(Desde Montevideo, Uruguay) - La diputada suplente del Frente Amplio uruguayo Martina Casás (29) venía sufriendo desde “hace mucho tiempo” acoso sexual y laboral de parte del titular de esa banca del Parlamento uruguayo, Gustavo Olmos (62). La incomodidad sostenida en el tiempo –como lo definió su abogado, Juan Raúl Williman, en radio Sarandí– provocó que la legisladora denunciara esa situación primero ante su sector político y finalmente en la Justicia.
El primer paso que tomó Casás fue la denuncia ante la agrupación Marea Frenteamplista, un sector socialdemócrata de la coalición de izquierda uruguaya. La noticia –informada por El País el 26 de noviembre– provocó que Olmos se tomara licencia en el Parlamento y que su sector elevara el caso al Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio.
Las únicas declaraciones públicas que dio Olmos fueron cuando el diario uruguayo difundió la información. El legislador afirmó que la situación lo tomó “absolutamente por sorpresa” y contó que con Casás trabajaban a la par y tenían una relación “correcta y afectuosa”.
“Sobre el fondo del asunto no me voy a expresar. Sobre el proceso, supe que una compañera había hecho una acusación y –más allá de que no coincido con la percepción de lo que transmite, porque nunca vi nada concreto– planteamos el tema y lo discutimos colectivamente en nuestro grupo. Nos pareció que lo que daba garantías a todas las partes era que yo pidiese licencia, de forma de despejar cualquier incidencia mía en la tramitación del asunto”, afirmó.
El siguiente paso que siguió Casás fue la presentación de un escrito al Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, en el que detalló los hechos que la llevaron a contar esa situación. El detonante de la acusación fue que Olmos la arrinconó y le dio un beso, según informó El Observador en base a lo que la denunciante detalló en su escrito.
Además, Casás señaló que había una compleja dinámica laboral en el despacho parlamentario y que Olmos intentó tener contacto físico sin su consentimiento.
Casás presentó en tanto una denuncia penal por acoso sexual y laboral contra su compañero de bancada este lunes 11, que se sumó a un reclamo ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, como informaron medios locales.
En la denuncia que presentó, Casás aseguró que Olmos ejercía el acoso sexual al darle “besos”, “abrazos de despedida de jornada” y “toque en sus glúteos sin el consentimiento”, informó Montevideo Portal. La diputada aseguró que su compañero se “sobrepasó” en algunas invitaciones para “estar juntos en circunstancias de recorrer el país” por temas laborales. La denuncia por acoso laboral, en tanto, tiene sustento porque entre ambos hay una relación jerárquica, ya que Olmos es su “jefe directo”.
El caso pasó al Juzgado de Familia, que definió que Olmos tiene prohibido acercarse a la denunciante en un radio de 500 metros y comunicarse con ella.
En las declaraciones radiales de este martes, Williman detalló que este hecho es algo “sostenido en el tiempo”, que Casás “intenta evitar pero no puede”. “A veces uno intenta evitarlo, pero en relaciones tan cotidianas, tan íntimas, es muy difícil evitar esas situaciones”, declaró.
Williman respondió a una versión que indica que la situación era consentida por la diputada suplente. “Martina tiene muy en claro en su fuero íntimo que no lo provocó, ni es su culpa, ni consintió ninguno de los actos de naturaleza sexual”, afirmó su abogado.
El defensor contó que cuando llevó su caso lo hizo con una “angustia importante” y destacó la “valentía” que tuvo al denunciar a Olmos, ya que se expone a que se comente y diga “cualquier cosa de su denuncia”.
Para este martes está prevista la declaración en Fiscalía de los dos implicados. El abogado detalló que Casás cuenta con testigos de los hechos y anticipó que, para él, el caso terminará en un juicio oral y público.