Francisco Durañona: “Un magistrado tiene que tener un compromiso político, eso no significa que tenga obediencia partidaria”

En las últimas horas volvió a circular un discurso del ahora senador bonaerense en el que llamaba a ampliar el máximo tribunal con militantes kirchneristas. En diálogo con Infobae, despegó su interpretación de aquél momento con la actual iniciativa del Gobierno y aclaró: "No hay que escandalizarse, las autoridades máximas de la Justicia deben tener necesariamente formación y experiencia política"

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Francisco "Paco" Durañona, senador provincial del Frente de Todos
Francisco "Paco" Durañona, senador provincial del Frente de Todos

La presentación del proyecto de reforma judicial que encabezó Alberto Fernández despertó suspicacias por el trasfondo de la iniciativa y la sospecha de que el Gobierno pretenda avanzar en la conformación de una Corte Suprema de Justicia hecha a medida de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

En declaraciones radiales, el Presidente reconoció que uno de sus principales objetivos es modificar el funcionamiento de la Corte, aunque insistió en que eso no implica ampliar el número de miembros. “Toda mi vida he dicho que el problema no está en el número de integrantes de la Corte. La Corte puede funcionar con cinco miembros, lo que sí digo es que la Corte está funcionando mal”, aseguró en declaraciones a Radio Con Vos.

Luego de que el Presidente presentara el proyecto este miércoles en Casa Rosada, comenzó a circular en redes sociales un video que data de marzo de 2019, en el que Francisco “Paco” Durañona, en ese entonces intendente de San Antonio de Areco, llamaba a ampliar la Corte Suprema con militantes kirchneristas.

De esta forma, Infobae consultó a Durañona y el ahora senador provincial por el Frente de Todos reveló que el año pasado, cuando sus palabras cobraron notoriedad, Alberto Fernández se molestó con él y rechazó el planteo. El ex jefe comunal bonaerense despegó su interpretación de aquél momento con la iniciativa impulsada por el Presidente y aseguró que, si bien representa al oficialismo, no es parte del gobierno, “en gran medida por haberme expresado de esa manera”.

¿Sigue pensando lo mismo que sostuvo en aquél discurso?

No. Dicho así es absolutamente entendible que genere rechazo. Porque está expresado en clave de unidad básica, que es donde tuvo lugar esa reunión, pero en el fondo la Corte Suprema Argentina es una copia de la Corte Suprema norteamericana. Y en la Corte de los Estados Unidos todos los miembros, desde su creación hasta hoy, han tenido una formación política dentro de los dos partidos que existen: demócratas o republicanos. Jamás se eligió a un miembro de la Corte que no tuviera una relación política, una formación, una mirada pública, vinculada con los partidos que propusieron esos nombres. Y acá en Argentina, hasta mitad del siglo XX todos los miembros de la Corte han tenido importantísimos cargos públicos.

La Justicia es parte del Gobierno, no es un ente aparte que no tiene nada que ver con el poder político ni con el Gobierno del Estado. Esa es la explicación de lo que quise expresar. Por supuesto que los que pertenecemos al peronismo, al Frente de Todos, cuando llegue el momento o si se da la oportunidad de proponer miembros de la Corte, serán quienes tengan una formación jurídica y una mirada pública y política que coincida con la mirada que tenemos nosotros en nuestro espacio. Y la oposición hará lo mismo. Si Cambiemos propusiera a Federico Pinedo o Miguel Pichetto para integrar la Corte, la verdad que no me escandalizaría. Serían dos personas que, desde el punto de vista de la mirada política que tiene Cambiemos, es indiscutible que tienen absoluta formación política y jurídica y la estatura necesaria para estar en un tribunal de esas características.

En 2019, en plena campaña, Durañona recibió a Alberto Fernández en San Antonio de Areco.
En 2019, en plena campaña, Durañona recibió a Alberto Fernández en San Antonio de Areco.

Una de las frases que más retumbó fue: “Los miembros de la Corte tienen que ser militantes nuestros”...

Claro. Porque lo que dije en realidad es que en el caso de darse la posibilidad por ampliación de la Corte, por renuncia o lo que fuese, que el gobierno, en este caso del Frente de Todos, tuviera la posibilidad de ofrecer candidatos. Tendrían que ser mujeres u hombres con formación jurídica y una matriz política que coincida con la mirada de nuestro espacio político.

¿Se malinterpretó su postura?

No. No se malinterpretó. Dicho así, en una unidad básica, para militantes, que lo entendieron de la misma manera que lo estoy explicando ahora, no. Pero expuesto hacia afuera, en ámbitos académicos, institucionales o analizados por periodistas, es entendible y razonable que va a sonar fuerte. La explicación es lo que tiene que ver, desde mi verdad relativa, entiendo debe ser la conformación de un órgano judicial. No creo que verdaderamente exista ni una mujer ni un hombre en el mundo que tenga independencia absoluta respecto al mundo que lo rodea. Se formaron en una familia, en determinada región, estudiaron en determinada escuela, fueron a una universidad, tuvieron profesores, pudieron haber participado políticamente o tuvieron un cargo público o hicieron la carrera judicial. Todo eso va a formar parte de su mirada. No hay una independencia absoluta y creo que no debe haberlo respecto de cuál es el rumbo que se le da al país y a la nación y la manera en que se debe actuar en el máximo tribunal.

Miremos un caso notable: El juez Rosenkrantz (Carlos), que no tiene ningún tipo de formación política. Es un técnico que se ha dedicado toda su vida a la profesión, a defender intereses particulares, que está muy bien, pero en el momento que llega a la Corte de alguna manera termina siendo un militante de los sectores que él defendió y de los clientes que tuvo. Y es razonable que así sea. Si uno analiza cuando la Corte tuvo que votar si los jubilados tenían que pagar impuestos a la ganancias, fue el único juez de la Corte que entendió que los jubilados tenían que pagar impuesto a la ganancias. Porque considera que eso es una renta. En términos técnicos para el derecho puede ser que eso sea una renta. Ahora para un hombre formado en lo publico, con formación política, jamás va a decir eso. De hecho los otros cuatro jueces votaron en contra. Ahora, cuando tuvo que votar si los jueces de la Corte tenían que pagar impuesto a la ganancias, dijo que no. Hay un peligro en obviar y exagerar esa independencia, donde no deben tener ningún tipo de roce con la vida pública o política para tener la independencia que a veces se pretende forzar y que termina siendo contraproducente.

No hay que escandalizarse porque cada uno tiene su formación con la cual llegan hasta allí, ¿eso es lo que piensa?

Por supuesto. No sólo no hay que escandalizarse, sino que las autoridades máximas de la Justicia deben tener necesariamente formación y experiencia política. A mi gusto, militante. Debe haber tenido algún roce con el centro de estudiantes de la universidad, debe haber dado discusiones respecto de cuál debe ser el rumbo del Estado. Un magistrado tiene que tener un compromiso político. Eso no significa que tenga obediencia partidaria. De hecho creo que tampoco los legisladores la deben tener. Cuando se discutió el aborto sucedió: se vio la independencia que tienen cualquier hombre o mujer que tienen una formación o madurez que sabe y pone sus convicciones a la hora de tomar una determinación. En el ámbito de la Justicia es mas determinante esa autonomía. Carmen Argybay es intachable. Su prestigio, su inteligencia y su nivel de votos en los fallos. Sin embargo, fue una inmensa militante política.

Pichetto dijo que no correspondía desaforar a Cristina Kirchner aún siendo candidato a vicepresidente. Sería razonable un perfil de esa característica que tiene una profunda deformación jurídica. El fiscal Di Lello explicaba en una entrevista que no es lo mismo ser un fiscal peronista que un peronista fiscal, dando a entender que uno puede ejercer perfectamente toda la vida una función judicial, pero teniendo una inclinación, una mirada que tenga que ver con lo que alguno de los partidos políticos de Argentina propone. Lo anormal sería lo contrario.

"Se puede ejercer perfectamente toda la vida una función judicial, pero teniendo una inclinación, una mirada que tenga que ver con lo que alguno de los partidos políticos de Argentina propone. Lo anormal sería lo contrario", explicó Durañona.
"Se puede ejercer perfectamente toda la vida una función judicial, pero teniendo una inclinación, una mirada que tenga que ver con lo que alguno de los partidos políticos de Argentina propone. Lo anormal sería lo contrario", explicó Durañona.

Pichetto dijo que el objetivo del gobierno es ampliar la Corte Suprema y aclaró que el día que pase debería ser con consenso político entre oposición y oficialismo. ¿Comparte?

Coincido plenamente. No se puede forzar una ampliación de la Corte. El consenso tiene que partir desde el lugar donde se sientan representadas las distintas fuerzas políticas que tienen vigencia en Argentina en los miembros de la Corte. Si sus miembros se discuten en el Senado, cómo no va a haber esa matriz política en sus miembros. La Constitución te exige 2/3 partes para asignar a sus miembros, uno no puede pretender ampliar la Corte si no hay un consenso político porque después va a ser inviable designar los miembros de esa corte ampliada.

¿La reforma que impulsa Alberto Fernández va a traer aparejada la discusión por la ampliación?

Cuando me referí a la ampliación de la Corte lo hablé con Alberto Fernández y rechazó de plano el planteo. De hecho, yo no formo parte del gobierno. Poner mi expresión de aquel momento como interpretación de lo que pretende el Gobierno de Alberto Fernández es todo lo contrario. En aquel momento se molestó mucho con aquellas declaraciones. No formo parte del gobierno, estoy en la provincia en un cargo legislativo, en gran medida, seguramente, por haberme expresado de esa manera. Esto es importante destacar. No creo que el objetivo central del Gobierno sea la ampliación de los miembros de la Corte, si no se hubiese hecho al principio, donde la fuerza y la legitimidad eran indiscutible. El presidente Macri quiso nombrar dos jueces por decreto, una barbaridad, donde no hubo una cacerola sonando. La vara se mide de manera muy disímil. Creo que el objetivo es terminar con el sistema corrupto de Comodoro Py en alianza con los servicios de inteligencia, que requiere un nunca más.

Rodeado de legiladores y ministros, Alberto Fernández presentò el proyecto de reforma judicial en la Casa Rosada (Reuters).
Rodeado de legiladores y ministros, Alberto Fernández presentò el proyecto de reforma judicial en la Casa Rosada (Reuters).

¿Su postura es ampliar la Corte? ¿Está de acuerdo con eso?

Por la enorme cantidad y diversidad de temas que llegan hasta la Corte, tener 5 miembros, en algunos casos a una edad que la verdad que el cuerpo no rinde lo mismo que a los 50 o 60 años, me parece un numero acotado. Yo creo que debe ampliarse el número de miembros de la Corte, y además debe limitarse la revisión de sentencias arbitrarias, que es una doctrina que tiene mas de 100 años, pero que genera que entren a la Suprema Corte temas que la Constitución no pensó para que analice la Corte. Debería tener reservadas únicamente las cuestiones vinculadas con la interpretación de la Constitución Nacional, no con otras cuestiones que hoy están sucediendo. No dan abasto.

Es tanto el trabajo que tiene que 5 miembros, con la rigidez que tiene el funcionamiento de la Corte, no tiene la agilidad ni la respuesta que hoy está esperando el pueblo argentino que puso a la Justicia como la principal institución rechazada. Tiene que ver con la lentitud y porque no hay acceso. Un punto de la reforma judicial es crear 94 tribunales federales en toda la Argentina y también la desconcentración del poder inmenso y exagerado que tiene la Justicia Federal, que entre 12 jueces resuelven el 100% de las causas públicas de corrupción, narcotráfico, secuestros...

¿Agilidad, rapidez, edad y más voces a la hora de tomar decisiones?

Exacto. El consenso va a ser mayor. Hay más diversidad. Hay que garantizar el cupo equitativo, la mitad de los miembros tienen que ser mujeres. Es escandaloso que en el siglo XXI haya una sola mujer.

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