La edad de imputabilidad volvió a calentar la interna entre Berni y Frederic

Esta semana Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, volvió a desentonar en el pentagrama kirchnerista. Fiel a su propio estilo, se expresó a favor de bajar la edad de imputabilidad y volvió a tensar la interna en el oficialismo.

Ocurrió después que un chico de 15 años fuera detenido como sospechoso de haber asesinado de un disparo en el cuello a un hombre de 37 años para robarle la bicicleta en el barrio porteño de Retiro.

Su posición se contrapone con la del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con la de su jefa política, la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, y hasta con la del jefe de Estado, Alberto Fernández.

“Las declaraciones de Berni no nos sorprenden, está clara su posición y no es nueva”, dice un estrecho colaborador de Kicillof. Y agrega: “El debate por la baja de la edad de imputabilidad es amplio y las posiciones son muy diversas entre los especialistas. El Congreso nacional debe darse el tiempo necesario para estudiar y analizar con profundidad”.

Desde la Casa Rosada, un hombre que expresa el sentir del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, le dijo a Infobae: “Charla más de lo que hace”. Con contundencia, desde las dos administraciones se oponen a la propuesta del coronel médico.

El ministro provincial puso bajo los reflectores un eje de discusión al que el gobierno no quiere llegar y que la oposición, con Patricia Bullrich como pica, sabe explotar muy bien gracias a su experiencia como ministra de Seguridad de Mauricio Macri.

Tanto es así que desde el entorno del Presidente señalan que “este no es el momento de debatir si los menores de 16 años pueden ser condenados por crímenes cometidos contra terceras personas”.

Y más aún, descartan que Alberto Fernández tenga la voluntad de abrir el debate. Lo fundamentan ante este medio recordando el debate de candidatos presidenciales de octubre de 2019.

En esa oportunidad, Fernández afirmó que el problema de la inseguridad está directamente vinculado a la desigualdad. Y señaló que durante el gobierno de Macri -que buscaba la reelección- el entramado social se había quebrado.

“A esta altura todos lo ignoramos”, disparan desde el palacio de gobierno contra el funcionario de Kicillof. Quizás por esa razón tanto el Presidente como la ministra de Justicia, Marcela Losardo, y el jefe de Gabinete, decidieron no salir a hablar del tema. Solo lo hizo la ministra de Seguridad, Sabina Frederic.

Ella fue la encargada de enarbolar la posición oficial después que los funcionarios del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires salieran a reclamar la baja de la edad de imputabilidad de 16 a 14 años.

“Tenemos un sector de la población que ha atravesado una historia de desatenciones y maltratos que lo terminan llevando a un camino sin salida; hay que atender la situación de estos jóvenes desde muy diferentes ángulos”, analizó la ministra y agregó que “no debemos estigmatizar y generalizar ni creer que todos los jóvenes son pasibles de convertirse en victimarios”.

Fue después de estas declaraciones que Berni fijó posición.

“No hay ninguna duda de que hay que bajar la edad de imputabilidad”, le respondió el ministro bonaerense y apuntando una vez más contra Frederic, precisó: “La víctima no es familiar de ninguno de estos progresistas que dicen estas cosas tan sueltos de cuerpo”.

“Hay algunos que empiezan siempre poniendo el carro adelante del caballo. La diferencia entre Frederic y nosotros es que ella no tiene responsabilidad territorial: nosotros tenemos la responsabilidad de lo que pasa en nuestro territorio. La ministra de Seguridad, como no tiene territorio que cuidar, se puede dar el lujo de decir a veces cosas que a muchos de nosotros nos cuesta entender”, arremetió.

Ante el periodista Fernando Carnota, Berni recordó: “Yo trato de ser coherente entre lo que digo y hago”. En esa línea, describió el problema de fondo: “Está claro que el problema es del sistema, que no ha sabido resolver un problema que en cualquier parte del mundo se soluciona con reeducación, un servicio penitenciario que funcione y una Justicia rápida”.

Tanto en La Plata como en Balcarce 50, hay al menos tres certezas cuando se indaga sobre el ministro bonaerense:

-Qué Berni expresó lo que siente.

-Qué Berni está en campaña.

-Qué Berni cruzará a Sabina Frederic cada vez que se presente la oportunidad.

Un militar contra una antropóloga.

Sergio Berni fue cumpliendo, al menos hasta ahora, cada uno de los objetivos que se propuso en política. Como si fuese rangos militares -él es coronel médico del Ejército Argentino-, primero fue senador provincial, después viceministro de seguridad de la Nación, ahora ministro en la misma área, pero de la provincia de Buenos Aires. Su próxima meta es ser gobernar el territorio bonaerense.

Para eso, entiende, debe acceder a una banca como diputado nacional.

Sus apariciones públicas criticando con dureza a la ministra de Seguridad de la Nación, en los programas de mayor impacto político, parecen estudiadas.

Cuando un conductor le preguntó si contaba con el apoyo del Ministerio de Seguridad de la Nación, el funcionario bonaerense fue tajante: “No”.

Por entonces, la disputa era por una cantidad mayor de gendarmes desplegados en los barrios y distritos más azotados por la inseguridad.

Kicillof apoyó siempre a su funcionario en su disputa con Frederic.

Poco después, a principios de agosto, Berni encontró otro motivo para fustigar a su par nacional. Fue por el despliegue de la Policía Federal en el conurbano bonaerense al lanzar la Fuerza de Respuesta Inmediata (FRI), una brigada que enviará policías a municipios donde aumentó la inseguridad.

La molestia, esa vez, fue porque se enteró por los medios. “Nunca me avisaron”, reclamó.

“Me acabo de enterar por los medios que la ministra mandará al Conurbano a una fuerza especial. No sabía nada de eso”, repitió una y otra vez.

Por entonces, los voceros de Frederic consultados por Infobae dijeron que eso era falso y afirmaron que el 16 de julio ya había una gacetilla con el anuncio del acto y aclararon que la creación de la FRI forma parte de una estrategia nacional.

Las peleas de Berni y Frederic recalientan una y otra vez la interna oficialista en un tema tan sensible como el combate contra la inseguridad.

Ambos funcionarios tienen visiones totalmente opuestas en la manera de encarar la política de seguridad y por todo lo que surja alrededor de ella.

Tuvieron roces por la forma en que había que realizar los retenes en los operativos de control por la cuarentena, cuando esta era estricta.

Expresaron sus diferencias en el caso de la desaparición de Facundo Astudillo Castro. Frederic apuntó a la policía bonaerense, y Berni, como hacía Bullrich, los defendió.

También por la manera de organizar los operativos de seguridad en el Conurbano.

El 22 de julio pasado el abismo que existe entre ambos quedó cristalizado en la reunión de coordinación entre la Nación y el Gobierno bonaerense para trabajar de manera conjunta contra la inseguridad.

Sin embargo, terminó en un nuevo cruce de chicanas entre Berni y Frederic.

En un momento determinado del encuentro, el ministro se sacó el barbijo y apoyando sus manos sobre la mesa e inclinó su cuerpo hacía adelante para acercarse a la funcionaria nacional.

Frederic interpretó el gesto como amenazador y lo interpeló con la frase después reconocida por ambos: “¿Vas a desenfundar o me vas a atacar por ser mujer?”

El tema no paso a mayores y los involucrados le restaron importancia a un hecho grave por tratarse de dos funcionarios que deberían ponerse de acuerdo en la mejor manera de brindar seguridad a los ciudadanos.

Con el intercambio de frases y visiones por la baja de la edad de imputabilidad, quedó a la vista que la disputa entre el militar médico y la antropóloga continúan y al menos por ahora, no parece tener techo.

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