Las historias de crímenes reales (llamados en inglés True Crime) se han covertido en uno de los géneros preferidos por la audiencia. Ya sean series ficcionadas como Dahmer, películas o miniseries documentales al estilo de Conversaciones con asesinos, estas historias parecen despertar la curiosidad del público. A esta lista de títulos cada vez más larga se le une uno nuevo, Killer Sally, una docuserie de tres episodios dirigida por la nominada al Oscar Nanette Burstein (Hillary), quien a través de este trabajo muestra un oscuro retrato de una pareja californiana de fisicoculturistas, destrozada por la violencia y el abuso.
Hace unos días llegó a la plataforma de Netflix esta producción y de inmediato se posicionó en los primeros sitios de las producciones más vistas en el servicio. La serie cuenta la historia de la amante del culturismo Sally McNeil, quien le disparó a su esposo Ray, mientras éste aparentemente la ahogaba, razón por la que accionó la arma que dejó sin vida a su pareja. La joven al momento de su arresto afirmó que tal acción la realizó en defensa propia, después de haber sido abusada por su esposo durante años.
“Sally afirmó que fue en defensa propia, una decisión de una fracción de segundo para salvar su vida. La fiscalía argumentó que fue un asesinato premeditado, la venganza de una esposa celosa y agresiva. La llamaron ‘matona’ y un ‘monstruo’”, dice la sinopsis y continúa: “Los medios se refirieron a ella como la ‘novia musculosa’ y la ‘princesa inflada’. La mujer dice que pasó su vida haciendo lo que fuera necesario para sobrevivir, atrapada en un ciclo de violencia que comenzó en la niñez y terminó con la muerte de Ray. Esta compleja historia de crímenes reales examina la violencia doméstica, los roles de género y el mundo del fisicoculturismo”.
La historia de esta pareja se remonta a 1987, cuando ambos se conocieron tras tener una misma afición: el fisicoculturismo. Sally tenía 27 años y tras enamorarse, rápidamente se casó con Ray McNeil, de 23 años. Ambos eran fisicoculturistas y competían profesionalmente, aunque esto provocó cierta tensión en su matrimonio. La mujer comenzó a trabajar en un “negocio fetichista” en el que ganaba dinero teniendo clientes que le pagaban para derrotarlos en sesiones de lucha libre. El día de San Valentín de 1995, Ray regresó a su hogar conyugal y la pareja tuvo una acalorada discusión. Como revela el avance del documental, ella fue a buscar una escopeta y le disparó a su esposo en el abdomen y la cabeza. Tras lo sucedido, Inmediatamente llamó al 911.
La mujer fue llevada ante las autoridades y empezó un juicio en su contra por asesinato premeditado. Un año después de la muerte de Ray, durante el juicio, Sally admitió haber matado a su esposo. La defensa de ella argumentó ante la corte que lo hecho por su defendida estaba justificado debido al continuo abuso de Ray y, en la noche en cuestión, él la asfixió y la golpeó. Sin embargo, se informó que no se encontró ADN en él para respaldar esta afirmación. La fiscalía, encabezada por el abogado Dan Goldstein, afirmó que debido a su físico y su estilo de vida, así como a condenas anteriores, era culpable y no había actuado en defensa propia.
En 1996, el tribunal decidió que era responsable del asesinato en segundo grado, lo que significa que tenía la intención de matar a su esposo, pero en el calor del momento y no de manera premeditada. Fue sentenciada a 19 años. Sally pasó su sentencia en el Centro para Mujeres de California Central en Chowchilla. En junio de 2020, fue puesta en libertad condicional y ahora reside en el norte de California. Los fanáticos han estado recurriendo a las redes sociales para compartir sus pensamientos sobre el revelador documental y muchos están de acuerdo en que Sally actuó en defensa propia.
Killer Sally plantea la cuestión de si uno debe ser considerado víctima solo si no hace nada, aunque sufra de violencia y abusos. Ciertos actos y decisiones de Sally habían sido incorrectos, y ella también los acepta en el documental, pero eso nunca puede descartar el hecho de que su esposo la había abusado física y sexualmente durante años antes de ese momento en que ella apretó el gatillo.
Killer Sally se encuentra disponible desde el 2 de noviembre en la plataforma de Netflix.
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