“No amigo, que mate. ¿Estás drogado vos, papá? ¡¿Qué te hiciste, boludo?! Flasheaste. ¡Hay que esperar un poco!”, le dice Leandro Cordasco a su amigo de toda la vida, Gonzalo De Santis por WhatsApp cuando le escribe que está tomando mate y le envía la foto recién tatuado con los resultados de la primera ronda del Mundial Qatar 2022.
“¿Qué voy a esperar amigo, si hace 34 años que vengo esperando y no llega, boludo? Todos dicen: ‘si gana me lo hago’. Es lo mismo que el que dice: ‘si consigo trabajo me voy a Luján caminando’. ¿Por qué no vas caminando a Luján primero y después te fijás si te llega el laburo? Todos hacen la misma: ‘si gana me lo hago, si gana me lo hago’ y ¿qué estás sacrificando? Nada, si van a la fija. No, esto es para valientes. El que no, que se baje antes”, le contesta enérgico Gonzalo.
“Es más, y me olvidé de decirte: mirá al lado de dónde está hecho”, mostrando que se ubica junto a un tatuaje de Maradona. “Estás re loco ñato, estás re loco”, le contesta Leandro para luego agitar al ritmo de “Muchachos...”.

“En la zurda, en la que está el más grande de todos”, dice Gonzalo ilusionado. “Esta la vamos a ganar. Se tuvo que ir para ganarla”, luego de explicar que el “más grande de todos” no está presente, pero hará fuerza para ganar. “Desde allá arriba todavía lo seguimos necesitando y pidiéndole ayuda”.
“Estás re loco pedrito (suelen cambiarse los nombres), pero quién nos roba la ilusión. Vamos Argentina lpm”, le responde con toda la esperanza.
Se conocen desde muy chicos. Tienen 34 y 36 años; uno es abogado y el otro comerciante; uno es de Boca y el otro de River; se hacen llamar “Burro” y Ñato”. Lo que los une es inquebrantable: su amistad de toda la vida y el amor por la Selección Argentina.
“Tenemos una pasión por el fútbol. En el 2014 no teníamos un mango; estábamos viendo las semifinales; terminó el partido y dijimos: ‘vamos a la final’. Agarramos el auto; conseguimos tres personas más y el jueves a la noche salimos para Río de Janeiro”, le cuenta Leandro a Infobae. “Llegamos el sábado a la medianoche pero no conseguimos lugar”. Así de loco es el amor que sienten por la celeste y blanca. Si bien esa vez no pudieron ingresar y se volvieron con las manos vacías, nada los detuvo.

Leandro, a pesar de conocer a su amigo, no podía creer el nuevo tatuaje. “Él estaba tomando mate en su casa y yo había vuelto de trabajar. Me mandó la foto y dije: ‘no, este pibe está más loco de lo que pensé´. Estamos todos muy ilusionados. Me pareció que toda la Argentina está de la misma manera que él, por ahí con un gramo menos de locura”, explica con una sonrisa.
Ni bien subió el video a su cuenta de TikTok @leandrocordasco, la publicación se volvió viral y recibió el apoyo de cientos de argentinos que aseguraron sentirse igual de ilusionados. Todos con el mismo sentimiento y la misma ilusión; imposible dejar de soñar.
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