Susana Giménez conmovida por la muerte de Osvaldo Cattone: “Voy a extrañar mucho tu humor”

La diva despidió al actor y director argentino residente en Perú, a quien conoció durante su debut teatral en “Las mariposas son libres” en 1971

Compartir
Compartir articulo
Susana visitando a Cattone en Perú (Foto: Instagram)
Susana visitando a Cattone en Perú (Foto: Instagram)

Corría el año 1971 y una joven Susana Giménez se animaba a incursionar en las tablas con la obra Las mariposas son libres, que por entonces protagonizaban Rodolfo Bebán y Ana María Campoy, bajo la dirección de José Cibrián. Ella tenía los nervios típicos de cualquier debutante. Y quien la ayudó a calmarlos fue Osvaldo Cattone, con quien desde ese momento entabló una gran amistad. Por eso, al enterarse del fallecimiento del actor y director, quien desde hacía ya más de cuatro décadas residía en Perú, no dudó en expresar su tristeza a través de las redes sociales.

“Con mi querido amigo Osvaldo Cattone. La primera foto es en Lima, Perú, en el 2012. Lo fui a visitar y, como siempre, charlamos sin parar y nos reímos durante días”, escribió la diva en su cuenta de Instagram, junto a una imagen en la que se los veía a ambos sonrientes, mientras ella llevaba una rosa roja en su mano.

Y luego, haciendo alusión a otra fotografía en blanco y negro en la que se la ve a ella emocionada recibiendo los aplausos de sus compañeros, continúo: “La segunda es sobre el escenario, en el final de Las mariposas son libres, con la gran Ana María Campoy, donde nos conocimos e hicimos amigos para siempre”.

La Giménez, Osvaldo y Ana María Campoy en "Las mariposas son libres" (Foto: Instagram)
La Giménez, Osvaldo y Ana María Campoy en "Las mariposas son libres" (Foto: Instagram)

Finalmente, Susana le dedicó unas sentidas palabras a Cattone, quien murió este lunes a la edad de 88 años. “Te fuiste...voy a extrañar mucho tu humor, tu inteligencia, tus cartas y nuestras charlas”, escribió junto a un corazón y unas manos en señal de oración. Y su posteo se llenó de comentarios, muchos de ellos, de peruanos que aseguraban que su país estaba “de luto” por la partida de Osvaldo.

Nacido en Buenos Aires en el año 1933, Cattone había decidido radicarse en Perú a mediados de la década del ‘70 para protagonizar la telenovela Me llaman Gorrión. Y, desde entonces, se convirtió en una verdadera figura en el país vecino. En 1976 asumió la dirección del Teatro Marsano de Miraflores, donde dirigió varias decenas de obras. El último espectáculo protagonizado por él fue El padre, del autor francés Florian Zeller, que llegó al escenario del Teatro La Plaza en 2017 y en el que Osvaldo le daba vida a un anciano que padecía Alzheimer.

Al fines del año pasado, el actor y director había estado internado durante varios días en terapia intensiva por un grave cuadro de prostatitis aguda. Pero, ya recuperado, tenía previsto regresar a las tablas en breve con el estreno de la obra El rey se muere. Sin embargo, por lo que trascendió en los medios peruanos, habría sido una complicación de esa misma infección la que produjo su deceso.

Sé que no se puede vivir eternamente”, había dicho Cattone en una entrevista que había brindado hace unos meses. Y, en la misma nota, había asegurado que la muerte lo estaba buscando y que él iba “a aceptar su llamado”. Entre las tantas manifestaciones de pesar que hicieron públicas sus colegas peruanos, estuvo el comunicado del Ministerio de Cultura de ese país que se lamentó por la pérdida asegurando: ”Su legado quedará siempre con nosotros”.

SEGUÍ LEYENDO