Nueva controversia a un mes de conmemorar los 25 años del asesinato del líder político Álvaro Gómez Hurtado

El próximo 2 de noviembre se cumplen 25 años del asesinato del excandidato presidencial Álvaro Gómez Hurtado, un magnicidio con diferentes tesis, que, a pesar de haber sido declarado de lesa humanidad por la Fiscalía en 2017, aún no se ha podido esclarecer.

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Álvaro Gómez Hurtado
Álvaro Gómez Hurtado

La última en referirse al crimen del líder conservador fue la exsenadora del Partido Liberal Piedad Córdoba, que mencionó a medios de comunicación, que tenía “información clara y contundente” frente al homicidio. Y que “sería bueno que los que hicieron lo que hicieron cuenten la verdad”.

Adicionalmente, Córdoba afirmó, en el programa El Debate de la revista Semana, “yo sí sé algo y por esa razón me presento ante la Comisión de la Verdad (…) el día que yo me vuelva a presentar con este tema, lo haré con las pruebas en la mano”.

Estas declaraciones se viralizaron luego del ataque armado contra el vehículo blindado en el que se movilizaba el esquema de seguridad de la exsenadora, la noche del miércoles 30 de septiembre.

Por su parte, la Fiscalía confirmó, este viernes 2 de octubre, que citó a la excongresista para que entregue la información que posee sobre el asesinato de Gómez Hurtado, pero se desconoce si será en calidad de testigo.

Versiones encontradas

Mauricio Gómez, hijo del excandidato presidencial, se pronunció de manera contundente contra Córdoba, el expresidente Ernesto Samper y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Gómez aseguró a El Tiempo, que la excongresista, “conocida amiga de Ernesto Samper, por no mencionar a sus demás contertulios de Unasur, dice que tiene pruebas de que a Álvaro Gómez lo mataron las Farc. Una tesis vieja y absurda que no tiene el menor asidero probatorio”.

También mencionó que él sabe que a su padre lo asesinaron por lo incómodo que resultaba para lo que él denomina como el “régimen”, del que dice “hay pruebas de que la policía secreta del DAS le hacía un seguimiento diario” y en el que la Fiscalía, de una manera “deliberada”, desvió las investigaciones del magnicidio.

Por último, Gómez aseveró que se está conformando “una fábrica de impunidad” en la que se estaría responsabilizando a las Farc de diferentes crímenes para luego juzgarlos en la JEP y de esta manera “blanquearlos”.

Por su parte, Enrique Gómez Martínez, sobrino del político conservador, denunció, en una entrevista para Semana que, detrás del crimen de su tío, estarían el expresidente Ernesto Samper y el candidato presidencial Horacio Serpa y que el magnicidio habría sido ejecutado por el cartel del Norte del Valle en complicidad con algunos policías.

Tesis que contrastó el expresidente Samper frente a la Comisión de la Verdad, en la que aseguró que el crimen fue parte de un complot contra su gobierno por parte de un grupo de militares de la Brigada XX, que ejecutaron el magnicidio y en que él no tuvo relación. Argumentos que confirma el periodista Jorge Gómez Pinilla en el libro “Los secretos del asesinato de Álvaro Gómez Hurtado”, en el que tras una investigación exhaustiva determinó que la familia del líder conservador está en busca de beneficios económicos.

En la imagen el expresidente
En la imagen el expresidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998). EFE/Carlos Durán Araújo/Archivo

El magnicidio

Álvaro Gómez Hurtado fue asesinado el 2 de noviembre de 1995, frente a la Universidad Sergio Arboleda, de donde era catedrático. Este crimen se produjo en un periodo de agitación política en el que fueron asesinados otros líderes como el candidato presidencial del Partido Liberal Luis Carlos Galán y el país se encontraba en medio de un escándalo por la supuesta filtración de dineros del narcotráfico a la campaña del presidente electo Ernesto Samper.

El líder político que fue candidato presidencial en tres oportunidades, dos como conservador y la última, cinco años antes de su muerte, por el Movimiento Salvación Nacional mencionó alguna vez: “el presidente Samper no se cae, nadie lo está tumbando. Pero tampoco se puede quedar”.

Gómez Hurtado, hijo del expresidente conservador Laureano Gómez, fue elegido por la Asamblea Nacional Constituyente para redactar la Constitución de Colombia de 1991, que contó con la participación de miembros del M-19, guerrilla que lo había secuestrado entre mayo y julio de 1988.

Paradójicamente, el líder político tuvo como lema en su última campaña presidencial: ‘Que no maten a la gente’.