La casa del horror en Uruguay: dos de las hermanas que eran violadas por sus hermanos fueron trasladas a un hogar de menores

El caso de la familia en que tres hermanos abusaron durante años de sus otros tres hermanos y su mamá conmociona al país

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Las dos hermanas de 26 y 35 años que sufrían violencia extrema en su casa, siendo víctimas de violaciones y abusos durante mucho tiempo, fueron trasladadas a un hogar el Ministerio de Desarrollo Social para su cuidado
Las dos hermanas de 26 y 35 años que sufrían violencia extrema en su casa, siendo víctimas de violaciones y abusos durante mucho tiempo, fueron trasladadas a un hogar el Ministerio de Desarrollo Social para su cuidado

Las dos mujeres de 26 y 35 años que fueron encontradas por la Policía en Uruguay en una situación de violencia doméstica extrema fueron trasladadas del Hospital Pereira Rossell a un hogar del Ministerio de Desarrollo Social. Mientras tanto, la madre y el hermano menor de 13 años, que en principio también había sido hospitalizado, volvieron a su vivienda al norte de Montevideo.

Ambas hermanas fueron atendidas por la Secretaría de Discapacidad porque, según se informó de manera oficial, presentaban discapacidades mentales que continúan siendo evaluadas por especialistas, informó el diario El País.

El caso llegó a manos de las autoridades el domingo 7 de marzo cuando, en un barrio periférico al norte de Montevideo, una mujer escuchó gritos en la casa de al lado. Se acercó al jardín de sus vecinos y vio cómo un hermano violaba a su hermana en plena luz del día. Ella se contactó de inmediato con la Policía (aunque luego no quiso hacer la denuncia por miedo a represalias en el barrio) y a los minutos llegaron al lugar patrulleros de la Unidad de Respuesta Rápida de Montevideo (URPM).

Al entrar, se encontraron con la madre que aceptó que su familia gritaba, pero porque “estaban locos”. Hallaron a las dos jóvenes que se encontraban en estado de desnutrición total (sus cuerpos tenían la altura de niñas de 13 años), falta de higiene acumulada durante años y signos de violencia.

Ambas estaban en estado de shock. La mayor no podía hablar, sino que se tapaba la cara con una mano y se aferraba a un oso de peluche. La menor, por su parte, logró intercambiar algunas palabras con los agentes, razón por la que fueron retiradas de allí.

Más tarde, la madre terminó confesando que sus dos hijas, el hijo de 13 años (que también fue acusado de violar a sus hermanas) y ella fueron víctimas de abuso sexual de manera reiterada por sus otros tres hijos.

Fueron trasladados a la clínica Centro Coordinador del Cerro para que recibieran primeras atenciones médicas. Uno de los policías a cargo declaró entonces que “las dos mujeres estaban muy hambrientas. Una de ellas relató a un médico que no comía desde hacía días. Pasaban a mate y cigarros”, expresó uno de los policías y agregó que “lo único que hicimos fue sacarlas de su casa. Los hermanos volaron de allí”. Luego, se los trasladó al hospital público Pereira Rossell.

Karen Sass, la directora de esta área del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), confirmó que “en el Mides tuvo un intento de acercamiento a esta familia a partir de un pedido de intervención, pero no logró ubicarlas. Y recién ahora se nos puso en conocimiento de esta situación. Es la primera vez que la Dirección Nacional de Discapacidad interviene”, según Subrayado.

La fiscal de Delitos Sexuales, Mariana Alfaro, dijo que “la situación es crítica y que la investigación va a ser larga”
La fiscal de Delitos Sexuales, Mariana Alfaro, dijo que “la situación es crítica y que la investigación va a ser larga”

La jerarca aclaró que el Mides llega a este tipo de casos críticos bastante a menudo y que, “por suerte hubo una vecina que se animó a denunciar, eso es muy importante”. Solo de esa forma es que se logra que las autoridades se enteren de este tipo de situaciones y el objetivo, luego de informado, es “dar vuelta estas situaciones que son muy complejas”, enfatizó Sass.

El equipo técnico del Hospital Pereira Rossell, en conjunto con el ministerio, se encuentran trabajando con cuidado de no poner en riesgo a las víctimas. “Queremos que de a poco vuelvan a tener una vida digna”, concluyó y agregó que la idea es que luego de la intervención profesional sean llevadas a un hogar más definitivo del que se encuentran.

Con respecto al estado judicial del caso, la fiscal de Delitos Sexuales, Mariana Alfaro, dijo que “la situación es crítica y que la investigación va a ser larga”. Debido al estado de shock, las jóvenes todavía no pudieron declarar ante la Físcalía de Delitos Sexuales. Porque la investigación recién comienza y la fiscal no solicitó la detención todavía, los abusadores se encuentran en su casa.

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