Mónica Islas, la mamá de Rocío Oliva: de una tragedia familiar que aún duele a ser la ex suegra de Diego Maradona

La mujer de 51 años salió en los últimos días a defender a su hija y apuntó sin vueltas contra Claudia Villafañe y Dalma Maradona

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Rocío Oliva y su mamá, Mónica Islas
Rocío Oliva y su mamá, Mónica Islas

“Mi mamá me cuidó toda mi vida, desde que soy bebé. No me crió una niñera. Mi mamá es una madraza, que cuando se quedó viuda iba a limpiar casas ajenas para darme de comer”, se refirió Rocío Oliva sobre su madre, Mónica Islas, luego de que ambas protagonizaran un cruce con Claudia Villafañe y Dalma Maradona.

En los últimos días, la figura Mónica tomó notoriedad en los medios. Por favor, decile a Dalma públicamente que no se meta conmigo, que cuando yo hable las dejo a ella y a la madre chiquititas”, Nada tienen que decir de mí como madre. Yo no soy una chorra. Ya le voy a escribir directamente a esa cucaracha, “Yo no me meto con nada, yo no tengo nada que ver en esta historia. Yo apoyo a mi hija y voy a estar con ella en cualquier ocasión”, “Me molesta que me involucren a mí porque si tengo que hablar, ¿sabés qué?”.No molesto a nadie, no conozco a esas pibas y nunca las traté. No se pueden meter con mi persona porque nunca les falté el respeto”, fueron algunas de las frases que dijo la mujer que en los últimos años supo estar, en silencio, y muy cerca de Diego Maradona.

Islas había estallado por una frase de Dalma que, sin mencionarla, cuestionaba la crianza que le brindó a la panelista de Polémica en el Bar. “El que va con la verdad, nunca tiene miedo. Qué lindo tener una mamá tan genia (lamento que no te haya pasado mi ciela)”, decía la hija mayor de Villafañe, sin saber que sus palabras harían que luego de años, la mujer rompiera el silencio, no solo para defenderse a ella, sino también a su hija, como ya lo había hecho en otras oportunidades cuando el Diez la había acusado de ladrona.

Rocío Oliva y su mamá, Mónica Islas, en Ezeiza
Rocío Oliva y su mamá, Mónica Islas, en Ezeiza

Mónica fue mamá muy chica, tenía nada más que 21, cuando junto con su pareja, Juan José Oliva, se convirtieron en papás de Rocío. Él ya era papá de Gastón, dos años mayor que la jugadora de fútbol. También era muy joven cuando la tragedia llegó a la familia y enviudó, teniendo que hacerse cargo sola de su hija.

Rocío tenía doce años y ella 33 cuando al finalizar una fiesta familiar Juan fue baleado y murió minutos después en el hospital. “Fue horrible. Vi caer a mi papá. Y le guardaba la billetera en la carterita. Los asesinos pasaron por al lado mío. Le apuntaron a los nenes, a los bebés. Las madres los revoleaban como pelotas para salvarlos, fue horrible todo. Me dijeron que mi papá tenía una entre diez posibilidades de salvarse. Cuando lo llevaban al hospital, decía que no se hicieran problemas”, relató Rocío alguna vez.

El asesinato fue el 15 de junio en el salón de fiestas “Caramelo”. La familia celebraba los cuatro años de una primita de Rocío cuando luego de una discusión por el horario en el que había que dejar el lugar, los dueños de la instalación comenzaron a disparar. Además resultaron heridos un tío y el hombre encargado de poner música.

Rocío con sus papás, minutos antes de que asesinaran a José Oliva
Rocío con sus papás, minutos antes de que asesinaran a José Oliva

De ahí en más, la mujer del barrio Obligado, de Bella Vista, salió a trabajar, como Oliva contó, para poder mantenerla. Años más tarde volvió a formar pareja con José Digno Valiente, quien ya tenía un hijo también y con quien se convirtió en mamá nuevamente. En el 2009 nació Luciano a quien Rocío, dada la diferencia de edad que los separa, cuida como a un hijo y en sus redes define como su “vida”.

Aunque la mujer de 51 años y su hija mayor son incondicionales y ella salió a defender a la joven en los medios, la relación entre ambas tuvo sus altibajos y en el 2014 la ex de Diego Maradona denunció a su mamá y al marido de ella, acusándolos de ejercer violencia doméstica. En ese momento Islas habló: “No estaba al tanto de la denuncia pero como te dije, a esta altura no me sorprende nada. Luciano, mi hijo, tiene 6 años y no puedo permitir que haga lo que quiera. Soy la madre y si alguna vez le tengo que dar un chirlo, se lo voy a dar porque se está formando y hay que ponerle límites. Rocío tiene una relación muy especial con su hermano, pero no puedo dejar que falte el respeto. No hay ninguna ley en el mundo que me diga qué puedo hacer con mi hijo”.

Sin embargo supieron acercar diferencias y recomponer su relación. Incluso entre sus parejas ya que en más de una oportunidad Maradona visitó a la familia Islas Valiente, pasaron cumpleaños juntos y hasta estuvo tomando mate en el puesto de diarios que el padrastro de Rocío tiene en el barrio, en la esquina de Riccheri y Santa Fe. Es que por cuestiones de edad, el Diez podía encontrar más cosas en común con sus ex suegros que con su propia ex pareja.

El cumpleaños número 47 de Mónica Islas, con Rocío, Diego Maradona., el marido de la anfitriona, José Valiente y Luciano, el hijo de ambos
El cumpleaños número 47 de Mónica Islas, con Rocío, Diego Maradona., el marido de la anfitriona, José Valiente y Luciano, el hijo de ambos

Incluso el ídolo deportivo y el padrastro de la ahora panelista viajaron juntos al Mundial de Rusia 2018 donde disfrutaron de los encuentros que se disputó la Selección. La imagen de José Valiente se hizo viral luego de que comiera una empanada mientras Maradona se descompensaba en el palco durante el encuentro entre Argentina y Nigeria.

Maradona es un verdadero caballero con mi hija”, dijeron a una revista los vecinos de Bella Vista por el 2013 sobre los comentarios que había realizado Mónica apenas Diego y Rocío comenzaron a salir. La mujer, cuya casa donde vive habría sido una donación del Diez por el afecto que él le siguió guardando a Oliva incluso luego de haber terminado la relación amorosa, fue bastante mediática durante los primeros años de noviazgo. En el 2014, luego de que Pelusa denunciara a la futbolista por robo y ella quedara demorada, Islas salió a defenderla fervientemente: “Yo sé lo que es mi hija. No es ninguna ladrona. Él la quiere catalogar así ante todo el mundo, pero no lo es. Rocío no le robó nada, esto lo hace de despecho, de mala gente, de mal hombre”.

Sin embargo, se llamó a silencio durante los años que siguieron, hasta hoy y es una de las pocas en hablar sin problemas con nombre y apellido. Por si alguien faltaba, Mónica Islas es ahora una pieza más en el rompecabezas del entorno maradoniano que incluye abogados, médicos, ex mujeres e hijos y que solo el mismo Diego Armando Maradona sabía armar.

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