina funcional en América Latina e hijo del ahora esposo Carlos Alberto Jaramillo, también hizo presencia en el lugar de la mano de Adri Zambrano, su esposa. Mientras que la ganadora del ramo fue Juliana Márquez Pérez, prima del jefe de Estado.

Es clave mencionar que la mujer ibaguereña, graduada en ciencias políticas en la Universidad de los Andes, quedó viuda en 2016 luego de que falleciera Iván Duque Escobar, padre del presidente y quien destacó por haber sido senador de la República, gobernador de Antioquia y ministro de Minas y Energía; así como por ocupar diversos cargos en el sector público y privado.

Sobre las causas de muerte del político antioqueño, Iván Duque relató en una entrevista con RCN Radio que su padre estuvo tres meses agonizando en una sala de cuidados intensivos, a tal punto que los médicos llamaron a la familia y les informaron que su estado de salud era muy grave y que ya habían tenido que revivirlo tres veces, por lo que les preguntaron si estarían dispuestos a firmar un documento en el que se establecía que si volvía a tener otro incidente de esos, no se reviviera. No obstante la familia se negó.

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