El acceso de miles de jóvenes peruanos a la educación superior enfrenta una nueva crisis. La ausencia de fondos para la edición 2026 de Beca 18 ha dejado a decenas de miles de postulantes en incertidumbre, mientras organizaciones juveniles coordinan una movilización nacional para exigir al Congreso la reposición inmediata del presupuesto. El reciente anuncio de que la partida no fue incorporada en la Ley de Presupuesto sorprendió tanto a los beneficiarios como a los gestores del programa y encendió el debate sobre la continuidad de una de las principales políticas de movilidad educativa en el país.
El panorama se complicó tras la denuncia presentada por la expresidenta del Pronabec, Alexandra Ames, quien señaló la exclusión del presupuesto solicitado y responsabilizó al Ministerio de Economía y Finanzas por el vacío generado. Las reacciones no tardaron en multiplicarse: asociaciones estudiantiles, colectivos sociales y federaciones educativas convocaron para este 19 de diciembre una protesta simultánea en Lima y regiones, reclamando garantía de financiamiento y transparencia en la gestión de las becas.
Movilización nacional y presión social: ¿cuándo y dónde?
El vacío presupuestal para Beca 18 llevó a la Red Nacional de Juventudes y al Frente Nacional de Exbecarios a anunciar una movilización en todo el territorio. Los organizadores precisaron que la jornada de protesta se desarrollará el 19 de diciembre en las plazas principales de cada ciudad y frente al Ministerio de Educación en Lima. La convocatoria, según los voceros, busca visibilizar la demanda de más de 90.000 estudiantes que aspiran a acceder a estudios superiores durante el próximo año.
Los promotores señalaron que el 77% de los exbecarios de Beca 18 ha contribuido al retorno de la inversión estatal a través de su incorporación al mercado profesional y la implementación de proyectos sociales en sus comunidades. Las organizaciones participantes advirtieron que si el Congreso no corrige la omisión, un número significativo de postulantes será excluido pese a haber superado el examen de preselección.
Vacíos presupuestales y señal de alarma
La edición 2026 de Beca 18 inició su convocatoria en medio de un contexto de incertidumbre. Aunque el proceso de preselección pudo avanzar con recursos previamente certificados, la fase de asignación de plazas se encontró sin respaldo económico. Según exfuncionarios del Pronabec, la planificación del concurso requiere coordinación temprana entre el Ministerio de Educación y el Ejecutivo para formalizar la demanda ante el Congreso. Sin embargo, la ausencia de la partida en el documento final encendió la preocupación de miles de estudiantes, quienes advirtieron sobre los posibles efectos de la omisión.

El conflicto adquirió mayor dimensión tras la difusión de un reportaje de Punto Final que reveló el compromiso gubernamental de otorgar 20.000 becas sin sustento financiero definitivo. El Ministerio de Educación confirmó que la lista de preseleccionados se publicará en diciembre, aunque el proceso de adjudicación dependerá de que el presupuesto sea finalmente incorporado por el Parlamento.
Renuncia en la dirección de Pronabec y disputa política
La renuncia de Alexandra Ames como directora ejecutiva de Pronabec marcó un punto de quiebre en la controversia. De acuerdo con la exfuncionaria, el cambio de autoridades trajo consigo la introducción de nuevos criterios para la convocatoria y una ruptura con la continuidad técnica habitual. Ames defendió la necesidad de garantizar las políticas públicas a favor de los jóvenes, al tiempo que rechazó la intención de responsabilizar a gestiones previas por la crisis.
El Ejecutivo, por su parte, aseguró que la continuidad del cronograma se mantiene y que la etapa de selección solo podrá completarse una vez aprobados los fondos requeridos. Por ahora, el futuro de los becarios y preseleccionados depende de una decisión política en el Congreso, presionado por colectivos estudiantiles y la comunidad educativa.

Reacciones del sector educativo y expectativas
La Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior y otras entidades del sector advirtieron al Congreso sobre el costo social y político de una posible suspensión o reducción en la cantidad de becas asignadas. Voceros de la comunidad estudiantil recalcaron que programas como Beca 18 y Beca Tec constituyen herramientas esenciales para contrarrestar la desigualdad educativa y promover la movilidad social en sectores vulnerables.
Al cierre del año, la convocatoria permanece en compás de espera. Más de 90.000 jóvenes aguardan la publicación de la lista de preseleccionados el 22 de diciembre, mientras la discusión presupuestal sigue abierta. El destino de Beca 18 se decidirá en el Pleno del Congreso, en un contexto de creciente presión social y expectativa nacional.
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