La oposición de Nicaragua en el exilio llamó a no votar en las elecciones municipales: “Son una farsa”

La Unidad Nacional Azul y Blanco señaló que la jornada electoral del próximo 6 de noviembre carece de competencia política

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Rosario Murillo y Daniel Ortega
Rosario Murillo y Daniel Ortega

El movimiento político Unidad Nacional Azul y Blanco de Nicaragua llamó desde el exilio este lunes a los nicaragüenses a no participar en las elecciones municipales del 6 de noviembre próximo, que las tildó de “farsa”.

“Llamamos a todos los nicaragüenses a que se queden en sus casas, rechacen esta farsa electoral, no salgan a votar, y exijan de forma simultánea la liberación de todas las personas presas políticas, el retorno de las personas exiliadas y la apertura a una transición democrática en nuestro país”, dijo el miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Juan Diego Barberena, en un video enviado desde el exilio a medios de comunicación.

Un total de 3.722.884 nicaragüenses mayores de 16 años, la edad mínima para votar, están aptos para elegir el 6 de noviembre próximo a los alcaldes, vicealcaldes y concejales de los 153 municipios del país, según los datos del Consejo Supremo Electoral (CSE), que en un año dio de baja a 755.450 electores sin explicar los motivos.

En las elecciones generales de noviembre de 2021, en las que fueron reelegidos Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo como presidente y vicepresidente, respectivamente, con sus principales rivales en prisión, el Poder Electoral convocó a votar a 4.478.334 nicaragüenses.

Las elecciones presidenciales fueron denunciadas como amañadas y carentes de legitimidad por la comunidad internacional ya que Ortega detuvo a todos sus contrincantes y opositores políticos, lo que le despejó su camino al triunfo.

El oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que actualmente gobierna 141 alcaldías, es el favorito para obtener el control de todas las municipalidades de Nicaragua, debido a la ilegalización de tres partidos opositores y el encarcelamiento de sus principales dirigentes.

Foto de archivo. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, saluda a los soldados durante el juramento del comandante en jefe del ejército nicaragüense, el general Julio César, en la plaza de la Revolución en Managua, Nicaragua, 21 de febrero,  2020. REUTERS/Oswaldo Rivas
Foto de archivo. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, saluda a los soldados durante el juramento del comandante en jefe del ejército nicaragüense, el general Julio César, en la plaza de la Revolución en Managua, Nicaragua, 21 de febrero, 2020. REUTERS/Oswaldo Rivas

Comicios sin competencia política

En una declaración, la Unidad Nacional llamó a abstenerse de participar en “unas votaciones que se llevarán a cabo sin ningún tipo de competencia política, con más de 230 personas presas políticas, con las libertades públicas e individuales de los nicaragüenses conculcadas (...), sin ningún tipo de posibilidad que la ciudadanía nicaragüense pueda elegir libremente a sus autoridades municipales”.

La Ley Electoral de Nicaragua, reformada en mayo de 2021, prohíbe difundir propaganda electoral “que signifique un llamado a la abstención”.

Además, en sus artículos 174 y 175 establece que será sancionado con arresto inconmutable de seis a doce meses por abstenerse de votar, y con arresto inconmutable de uno a dos años al que “aprovechándose de sus funciones o atribuciones presione a sus subalternos a votar en determinado sentido o abstenerse”.

Un llamado similar a no votar lanzaron diferentes organizaciones de oposición ante las elecciones generales de 2021, en las que el abstencionismo alcanzó el 81,5 % de los votantes, según el observatorio de incidencia electoral Urnas Abiertas, sin embargo el Consejo Supremo Electoral, controlado por el oficialismo, la fijó en 34,74 %.

“Esta nueva farsa electoral del orteguismo lo único que generará es mayor rechazo internacional, pero además mayor ilegitimidad interna, denotará la ilegitimidad total, a todos los niveles de la dictadura Ortega Murillo”, resaltó Barberena.

La legitimidad de las elecciones de 2021 fueron rechazadas por una parte de la comunidad internacional, entre ellos los países de la Unión Europea y la mayoría de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que alegaron no cumplió con las normas mínimas para ser consideradas democráticas.

(Con información de EFE)

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