Se redujo la cantidad de fallos de la Corte Suprema integrada por cuatro miembros

La renuncia de la única mujer que quedada como miembro del máximo tribunal impactó en el funcionamiento

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De izquierda a derecha la nueva composición de la Corte: Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Ricardo Lorenzetti
De izquierda a derecha la nueva composición de la Corte: Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Ricardo Lorenzetti

La salida de Elena Highton redujo el caudal de sentencias de la nueva Corte de cuatro miembros. De un promedio de 331 sentencias semanales en 558 expedientes se pasó a 140 sentencias en 250 expedientes entre los que figura un fallo unánime para que se siga investigando a la ex ministra de Economía, Felisa Miceli en una causa donde fue acusada de administración fraudulenta. La Corte dejó sin efecto el sobreseimiento de la ex titular del Palacio de Hacienda en el acuerdo de este jueves que duró una hora.

Sin la firma Highton se dificulta llegar a la mayoría. Resta esperar qué decisión adoptará finalmente Carlos Rosenkrantz en las causas donde intervienen ex clientes suyos.

Con el regreso desde este jueves de los acuerdos presenciales post pandemia comienza a tomar forma la nueva Corte. La elección de Horacio Rosatti fue impulsada por Maqueda, a tal punto que su rol se fue consolidando en los hechos como el verdadero poder dentro del “tridente” como lo bautizaron algunos.

De hecho, Maqueda cita a Rosatti todos los lunes a su vocalía y allí se deciden los lineamientos que desea que sean aprobados. Algunos lunes también se suma Rosenkrantz a la convocatoria. Maqueda quiere mantener muy bajo perfil mientras avanzan algunos fallos. La idea de que la Corte se distancie de los jueces ha sido una de las grandes diferencias que ha tenido siempre con Lorenzetti. Por esta razón es que Rosatti, que ha invitado con alguna insistencia a algunos jueces, se tuvo que limitar a un saludo protocolar, porque Maqueda ha expresado claramente que no debe haber vínculos con los magistrados.

En la otra punta del cuarto piso del Palacio, en el ala donde están las vocalías de Lorenzetti y Rosenkrantz, el primero hace lo contrario: recibe a todos los jueces como lo viene haciendo desde que ingresó a la Corte en el año 2004.

El bajo perfil que Maqueda ha cultivado durante años generó algunos roces con Rosatti. No cayó del todo bien que buscara un “personalismo” que no se le tiene permitido a un presidente con un rol más bien protocolar apareciendo en la tapa de una revista.

Maqueda piensa que la Corte debe dictar fallos y nada más, algo complicado porque no se logran mayorías. El tribunal puede sacar una cantidad importante de decisiones que los ministros llaman fórmulas; es decir, rechazos (lo que en la jerga tribunalicia se conocen como “artículos 280″). Pero el trascendental rol de la Corte se explica con los fallos donde se redactan opiniones importantes.

Mientras tanto, en casos que no son de gran trascendencia, se van notando los perfiles de los ministros.

En cuanto a la Obra Social, es un tema que preocupa a Maqueda y ha hecho trascender que sería una “operación” de Lorenzetti para desgastarlo. Sin embargo, el tema está creciendo por varias denuncias que se han efectuado relativas a licitaciones de empresas cordobesas, una nueva denuncia muy grave contra Aldo Tonón y el malestar del gremio y las asociaciones de jueces. A ello cabe agregar que hoy en la Obra Social hay un director general -Tonón-; un director contratado, Mariano Althabe y una auditoría de seis personas.

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