Periodistas ecuatorianos fueron asaltados y agredidos durante una transmisión en vivo

Los delincuentes ingresaron al set en donde se realizaba la transmisión. Todo quedó registrado en video.

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Dos periodistas transmitían en vivo el noticiero del medio digital DulzuraTV cuando fueron asaltados y agredidos por delincuentes que se robaron sus herramientas de trabajo.

El periodista Jhony Urgiles y el camarógrafo Diego Vélez transmitían en vivo el noticiero del medio digital DulzuraTV cuando fueron asaltados y agredidos verbal y físicamente por dos sujetos que ingresaron a las instalaciones ubicadas en la Troncal, provincia de Cañar, en la sierra ecuatoriana.

Pasadas las siete de noche, cuando habían presentado la primera nota del informativo, Urgiles se percató de que ingresó un desconocido a las instalaciones. En el video de la transmisión se puede observar al periodista levantarse y alejarse del intruso, que usa un casco de motociclista y que procede a tomar los artículos del escritorio. Mientras tanto se puede escuchar en el fondo el grito del comunicador: “Auxilio, nos roban”. Acto seguido, el asaltante agrede al periodista y se corta la transmisión.

De acuerdo con el testimonio de los periodistas, un segundo intruso que portaba un arma de fuego ingresó a las instalaciones y agredió físicamente al camarógrafo. Los asaltantes se llevaron una laptop, teléfonos celulares y equipos de grabación que el medio usaba diariamente para sus coberturas.

Urgiles contó a la Fundación Andina Para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), una ONG que monitorea los atentados contra la libertad de expresión, que escapó de los delincuentes y logró tocar la sirena del barrio para alertar a los vecinos, pero los asaltantes abandonaron el lugar con los equipos del medio de comunicación. Después de 30 minutos, la Policía Nacional llegó al lugar de los hechos y recogió la versión de los agredidos.

La Red de Periodistas Libres, un organismo que trabaja en favor de la libertad de expresión y del libre ejercicio de la profesión periodística en Ecuador, expresó su preocupación por el violento asalto y ha exhortado a las autoridades competentes a investigar el caso.

Las agresiones a periodistas en Ecuador

El asalto a DulzuraTV, que incluyó golpes e insultos, no es un hecho aislado. En febrero de este año, Diego Ordinola, periodista de DirecTV Sports, y el camarógrafo que lo acompañaba, vivieron una situación similar a la sucedida en Cañar. Mientras Ordinola se preparaba para salir a aire, fue atracado por un sujeto que portaba un arma de fuego y que le robó su teléfono celular. Esto sucedió a las afueras del Estadio Monumental Isidro Romero Carbo, casa del Barcelona Sporting Club, en Guayaquil.

Fundamedios registró un total de 793 agresiones contra periodistas, medios de comunicación, ciudadanos o activistas durante los cuatro años de gobierno de Lenín Moreno. De los casi 800 atentados, 371 fueron agresiones y ataques y 120 fueron perpetrados por desconocidos.

Las víctimas de estas agresiones ascienden a un total de 1.702 periodistas y medios de comunicación, según el informe. En los registros de Fundamedios se pueden identificar restricciones en el espacio digital, agresiones, ataques, amenazas, procesos judiciales, censura, dificultades de acceso a la Información, discurso estigmatizante y la muerte de 31 periodistas por COVID-19.

Solo entre enero y mayo de 2021 se registraron 133 agresiones, de las cuales, 113 corresponden a periodistas, once a medios de comunicación, seis a activistas, cuatro a ciudadanos y una a un organismo de periodistas. De estas, 79 agresiones ocurrieron durante el reciente periodo electoral que vivió el país.

Estas cifras están en el informe “Reformas a medias, inseguridad, impunidad, medios públicos desmantelados, el legado de Lenin Moreno con la libertad de expresión”. En el documento también se profundiza sobre uno de los casos más graves ocurridos en la historia reciente de Ecuador: el de Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra, periodistas de Diario El Comercio que fueron secuestrados y asesinados en la frontera entre Ecuador y Colombia por disidentes de las FARC en marzo de 2018.

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