Huancavelica: crece preocupación por cuestionamientos en licitaciones de tecnología médica para la región

Un proceso de adquisición enfrenta cuestionamientos en medio de un contexto nacional donde la ejecución de proyectos estatales es señalada por organismos internacionales debido a su ineficiencia y falta de coordinación presupuestal

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Las campañas de desprestigio en
Las campañas de desprestigio en contrataciones públicas incrementan costos, retrasan hospitales y afectan el acceso a la atención médica en regiones vulnerables.

Una reciente denuncia en el interior del Ministerio de Salud ha señalado presuntas irregularidades en el proceso de licitación para la compra de equipamiento por S/226 millones destinado al Hospital Regional Zacarías Correa Valdivia, en Huancavelica. La denuncia sostiene que existiría un intento de favorecer a una empresa de origen chino y cuestiona la calidad de los equipos propuestos, señalando que serían inferiores a los producidos en Europa o Estados Unidos y, además, tendrían precios sobrevalorados en relación a su mercado de referencia.

Aunque el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS) afirmó en un comunicado que el proceso no tenía ganador definido ni contrato suscrito, rechazando categóricamente cualquier acusación de direccionamiento, favoritismo o sobrevaloración, otras fuentes del sector han expresado que en el público existe preocupación ante la posibilidad de una compra relevante de tecnología china. Sin embargo, los expertos señalan que en dichas licitaciones y adquisiciones públicas se establecen especificaciones técnicas estrictas, “pero no se exige necesariamente el lugar de origen de los equipos”, solo se requieren las especificaciones técnicas y certificaciones internacionales de calidad.

Advierten preocupación por la calidad de equipos médicos en Huancavelica

A su vez, otras fuentes del propio ministerio vinculan las denuncias a un posible plan en marcha para desacreditar el proceso y retrotraer la licitación, presionando para declararla nula e iniciarla de nuevo. Sostienen que maniobras similares “han ocurrido en otras contrataciones públicas, con campañas destinadas a sembrar dudas sobre la reputación de empresas participantes y llevar el proceso a fojas cero”. Esta táctica, advierten, “incrementa costos administrativos, alarga los plazos y posterga la puesta en marcha de hospitales y servicios clave”, afectando el acceso de la población a servicios de salud en regiones vulnerables.

En ese mismo sentido, destacan que la licitación del Hospital Zacarías Correa Valdivia no es un caso aislado: según fuentes oficiales, los principales compradores mundiales suelen adjudicar contratos a empresas que trabajan con marcas reconocidas internacionalmente, tales como Siemens, General Electric, Stryker o Dräger. También se reconoce que, en la competencia global, compañías con base en China han incrementado su presencia en grandes procesos, y que el origen de equipos no debería ser el único criterio de valoración cuando cumplen todas las condiciones técnicas exigidas por la convocatoria.

Banco Mundial advierte sobre baja eficiencia en proyectos públicos en Perú

Esta situación ocurre en un contexto más complejo para los proyectos de inversión pública en Perú. El Banco Mundial advirtió recientemente que el 45% de los proyectos públicos en ejecución están abandonados, es decir, no han tenido desembolsos en más de 18 meses ni superan el 90% de avance financiero. Estos proyectos equivalen al 17,3% del PBI peruano y mantienen más de S/120.000 millones pendientes de ejecución.

El organismo internacional advierte una desconexión entre planificación y ejecución: cada proyecto nuevo que ingresa en el presupuesto aumenta el riesgo de abandono, y casi el 80% de los nuevos proyectos se incorporan cuando el presupuesto ya ha sido ejecutado parcialmente, desplazando recursos destinados a obras en marcha y contribuyendo a una baja eficiencia en el uso de fondos públicos.

Dentro del caso concreto de Huancavelica, la Licitación Pública SM-8-2025-PRONIS-1 ha sido objeto de denuncias que han sido desmentidas tanto por el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS) como por los propios encargados del proceso.